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Miguel Rodríguez se queda

La estrategia del Celta con el canterano ha cambiado radicalmente tras la salida del club de Juan Carlos Calero. Garcés y Benítez apuestan por la continuidad del atacante en la plantilla.

El delantero del Celta de Vigo Miguel Rodríguez disputa un balón ante Iker Seguin, delantero del Amorebieta durante el partido de dieciseisavos de final de la Copa del Rey que disputaron Amorebieta y el conjunto vigués este domingo en el Campo Municipal de Urritxe.
Luis TejidoEFE

La Copa del Rey no va a ser el último servicio de Miguel Rodríguez al Celta esta temporada. El canterano, estelar ayer contra el Amorebieta, no va a salir cedido en este mercado de invierno. Aunque un préstamo era la opción que manejaba el club hasta hace unas semanas, la marcha del coordinador deportivo Juan Carlos Calero ha provocado un cambio radical en la estrategia. Marco Garcés, el nuevo director de fútbol, apuesta por blindar al atacante y su opinión coincide con la de Rafa Benítez, quien le busca más espacio en sus planes para que sea importante.

Desde que el técnico madrileño llegó a Vigo, ha sido el gran valedor de Miguel. El futbolista redondelano, de 20 años, renovó el pasado mes de agosto su contrato con el Celta hasta el 2028. La cláusula de rescisión pasó a situarse en los 50 millones de euros. Su rendimiento en la pretemporada convenció a Benítez, pero el cambio de sistema aplicado en la segunda jornada no le favoreció, ni tampoco la metamorfosis de Óscar Mingueza, de lateral a centrocampista de banda.

Ante la falta de minutos de una de las perlas de su cantera, el club empezó a valorar la posibilidad de un cambio de aires en enero. Esa tesis la defendía Calero. El enlace de Luís Campos en el Celta empezó a empujar para que se concretara ese movimiento y a hablar con pretendientes que buscaban la cesión del extremo. Lo puso en el mercado y las propuesta no tardaron en llegar.

Meses duros

La despedida del 2023 no resultó nada sencilla para Miguel. A la incertidumbre sobre su futuro se sumó un día a día duro de digerir. En los entrenamientos le tocaba ocupar la posición de lateral derecho y no se cambiaba junto a sus compañeros de la primera plantilla, sino en el vestuario del filial.

Esa situación vivida durante meses ha cambiado tras la salida de Calero y la llegada de Garcés. El mexicano apuesta por la cantera como pilar del proyecto y esa filosofía la ha empezado a llevarla a la práctica en casos como el de Miguel. El nuevo director de fútbol ha desestimado la idea de que el jugador de Redondela busque minutos fuera de Vigo hasta el final de temporada, una decisión que ha tomado yendo de la mano de Benítez.

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