Nahuel busca la redención con Messi
El lateral derecho comienza el viernes la Copa América, de la que Argentina es campeón, buscando el efecto del Mundial de Qatar en el Atlético.
Como en un déjà vu, Nahuel Molina se abraza a Argentina, y por ende a Messi, para tratar de cambiar su cara en el Atlético. Ya le ocurrió una vez, en su último gran torneo con su selección (el Mundial de Qatar) que cambió por completo su paso en el Atlético. Ahora necesita lo mismo. Porque es Nahuel un futbolista de dos caras y la buena asoma con su selección. Terminó la temporada con el equipo del Cholo además de tocado muscularmente en un momento deportivo crítico. Que recordaba más al Nahuel de su llegada al Atlético que aquel que deslumbró tras proclamarse campeón del mundo con su selección.
El influjo Messi. El defender un título. Esa necesidad de arrancarse los nervios que atoran sus decisiones cuando le falta confianza. La del Cholo la tiene: fue su lateral derecho en los partidos importantes de la temporada (los dos ante el Inter y los dos ante el Dortmund en Champions) y el séptimo futbolista de campo más utilizado por el argentino la temporada 23-24, con 3.030 minutos repartidos en 46 partidos con una clara evolución en defensa, según datos de Besoccer, pero una involución en ataque. En la temporada que acaba de pasar, el argentino fue mejor en los duelos defensivos y en los uno contra uno con respecto a la anterior pero peor en las asistencias, los centros con éxito, los pases clave y los regates con éxito.
Comparativa con Llorente
Llorente, mientras, el rojiblanco utilizado por Simeone en el carril derecho destacó en donde el argentino flaqueó: mejor en asistencias, en duelos ofensivos ganados y muy por encima en pases clave, 0,5 por partido de Nahuel y 0,69 del 14. Llorente fue el quinto jugador de campo más utilizado por el Cholo en la temporada, rindiendo en un lugar que no termina de gustarle pero ‘condenado’ a ese carril derecho porque Nahuel no termina de ser Trippier, el último gran dueño único de esa posición en el Atlético. Nahuel lo pareció pero solo durante unos meses donde sus dos caras se habían borrado y solo mandaba la buena. Ocurrió tras Qatar, cuando Messi alzaba por fin su Mundial. Y el rojiblanco pudo enderezar su inicio como rojiblanco. Ahora en Estados Unidos, en esta Copa América, busca lo mismo.
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