Minsu, un rayo de luz surcoreano en la oscuridad
Las numerosas lesiones han abierto la puerta del primer equipo al talentoso surcoreano
Corría el minuto 72 cuando, en un intento de remontar o por lo menos igualar el partido, Míchel dio entrada a Min-su Kim, conocido como Minsu. Este fue el debut en partido oficial del surcoreano con la camiseta del Girona, un futbolista desconocido para el gran público, pero no para aquellos que siguen el día a día del Girona y del fútbol base catalán. Pese a que Minsu ya jugó en pretemporada a las órdenes de Míchel, no ha sido hasta esta jornada, con el primer equipo repleto de lesiones, cuando ha debutado en partido oficial. Y no tiene pinta de que vayan a ser sus últimos minutos. Por lo pronto hoy ya no jugará con el filial y se quedará, al menos esta semana, en dinámica del primer equipo para viajar hasta Las Palmas en el siguiente compromiso de los rojiblancos.
Minsu es, a día de hoy, seguramente el jugador con una mayor proyección en la cantera del Girona. Este título lo ostentaba hasta hace un par de meses Iker Almena, pero se marchó a Arabia Saudí seducido por una oferta económica difícil de rechazar. Y el surcoreano ha recogido el testigo. Con tres goles con el filial, eso sí en tercera RFEF, está dando de qué hablar en Girona. Pero la actuación que lo ha catapultado hasta el primer equipo fue el partido de la Youth League contra el Feyenoord. No solo fue el mejor jugador del encuentro, y clave en la victoria, sino que demostró que tiene madera de futbolista profesional.
Pese a que Míchel le colocó por banda, Minsu es más un mediapunta, un diez, que sin embargo puede moverse por todo el frente de ataque. Un jugador polivalente, de los que gustan al técnico, que ya habló muy bien de él tras el partido: “Ha estado bien. Es un jugador con mucha energía y capacidad en el uno contra uno. No jugó en su mejor posición, él es más mediapunta, pero tienen capacidad de disparo. Tenemos muchas expectativas puestas en él”, explicó.
Pero una cosa es aparecer en el primer equipo y otra, muy distinta, consolidarse. Y eso lo tiene más difícil a sus 18 años. No porque le falte calidad, sino porque la del Girona es una plantilla larga, sólida, con todas las posiciones cubiertas. Las plaga de bajas que sufre el equipo le ha abierto la puerta del once, pero cuando Míchel vaya recuperando jugadores tendrá mucho más difícil gozar de oportunidades.
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