Nadie quitará al Girona lo bailado
El 0-3 baja de la nube al Girona, claro, pero quiero empezar estas líneas lanzando un mensaje a los ventajistas que dirán que este Girona iba a tener vértigo ante el Real Madrid. Han tenido que pasar ocho jornadas para ver la primera derrota este curso de los rojiblancos; son terceros en la clasificación de Primera con 19 puntos (a dos del líder, ahora el Madrid) y antes de este duelo, el Girona era el único conjunto de LaLiga que tenía más victorias que derrotas ante el Madrid. Ahora el balance esta igualado: tres-tres. Así que cabeza fría y a poner las cosas en perspectiva.
Es verdad que al Girona solo le ha durado el liderato tres días, pero que le quiten lo bailado. Y lo disfrutado. Está claro que duele, y mucho, que cualquier rival te endose un 0-3 en casa, pero es que visto lo visto sobre el terreno de juego, fue un resultado demasiado cruel. Los de Míchel empezaron el duelo como un tiro y, tras fallar ocasiones clarísimas para adelantarse (de Yangel Herrera y Tsygankov), acabaron por pegárselo en el pie. La fragilidad defensiva tuvo como claro protagonista a Daley Blind, que salió en la fotografía de los dos primeros tantos blancos. Pero es que ni con el 0-2, el Girona bajó los brazos. Trató de meterse como fuese en el partido, pero no era el día. El Madrid demostró que hay que tener mucho físico en este fútbol moderno. El partido por el liderato de Primera fue para ellos, pero este Girona está llamado a hacer historia. No se bajen del barco.