Nahuel Molina, el correcaminos que buscaba Simeone
El fichaje del lateral diestro por el Atlético se acerca. Es el favorito del Cholo y uno de los laterales más prometedores de Europa.
Después de mucho tiempo demandando un lateral derecho, parece que la reunión de este jueves con Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del club, le ha dado a Simeone sus frutos. Y es que el Atleti podría haber encontrado la fórmula para que el Udinese deje marchar a Nahuel Molina (24 años): 20 millones más Nehuén. El Atleti se acerca, así, a los intereses del club italiano, por lo que la llegada del argentino se ve, ahora, más posible que nunca.
De esta forma, el Cholo conseguiría lo que lleva tiempo demandando; no ya un sustituto para Trippier, sino el sustito. Ese que se empeñó en traer desde que el británico abandonó Madrid y que no había sido posible hasta ahora vestir de rojiblanco por las altas pretensiones económicas del club italiano. Ahora, la situación es distinta. El Atleti sabe que nadie le va a regalar un lateral de garantías, y los 20 millones que pide el Udinese estarían dentro de los márgenes que el club se ha dado para reforzar una posición que desde la dirección deportiva se considera fundamental. La inclusión de Nehuén Pérez, que no cuenta para Simeone, en la operación no sería problema ninguno para el Cholo, e iría en la línea marcada por la entidad de vender sin dañar al equipo.
Así las cosas, con el fichaje de Nahuel, el Atleti incorporaría a sus filas a un jugador rápido y técnico a partes iguales, un auténtico correcaminos que añade a sus cualidades, además de un carácter impetuoso, un magnífico golpeo de balón que año pasado se tradujo en 7 tantos en la Serie A. El de Córdoba (Argentina) es un perfil similar al de Trippier: fiable tanto en defensa como en ataque. Es un fijo para Sacaloni en ‘La Albiceleste’ y gusta mucho al Cholo desde hace tiempo.
Formación blaugrana
Molina se crió en el municipio de Embalse (Córdoba), donde jugó al fútbol hasta los 11 años. A partir de esa edad, continuó su formación como futbolista en una escuela del Barcelona con sede en Buenos Aires. Tras dos cursos años allí, dio el salto al primer equipo de Boca Juniors en 2016, con tan solo 17 años. En La Bombonera jugó un curso más hasta que cuatro años después, paso mediante por Defensa y Justicia y Rosario Central, equipos de la Primera División argentina, aterrizó en Europa. El Udinese vio en él lo que ningún club de las grandes ligas había sido capaz de adivinar: un jugador de futuro, pero también de presente. Le blindó con un contrato de 5 años y ya desde la primera temporada fue importante; disputó un total de 31 partidos. En esta última ha sumado 37 y se ha consolidado como uno de los mejores laterales del continente, por lo que, si en los próximos días aterriza en Barajas, lo hará con vitola indiscutible de titular, el titularísimo de Simeone.