Morcillo, recuperado de la fractura en la clavícula izquierda, busca destino

Jon Morcillo se fracturó la clavícula izquierda el pasado 26 de febrero ante el Girona en San Mamés, pero las complicaciones prolongaron su estancia prevista de baja. De hecho, el 9 de mayo fue sometido a una tercera intervención quirúrgica debido a contratiempos en forma de una herida no terminaba de cicatrizar. Se perdió el último tercio de la temporada y ahora, casi dos meses después, aprovechando el mercado veraniego, busca destino en forma de cesión para sumar los minutos necesarios. Ya se ha recuperado perfectamente y está para poder jugar en cuanto adquiera el ritmo de crucero en la pretemporada. La idea del veloz zurdo rojiblanco versa en integrarse en un proyecto de Segunda División. Ahora busca catapultarse con alguna fórmula de salida como cedido o con opción de recompra al terminar su contrato en apenas un año.

En la primera operación le colocaron una placa para sujetar el hueso cuya función era ayudar a que este se soldara correctamente. Es una zona en la que la piel es muy fina y por desgracia, tras pasar otras dos veces por quirófano, la herida no acababa de curar. Sanado y con la placa instalada por ahora, Morcillo respira de nuevo para demostrar sus cualidades. Morcillo, de 25 años, que tiene contrato con el Athletic hasta junio de 2024 tras su cesión en el Real Valladolid, no ocultaba su pesar al transitar por una recuperación tan latosa y con tantos palos en las ruedas: “La verdad es que esta situación es la más difícil que me ha tocado afrontar en mi vida. Cuento los días que quedan para volver más fuerte que nunca”, relataba Morcillo, que esta última campaña ha disputado diez partidos en Liga, computando poco más de 65 minutos, sin entrar de lleno en ningún momento en las oraciones de Valverde, que sí le veía como una alternativa a la banda izquierda.