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Cerezo y la marcha de Morata al Milan: “Parece ser que sí”

El club ‘rossonero’ pagará la cláusula de 15 millones para incorporarle a su plantilla. La familia, clave en la decisión del delantero, que solo tiene pendiente una conversación con el Atlético.

Berlin (Germany), 14/07/2024.- Alvaro Morata of Spain celebrates wth the trophy after winning the UEFA EURO 2024 final soccer match between Spain and England, in Berlin, Germany, 14 July 2024. (Alemania, España) EFE/EPA/FILIP SINGER
FILIP SINGEREFE

Álvaro Morata está a un paso del Milan, a flecos. El acuerdo está prácticamente cerrado. El delantero se irá a Milán, por su cabeza solo hay ese camino si abandona España, el que llega a Italia. Como ha venido contando AS a lo largo de los últimos días, Fonseca, entrenador, e Ibrahimovic, directivo, tenían un ‘Míster X’ marcado en negrita para sustituir a Giroud en su delantera y este se llamaba Álvaro Morata. Acabada la Eurocopa, el club rossonero quería acelerar para incorporarle. Faltan unos detalles y una conversación con el Atlético por parte del jugador, pero ya todos lo dan por hecho. Incluso Enrique Cerezo lo asume. “Parece ser que sí se va. Primero dijo que se quedaba y luego que se marchaba. En el Atleti quien quiere estar se queda y quien no pues se marcha. Nos fastidia porque es un fantástico jugador y una magnífica persona, pero si ha decidido irse...”, comentó el presidente en TardeAR.

El verano pasado el Milan ya fue de los cuatro grandes de Italia que con más insistencia le quiso, pero entonces no podía asumir ni su sueldo ni su cláusula, de 20 millones. Una cláusula rebajada en cinco millones en 2024, tras su renovación en octubre pasado hasta 2026 y ya sí, abracadabra, el Milan puede, el Milan paga. El club rossonero ni se ha esperado casi al fin de las celebraciones del título de España en la Eurocopa, levantado por Morata, capitán, y se ha movido raudo, aunque falte un detalle importante: ni el jugador ni el Milan se han dirigido al Atlético para comunicarles nada, que se va.

Morata puede abandonar el Atlético cinco años y medio después de arribar (enero de 2019) y alguna vuelta. Primero de regreso a Italia, la Juve, en 2020, y después de cabeza, siempre como un Zihuatanejo al que llegar para ser feliz. El verano pasado es botón. En la Serie A, el delantero español se ha sentido siempre respetado por los árbitros, los entrenadores y los rivales, algo que en España no tanto. Italia, además, es el país de su esposa, Alice Campello, nacida en Mestre, una localidad que pertenece al municipio de Venecia, a poco más de 300 kilómetros de Milán, y la familia tiene mucho peso en las decisiones que Álvaro toma. Por ellos descartó en 2023 y 2024 irse a Arabia por mucho dinero que por delante le pusieran (la última oferta, 45 millones por tres años). Por ellos, cuando llegaban equipos de la Premier preguntando por él siempre los rechazaba: en su cabeza solo había dos, Italia y España. Y el primero tiraba fuerte de su brazo. Las últimas semanas, con tanto ruido alrededor, con memes, faltas de respeto y Morata en el centro de la diana, también influyen. La familia quiere un respiro. Paz. Volver a empezar.

Del “ya veremos” al paso definitivo

Álvaro se irá al Milán por cuatro temporadas, si después de esa conversación con el Atlético mantiene esta idea, para ejercer de ese punta que Fonseca quiere: experimento y veterano, con buen juego de espadas y ayudas que ya conoce la Serie A. Uno de los flecos que faltan para que la operación cambie de estado y pase del ‘casi’ al oficial, o no, es una conversación del español con el Atlético, que puede producirse en las próximas horas. Su decisión virará los planes del Atlético, en cuyo seno sorprende el movimiento y que tampoco les haya ido comunicando sus planes. Primero porque el club rojiblanco cuenta con él para la próxima temporada. Segundo, el propio Morata, hace tres semanas, tras la última oferta de Arabia, habló con el club y les trasladó su deseo de seguir para cumplir un sueño: “Ganar títulos con el Atleti”, algo que después escribiría en un mensaje de Instagram que el club rojiblanco también retuiteó. Pero la puerta no había quedado cerrada aunque pareciera que sí. “Ya veremos”, decía en unas entrevistas la semana siguiente que volvía a abrirla ante una posible salida mientras el Milan levantaba teléfonos para que en 2024 no se le escapara. Y está a punto de no hacerlo: Morata cumplió un sueño en Alemania, levantar un gran título con la Selección, esa Eurocopa, pero ya no el siguiente, el del Atleti, ahora que parece que se irá lejos, a San Siro, Milán.

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