Nadie protege a Vinicius
El marcaje al borde de la legalidad de Araújo en Riad incide en una tendencia. El brasileño recibe más faltas que el año pasado y es al que más ‘cazan’ de LaLiga. En Europa recibe mejor trato.
Xavi lo tenía claro desde la alineación. Quería un perro de presa sobre Vinicius y el elegido fue Ronald Araújo, que secó el brasileño con un marcaje pegajoso que jugó con los límites de la legalidad, en especial con una entrada muy protestada en la que el uruguayo impactó con la pierna del madridista fuera del terreno de juego. Una imagen, la un contrario mandando a Vini por los suelos, que está siendo más habitual esta temporada. Ahora mismo es el futbolista que más faltas ha recibido en Primera (53) con una distancia importante sobre el siguiente contra el que cometen más infracciones, que es el rayista Isi (45).
El promedio es revelador. Vinicius ha pasado de recibir 2,3 faltas por encuentro a las 3,5 que le hacen este curso. La paradoja es que aunque la estrategia de los rivales pasa por martillear al brasileño a base de faltas, no suelen ir acompañadas de amonestación. Iago Aspas es el que más cartulinas ha forzado en LaLiga con diez mientras que Vinicius forma parte de un mini pelotón de tres futbolistas (junto a Morata y Samu Lino) con nueve cartulinas provocadas esta campaña. La aritmética es sencilla: pegar a Vinicius sale a cuenta.
Vinicius atraviesa un tramo muy deslucido y una de las razones puede estar en la rigurosidad con la que se emplean sus rivales. Esta año está recibiendo más palos, incluso, que la temporada pasada. Si en la 2021-22 fue el cuarto futbolista que más faltas recibió en Primera (sólo por detrás de Fekir, Munir y Guedes) en esta comanda esa clasificación y si lo ampliamos al resto de competiciones, se da una llamativa circunstancia: la temporada pasada le pitaron cinco penaltis a favor... y en esta de momento ninguno.
En la Supercopa, Vinicius sufrió su promedio habitual. Sufrió tres faltas más esa polémica acción de Araújo. Significativa porque aunque el Reglamento impide decretar falta -pese al evidente contacto- porque la acción se desarrolló una vez ambos traspasaron la línea lateral del terreno de juego, sí permite amonestar al infractor con una cartulina (amarilla o roja) a decisión del árbitro. En este caso, De Burgos Bengoetexea dejó sin sancionar el juego brusco y desde el VAR tampoco González González le asesoró para que acudiera al monitor a valorar si la entrada era merecedora de roja directa. Una patada que se fue al limbo.
Vinicius está teniendo que acostumbrarse. Esta temporada, como baremo interno en clave Real Madrid, dobla en número de faltas recibidas en partidos oficiales (71) al siguiente que da más veces con sus huesos en el suelo, que es su compatriota Rodrygo (34 faltas). Vini se ha convertido en caza mayor para los rivales.