Moldovan: el regreso más discreto
Eclipsado por la irrupción de Aarón, el meta cedido por el Atlético no encuentra en el Oviedo el lugar en el que asentarse en el fútbol español.
La espectacular irrupción esta temporada de un Aarón Escandell a la altura de los mejores porteros de Primera también tiene una víctima colateral: Horatiu Moldovan. El rumano, cedido por el Atlético el pasado verano, solo ha disputado un choque con el Oviedo, en la Copa, con batacazo incluido, y ve cómo sus opciones de asentarse en el fútbol español y de luchar por estar en el Mundial se van borrando de su horizonte. Regresa al Metropolitano un portero que nunca ha optado a asentarse en el Atleti y que en Oviedo no pasa por sus días más felices.
La llegada de Moldovan al Carlos Tartiere fue una operación necesaria el pasado verano para cubrir la meta carbayona en el regreso a Primera. La dirección deportiva confiaba en el buen hacer de Aarón, uno de los héroes del ascenso, pero rastrearon el mercado en busca de competencia por si la adaptación se hacía cuesta arriba.
La encontraron en una mano amiga, la del Atleti. La presencia de Veljko Paunovic como entrenador, al que le une una sincera amistad con Miguel Ángel Gil Marín desde su etapa como futbolista atlético, facilitó una cesión con la que los colchoneros esperaban que Moldovan siguiera creciendo como lo había hecho el curso anterior con el Sassuolo, campeón de la Serie B italiana.
Para el Oviedo la operación era ventajosa, sobre todo desde el punto de vista económico: con uno de los topes salariales más humildes no quería el club azul gastar mucho dinero en una posición que parecía a buen recaudo con Aarón.
Sin protagomismo
No lo tenía sencillo Moldovan, eso se sabía, pero la realidad ha sido aún más dura. Desde la pretemporada se percibió al rumano nervioso e inseguro bajo palos. A puertas de la primera jornada, nadie dudaba de que Aarón era el titular. La explosión bajo palos del valenciano no ha dado ninguna opción a un Moldovan que, además, ve peligrar otro de sus objetivos personales: afianzarse en la portería de la selección de Rumanía en su intento por estar en el Mundial. La selección se juega el pase a la cita del verano en las eliminatorias, pero Moldovan ha perdido en los últimos meses la vitola de titular con la que aterrizó en Oviedo. Su inactividad no ayuda a hacerle aspirar de verdad al puesto.
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Moldovan solo ha disputado un choque, el de Copa del Rey ante el Ourense. No fue su noche más sencilla: derrota 4-2 ante un rival dos escalones por debajo. Y, a pesar de todo, el meta, que detuvo un penalti que evitó el quinto gol gallego, fue de lo único salvable de una noche para olvidar. Pero su estatus no ha cambiado y hoy Moldovan regresa al Metropolitano en un discreto segundo plano, solo llamado a actuar por accidente.
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