Movilización contra el Barça

El incendio del Barçagate no se ha extinguido en el fútbol español. Si la semana pasada la consternación estaba principalmente en aficionados e instituciones, ayer se avivó con el paso adelante de los clubes de Primera y Segunda en la sede de LaLiga, cuyo silencio empieza a romperse. Los equipos se encontraron cara a cara por primera vez con el Barcelona desde que se destapara el caso Negreira y pidieron explicaciones. Y, sobre todo, consecuencias. Miguel Ángel Gil Marín llegó a proponer un comunicado conjunto para censurar la actitud que tuvo el conjunto azulgrana por haber pagado a Enríquez Negreira por unos servicios con el fin de garantizar la neutralidad arbitral mientras ocupaba el puesto de vicepresidente del CTA, algo a la que se opuso rotundamente Mateu Alemany. Existe un gran enfado por parte de varios presidentes, tanto que llegaron a pronunciarse a título individual de manera pública Sevilla, Espanyol y Atlético mostrando su indignación. El presidente de LaLiga, Javier Tebas, recogió el guante y se pronunció de manera contundente ante los medios: “Si Laporta no lo explica bien, debería dimitir”. Ya no basta con echar balones fuera.

Ayer se esperaba un día marcado por los límites salariales, uno de los temas que más expectación crea en el fútbol español debido a las estrecheces económicas del Barcelona. Pero el escenario fue totalmente diferente. El caso Negreira monopolizó gran parte de la cumbre que tuvo lugar en Madrid con la presencia de presidentes y altos directivos. El Sevilla abrió el camino a las 13:30 horas del martes con un comunicado. “El club desea mostrar su preocupación e indignación ante los datos que se han venido conociendo, dejando claro que es absolutamente necesario que se llegue al fondo del asunto para esclarecer lo ocurrido y depurar responsabilidades. La gravedad de los hechos nos lleva a solicitar públicamente a ambos a que promuevan y se personen en todos los procedimientos que de este caso pudieren derivarse una vez que finalice la investigación”, advirtió el conjunto hispalense. Una nota que algunos consideraron precipitada porque pretendían tratar el tema en la reunión y realizar un comunicado de manera conjunta. El Espanyol tomó el testigo del Sevilla a las seis de la tarde: “Las posibles implicaciones de lo publicado serían de tal gravedad que exigen una actuación excepcional a la hora de esclarecer lo ocurrido y depurar responsabilidades”.

Mateu Alemany fue el representante del club en la Junta de División celebrada en LaLiga. No dio explicaciones, pero sí alegó a la investigación interna que abrirá el club para tratar el asunto. Algo que no bastó para Miguel Ángel Gil Marín, quien había esperado una semana en silencio hasta dicha cumbre para solicitar al resto de clubes un comunicado conjunto contra el comportamiento que tuvieron los azulgranas pagando a un vicepresidente del colectivo arbitral. Pero no fue posible ante la falta de unanimidad. Alemany se negó y el Real Madrid se puso de perfil. “No se trata de ir cada uno por su cuenta ni de gestos de cara a la galería, hay que demostrar que estamos unidos. No ha sido posible y creemos que es un error”, lamentó el Atlético tras la reunión. Y añadió: “Nuestra postura es muy clara: es un tema muy grave y por el bien de nuestro fútbol se debe investigar y aclarar completamente”.

La conclusión fue que cada club, si lo estimaba oportuno, hiciera un comunicado a título individual castigando los hechos. Pero la mayoría prefirió que diera la cara en nombre de todos Javier Tebas, como ya han hecho en otras ocasiones. El presidente de LaLiga fue más contundente que en sus anteriores intervenciones y exigió explicaciones a Laporta, quien pagó durante su primer mandato a Negreira por los controvertidos servicios. “Si no lo explica bien, creo que debería dimitir”, sentenció de manera contundente. Y explicó lo que molestó de la actitud de Laporta: “Ha hecho alguna declaración superficial. Lo que dice es que parecía que lo hacían todos los clubes de fútbol. Pero una cosa es que tengan contratados exárbitro y otra que sean exárbitros que estén dentro del Comité. Es un tema que me gustaría que se aclararse, aunque sea tan antiguo”.

LaLiga, además, informó a los clubes que ha presentado ante la Fiscalía nuevos indicios que pueden ser prometedores en la investigación para que llegue hasta los juzgados. Aunque, ante la posibilidad de que la Fiscalía lo archive, Tebas ya ha advertido al Barcelona y al resto de clubes: “Nosotros creemos que hay suficientes indicios para poner una denuncia y seguir investigando. Todos los clubes están profundamente preocupados y seguiremos con las acciones para que se siga investigando”. Es decir, o el caso lo lleva la Fiscalía ante la justicia o lo hará LaLiga. No hay regate posible. Aunque afirmó que las sanciones deportivas no se pueden aplicar porque han prescrito en España, dejó abierta la puerta internacional ante una posible sanción de FIFA y/o UEFA: “No pediremos que entren de oficio, que parece de cobardía. Denunciaremos para que entren. Ya lo hemos hecho en otros temas. Nosotros somos activos. Ya hemos denunciado a City, PSG, Juventus... Si aquí está prescrito, iremos a donde no ha prescrito. Haremos lo que tengamos que hacer, aunque se vea implicado un equipo español”.

Los clubes saben que el fútbol español ha quedado en entredicho y se juegan su prestigio en cómo se resuelve esta situación. Es más, creen que los patrocinadores verán con malos ojos que se titubé si no se actúa de manera contundente. De ahí que presionen para esclarecer los hechos y no quede en el olvido. La presión crece especialmente en torno a Laporta, uno de los presidentes que pagó a Negreira, con la afirmación de Tebas de que debería dimitir si no da unas explicaciones coherentes. Al resto de equipos les molestó que dejara caer que dicha actuación era algo habitual entre los clubes obviando la diferencia en que en el caso del Barcelona es que estaban pagando a una persona con cargo en el Comité de Árbitros. LaLiga y los clubes no se conforman con el escarnio público y piden esclarecer los hechos y llegar hasta el final. Para ellos el Barçagate no va a pasar de largo, aunque ponga en peligro a una de las locomotoras del fútbol español.