Mimos para Huijsen
El central, con pocas posibilidades de llegar al partido contra el Girona por sus molestias en la rodilla, tendrá un parón para reencontrarse.


La casi segura ausencia de Dean Huijsen (20 años) para el próximo duelo liguero frente al Girona llega en un momento tan delicado como oportuno. El joven central del Real Madrid afronta un parón que, más allá de lo estrictamente médico, puede convertirse en un punto de inflexión. Un espacio necesario para reflexionar, resetearse y reconectar con la solidez que exhibió desde su llegada a Chamartín.
El ex del Bournemouth irrumpió con fuerza en la dinámica del equipo desde que le ficharon para el pasado Mundial de Clubes de verano. Su rendimiento, inmediato y fiable, convenció de tal manera al cuerpo técnico que Xabi Alonso lo convirtió en un futbolista prácticamente insustituible. Lo jugaba todo. Lo hacía casi todo bien. Y solo las lesiones han sido capaces de frenar su meteórica consolidación.
Sin embargo, ese sobreesfuerzo competitivo -sobre todo para un jugador que no estaba habituado a semejante carga de minutos- ha pasado factura. Aunque fue convocado en los dos últimos parones por la Selección Española, en ambos tuvo que regresar antes de tiempo a Valdebebas debido a molestias musculares, sin llegar a disputar un solo minuto con el combinado español. La Federación y Luis de la Fuente optaron por la prudencia. Mimaron al futbolista. Y ahora ese papel protector recae sobre el Real Madrid.
El problema no radica únicamente en las lesiones en sí, sino en la reincidencia. Cada vez que Huijsen ha regresado al césped, no ha podido encontrar la continuidad necesaria y ha terminado por recaer. La última contrariedad llegó justo en la víspera del choque de Champions ante el Olympiacos (por una lesión leve en la rodilla), pese a que venía de firmar un gol en el encuentro anterior frente al Elche. Una muestra de que el talento está ahí. Latente. Pero sin posibilidad de desplegarse con regularidad.
A ello se suman unas actuaciones recientes que generaron debate dentro del entorno madridista. Mientras algunos veían en él un futuro indiscutible, otros comenzaron a señalar cierto bajón en su rendimiento. Incluso, para parte de la crítica, Huijsen llegó a estar bajo la lupa, condicionado por la exigencia extrema del club blanco.
No obstante, en el Madrid nadie duda acerca de su potencial. En los despachos y en el vestuario se considera que Huijsen es una pieza clave para construir el eje de la defensa del futuro. Su jerarquía natural, su capacidad de anticipación y su aplomo para sacar el balón jugado lo convierten en un proyecto de central dominante.
Este parón, por tanto, se presenta como una oportunidad. Un tiempo para sanar, sí, pero también para reencontrarse. Para que el internacional español regrese al 100% y vuelva a ser el defensor en el que Xabi Alonso confía y en el que la afición merengue deposita parte de sus esperanzas. Porque el futuro de la zaga blanca tiene, en buena medida, el nombre de Dean Huijsen escrito en él.
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