Monchi, de mal en peor
El futuro no es halagüeño para el director deportivo ni para el Sevilla. Si sigue, y a expensas de la categoría donde milite, tendrá mucho menos dinero el año que viene.
La presentación de José Luis Mendilibar, el tercer técnico que el Sevilla tiene esta temporada, dejó significativas imágenes colaterales como la de un Monchi de mirada perdida. El director deportivo sabe que tanto el club como él pasan por un momento crítico que sólo pueden estabilizar (algo) los resultados, pero que será difícil que vaya a mucho mejor. Incluso asegurando la permanencia en Primera, Monchi debe decidir si se queda en una entidad que ha pagado y seguirá pagando bastante tiempo la desastrosa planificación de esta temporada.
Esa planificación y la del año anterior han dado como resultado una plantilla obligada a desprenderse de la mayoría de sus mejores valores (En-Nesyri y Bono, seguramente), que tiene muchas piezas devaluadas o demasiado veteranas y que necesitará el año que viene una remodelación para la que habrá bastante menos dinero. Con una deuda que se acercaba a los 100 millones de euros y muchos menos ingresos para la 2023-24 (si es en Segunda, muchísimo peor), el Sevilla deberá recortar al menos a la mitad su presupuesto de la próxima campaña. De los más de 240 millones, récord, de este año a una cifra que no superará en mucho los 100 millones.
Aunque ya ha cerrado al central argentino Lucas Gattoni, Monchi dispone ahora de poco margen de maniobra al no conocer la categoría en la que el equipo militará dentro de unos meses. Eso ata de pies y manos al antaño Rey Midas del fútbol mundial. Parte de la afición se pregunta: si este último verano trajo futbolistas como Marcao, Nianzou, Isco, Dolberg o Januzaj....¿Qué hará el año que viene con bastante menos dinero?. La incógnita, en la que se piensa por supuesto menos que en el descenso, también hace temblar al sevillismo, desesperanzado.
Días antes de que el Sevilla destituyera a Jorge Sampaoli, el director deportivo gaditano se abría en canal en los medios oficiales del club para reconocer que pasaba por “el momento de más sufrimiento” como director deportivo en Nervión. Han sido más de dos décadas, con el paréntesis de la Roma, en las que Monchi ha vivido del suficiente al sobresaliente, con 10 títulos y 20 finales de por medio, con casi una decena de clasificaciones para la Champions pero siempre sin que se apuntara a su figura; incluso en temporadas (alguna hubo) en las que el equipo se las vio y las deseó para quedar entre los 10 primeros. Hoy, igual que tanto dinero dilapidado, el de San Fernando agota a marchas forzadas lo que eran unas tremendas reservas de crédito.