Monchi-Sevilla: divorcio total
El club ha pedido al director deportivo que abone un año de sueldo bruto si quiere marcharse. Creen que hay otro equipo implicado en su salida.
Momentos muy tensos en el Ramón Sánchez-Pizjuán con la marcha de Monchi en ciernes, pero sin haberse concretado todavía simplemente porque al todavía director deportivo del Sevilla no le vale sólo con informar de su marcha 15 días antes, como casi cualquier trabajador que tenga contrato indefinido. Para irse de manera unilateral, el gaditano debe de abonar un año de sueldo bruto, alrededor de 3 millones de euros.
Monchi arguye “motivos personales” e injerencias en su trabajo para abandonar Nervión cuatro años después de haber vuelto. Pero, para dejarle salir de manera gratuita, el presidente José Castro y el vicepresidente Del Nido Carrasco pretenden que firme por escrito que no se marchará a otro equipo. Es evidente que el todavía mandamás deportivo sevillista tiene ofertas de la Premier (Aston Villa y Tottenham, entre otras), un lugar donde le gustaría trabajar.
El divorcio es total. Y aunque se ha barajado, de una parte y otra, que el gaditano siga en el Sánchez-Pizjuán la próxima temporada si no se resuelve el asunto, parece evidente que la cuerda se romperá esta vez con una ruptura de contrato por las buenas o por las malas. Monchi cree que se ha ganado el crédito suficiente como para poder decidir su futuro, mientras en el Sevilla se piensa que no es el momento idóneo para que se vaya, con la planificación iniciada y tres fichajes (Gattoni, Pedrosa y Badé) ya completados de cara a la 2023-24.
En medio de esta guerra, una afición dividida y José Luis Mendilibar, que se marchó de vacaciones pero necesita alguien con el que ir planificando la próxima plantilla lo antes posible. El Sevilla busca ya un sustituto y ha hablado con varios candidatos. El favorito es Víctor Orta, que acaba de salir del Leeds y trabajó como mano derecha de Monchi desde 2006 a 2013.