Mista: “A Rubén Baraja yo le veo sufriendo, pero muy feliz”
El exjugador del Valencia y del Atlético, ahora comentarista, analiza para AS el choque de hoy en Mestalla. “La diferencia entre ambos clubes está en el sentimiento de la propiedad”, afirma.
Miguel Ángel Ferrer Martínez, Mista, (Caravaca de la Cruz, 1978) analiza para AS el choque de este sábado entre el Valencia y el Atlético. El exjugador de ambos equipos es actualmente comentarista de DAZN. El murciano disputó 191 partidos con la camiseta blanquinegra, mientras que jugó en 48 ocasiones con la elástica del Atlético. Además, fue técnico en las categorías inferiores de las dos entidades. Para Mista la principal diferencia en estos momentos entre ambos clubes está en “el sentimiento de la propiedad”.
¿Qué tal la vida del comentarista?
Me gusta. Estoy en contacto con mi vida, que es el fútbol, y mucho más cerca que en otras situaciones, porque puedes hablar con jugadores y entrenadores. Eso te reconforta.
¿No tiene mono de banquillo?
Estoy tranquilo ahora, no me planteo otra cosa.
¿Le cuesta hacer críticas?
Sí bueno… no es tanto criticar como dar tu punto de vista. Es cierto que se sufre, sobre todo cuando tienes amigos en vestuarios, pero tienes que tratar de ser objetivo en tu opinión, aunque sea contraria a lo que te dicta tu corazón.
¿Algún compañero le ha echado en cara una opinión?
Creo que los propios protagonistas entienden que, cuando las cosas no se hacen bien, tienes que dar una opinión negativa acerca de lo que está sucediendo, pero siempre tienes que tratar de ser objetivo.
¿Es el mundo del periodismo diferente a cómo lo veía desde fuera?
A ver, lo primero, yo no soy periodista. Pero no lo veo diferente, porque yo he tenido la fortuna de vivir otro periodismo u otra relación con el periodismo de la que hay ahora.
¿En qué sentido?
En mi época vivíamos más cercanos al entorno y eso te permitía conocerlo mejor. Tenías conocidos dentro de la profesión. Ellos te contaban, tú les contabas. Era otra manera de relacionarse.
“En mi época había cercanía con el periodista. El mundo virtual nos ha alejado mucho a la humanidad”
¿Hay poca empatía ahora?
No sé si empatía, que quizás también, pero creo que lo que falta es cercanía. El mundo virtual nos ha alejado mucho a la humanidad y, además, los clubes tienen sus propios departamentos de comunicación y lo que hacen muchas veces es proteger en exceso al jugador. Eso hace que el futbolista, en ocasiones, viva en una realidad diferente.
Pero en su época también había departamentos de comunicación que les protegían…
Sí, pero no nos aislaban. Nosotros mismos nos defendíamos con la prensa, porque os conocíamos y si tú habías dicho algo que no me había gustado o que pensaba que estabas equivocado, iba y te lo decía. Y al que no se lo decía era porque sabía quién era y era perder el tiempo. Todo era diferente. En mi época había rueda de prensa diaria. La Ciudad Deportiva no estaba bunkerizada como ahora. Había un contacto humano con los periodistas y los aficionados. Pero mira, la vida nos ha llevado a esto. Pero en esa evolución se ha perdido el contacto.
¿Esa cercanía, en qué os beneficiaba a los futbolistas?
Te humanizaba. Te hacía ver otra realidad. Esto es un trato entre personas. Los periodistas son personas, no son cuentas de Twitter. Le poníamos cara a la persona que hablaba sobre nosotros y si hacía falta, le pedías explicaciones. Pero no solo en ese trato más personal. Mira, leí al Cholo Simeone una vez decir que él quería que los periodistas entraran a ver su trabajo diario porque luego les resultaría más fácil hablar el fin de semana de lo que habían visto entre semana. Y eso es lo que debería pasar. O lo que pasaba y ayudaba. Porque cuando acercas al periodista a la información entiende por qué pasan las cosas. Antes ni los futbolistas veían a los periodistas como enemigos, hablo en general, ni los periodistas a los futbolistas como seres lejanos.
Un entrenador me dijo que él quería que estuviéramos en los entrenamientos porque así sus futbolistas se sentían observados por decenas de ojos y no solo los ocho o diez del cuerpo técnico....
Por supuesto. Cuando tú estás metido en un cuerpo técnico, tratas de exprimir todo. Y la presión de la prensa a veces es buena. Mira, Rafa (Benítez) decía que cuantas más opiniones diferentes tengas a tu alrededor, más posibilidad hay de que alguna te haga tener un punto de vista diferente en el que tú no habías caído. Todo eso te puede dar más información.
Hablando de entrenadores, ¿cómo ve a Rubén Baraja?
Lo veo sufriendo, pero feliz. Él lo ha dicho siempre. Su sueño era entrenar al Valencia y lo está haciendo. Él está encantado de poder estar ahí, con una enorme responsabilidad. Pero cada día que va a la Ciudad Deportiva o se sienta en el banquillo de Mestalla es otro sueño que se hace realidad. Estoy feliz porque veo que ha podido entrenar al equipo de su vida.
Lo que le conocéis sabíais que él no iba a tirar la toalla.
Para nada. Él lo ha dicho este verano varias veces. Él nunca ha pensado en dimitir ni historias así. Él está donde siempre había soñado entrenar. Ese es Rubén. Le pude hacer una entrevista en DAZN y nos dijo que después de jugar en el Valencia fue incapaz de vestir otra camiseta, así que imagínate lo que para él es estar en ese banquillo.
¿Qué tiene el Valencia o qué tenía vuestro Valencia que les enamoró tanto?
Es que lo que pudimos vivir con la afición fue… lo más. La comunión fue increíble y eso nos marcó de por vida con el club y con la ciudad. Esa generación que tuvimos la fortuna de coincidir en el Valencia, no olvidaremos Valencia jamás.
Este Valencia no es el mismo…
La afición sí. La afición no ha cambiado en absoluto. Y ella es el Valencia. El año pasado, cuando el equipo lo pasó mal y más le necesitaba, independientemente de lo que pasaba en los despachos, la afición no falló. Estuvo ahí. Pero desgraciadamente el Valencia es otro y lo veremos este fin de semana, porque el Valencia tendría que estar mirándose en el espejo del Atlético de Madrid… Y es todo lo contrario, por eso hay tristeza.
En vuestra época era el Atlético se miraba en el espejo del Valencia.
El Valencia y el Atlético son los dos últimos equipos que han ganado la Liga más allá del Real Madrid y el Barcelona. Ningún otro club en muchos años ha sido campeón. Te da pena ver al Valencia lejos de dónde debería estar. El Atlético sí está ahí, claro.
¿Le ve candidato al título?
Totalmente. Y yo creo que Simeone también. Él dice que no por quitar presión a sus jugadores. Pero por la plantilla que tiene, el club y por él, el Atlético siempre es candidato al título. O al menos desde que está Simeone.
¿Lo de Simeone le sorprende o ya ha dejado de hacerlo?
Me sorprende, mucho. Tiene mucho mérito y no hay que olvidarlo. Vivimos en una sociedad en la que te cansas de todo rápido. Él no solo sigue ahí, sino que ha sido capaz de reinventarse, que es muy complicado y tiene mucho valor. Nos acordamos de un Atlético rocoso, un equipo difícil de batir, pero ese estilo ha evolucionado y la tipología de futbolistas a los que ficha, también. Al Atlético actual no le cuesta tener el balón, incluso quiere la posesión. Eso era impensable con el Cholo de hace unos años y eso, para mí, tiene mucho mérito.
¿Lo del Valencia tiene solución?
Sí, la tiene. Pero los que tienen que dar esa solución no sé si se han dado cuenta del camino a seguir.
¿Y qué camino es?
Sencillo. Es fútbol. Invertir y fichar buenos jugadores. Y en Valencia, por la idiosincrasia del club, hacer partícipe a la sociedad valenciana.
Al Atlético le ve peleando por el título, ¿al Valencia?
Ya lo dijo la presidenta. El objetivo del Valencia es la permanencia. Pero a ver, sinceramente, no sé cuál es su objetivo real, porque los chicos están dando un rendimiento espectacular y, hoy en día, el Valencia es una incógnita porque depende de cómo evolucione su crecimiento. Lo que está claro es que nadie quiere llevar ese miedo por la permanencia hasta el final y quizás por eso se han guardado un poco las formas diciendo que el objetivo es la salvación.
¿A varios de los chavales de Baraja le conoce bien?
Sí. Yo tuve en el juvenil del Valencia a Jesús Vázquez, Fran Pérez, Pablo Gonzálbez y a Rivero.
¿Ya les veía esa proyección?
Se les ve, se les ve. Lo que me da rabia es que solo se cuente con la cantera cuando son momentos de dificultad como ésta. Mira Javi Guerra. Seguro que ese chico estaba preparado mucho antes. Pero en general, no solo en el Valencia, a las canteras solo se les mira cuando estás con el agua al cuello. La cantera del Valencia no tiene nada que envidiar a otra. De verdad, a ninguna.
¿Entiendo que para usted la juventud de la plantilla no es un problema?
No. Lo es la falta de paciencia que pueda haber con ellos. Ese es el problema muchas veces. Lo que ha sucedido este año no es lo normal. Tú tienes que contar con la cantera, sí, pero en un proceso más normal. Hay que tener una evolución. No es normal que de la noche a la mañana subas al primer equipo y juegues 15 partidos. El que está preparado, lo está. Pero hay que tener paciencia y no urgencias.
Usted como canteranos lo tuvo claro, menuda lio en el Real Madrid para irte al Tenerife.
(Ríe) Bueno. Son decisiones que uno toma. Entendí que mi etapa allí había terminado y no me parecía justo lo que me pedían para que pudiera irme al Tenerife. Pero yo pensaba en mi formación. A mí jugar dos años en Segunda me vino muy bien. Me sirvió para venir al Valencia con Rafa (Benítez), aunque aquí estuviera tres meses en el banquillo. De hecho, mi camino es un poco el que tiene que ser para los chicos que suben de abajo arriba. Lo que ha pasado con los chavales del Valencia ha sido una grata sorpresa, ojalá haya muchos más, de hecho, seguro que los hay porque es una gran cantera, pero hay que reconocer que no es lo normal.
De su Valencia a su Atlético, ¿en qué le marcó su etapa de rojiblanco?
Es un club grandísimo. Pero sobre todo me marcó porque de puertas hacia dentro es una familia. Después de colgar las botas, he tenido después relación con ellos, porque cuando compraron la franquicia en Canadá me llamaron. Y te das cuenta que el núcleo duro del Atlético de Madrid es el mismo ahora que cuando yo era jugador. Es gente que te trata con respeto, con cariño y cuando ves gente que ama a un club, más allá de su grandeza, que lo trata con tanto mimo, es algo maravilloso.
¿Cuál es la principal diferencia entre el Valencia y el Atlético?
Históricamente se parecen mucho. Son dos grandes clubes, con grandes aficiones. Hoy la diferencia está en el sentimiento de la propiedad, que es la clave. La propiedad del Atlético quiere hacerlo grande, el dueño del Valencia tiene poca idea de lo que es el Valencia.