Munir asegura que nadie les avisó del embarque
La expedición de Las Palmas ya pernocta al completo en Sevilla tras el surrealista desplazamiento a la capital hispalense. El equipo llegó en dos tandas.
El partido que Las Palmas juega mañana en contra el Sevilla en Nervión va camino de convertirse en uno de los más sonados del curso por algo que nada tiene que ver con el fútbol. Y es que el desplazamiento del equipo grancanario hasta la capital andaluza traerá cola durante mucho tiempo.
Ocurre que Las Palmas tenía previsto viajar en el mediodía de este sábado hasta Sevilla previa escala en Madrid, donde otro avión debía trasladar de nuevo a la expedición grancanaria. Sin embargo, la primera de las aeronaves partió con retraso, por lo que un nutrido grupo de futbolistas del equipo insular, hasta 15, fueron a reponer fuerzas a una famosa cadena de cafeterías ubicada dentro del aeródromo de Gran Canaria.
Sin apenas noción del tiempo ni la atención debida, el relajamiento de este grupo fue tal que, cuando acudieron a la puerta de embarque, el mismo ya estaba cerrado. El otro grupo, que sí cumplió con su deber, ya estaba dentro del avión. El galimatías era tan grande que, para evitar un ridículo aún mayor, el club tuvo que negociar a toda prisa con Binter, aerolínea canaria, un vuelo chárter hasta Sevilla para ese grupo que se había quedado fuera y al que se unió el delegado del primer equipo, Rubén Fontes, que sí estaba en el primer avión. Despistados pero, eso sí, con vuelo directo.
Este segundo grupo de jugadores llegó a última hora de este sábado a Sevilla. “Se retrasaba el avión y no nos avisaron de que embarcaban”, dijo Munir una vez aterrizados en unas imágenes ofrecidas por El Chiringuito. Estarían, al menos, los jugadores Cristian Herrera, Álex Suárez, Munir, Marc Cardona, Coco, Kirian, Curbelo, Valles, Sandro, Benito, Álvaro Lemos, Sergi Cardona, Javi Muñoz y Jonathan Viera. También estaban Nicolás Ortega (vicepresidente), Raúl Quintana (fisioterapeuta) y Juan Naranjo (jefe de fisioterapeutas de Las Palmas).
Un buen rato después de lo previsto, toda la expedición ya se encuentra reunida en Sevilla. No parece la mejor preparación posible para un partido tan importante. Toca aunar fuerzas para que la malísima imagen ofrecida fuera del campo no se traslada al césped.