REAL MADRID-CELTA | MIGUEL BAEZA
Miguel Baeza: “Cuando te pones la camiseta del Madrid te enfrentas a lo bueno y lo malo del éxito”
Miguel Baeza ha cumplido su objetivo con su cesión en el Rio Ave portugués, jugar. Horas antes del Madrid-Celta atiende a AS para analizar un duelo muy especial para él.
Tras ser uno de los canteranos más destacados de Raúl en el Castilla, Miguel Baeza (Córdoba, 23 años) dio el salto a Primera. “ Lo recuerdo perfectamente. Me llamó mi agente a la hora de comer y me dijo que me quería el Celta de Vigo. Hubo tres segundos que no contesté, pensaba que estaba bromeando...”, reconoce en AS nuestro protagonista, en una conversación donde no elude ningún tema. Ahora, en su cesión en el Rio Ave portugués, ha encontrado aquello que en Vigo no aparecía con regularidad, oportunidades. “Estoy jugando, que es lo más importante”. Y le motiva que a su vuelta al equipo celeste esté Carlos Carvalhal, sobre quien le “han hablado maravillas en el Rio Ave”, pues el portugués pasó por el banquillo de Vila do Conde en la 2019-20. Aunque este sábado, Miguel tendrá un ojo en el Santiago Bernabéu.
Su Celta visita el club que le vio crecer, un Real Madrid donde coqueteó con el debut tras ser una de las piezas claves del primer Castilla de Raúl (9 goles y 4 asistencias en 26 partidos en la 2019-20). “Creo que le gustaba a Zidane, hacía las cosas bien, los compañeros estaban a gusto y me queda esa espinita”, señala. A Raúl le define con una palabra, “exigencia” y destaca a Isco como el futbolista que más le sorprendió cuando comenzaba a aparecer en los entrenamientos con los mayores: “Isco hacía cosas con una facilidad... caños, goles por la escuadra…”. Además, el de Arroyo de la Miel le regaló un consejo que guarda a buen recaudo en su memoria: “Siéntete libre y juega como tú sabes”. Miguel también descubre a su ídolo, Cristiano Ronaldo. “De pequeño me compraba sus botas y camisetas, creía que me hacían más rápido y fuerte”, apunta entre risas en un cuestionario final donde es más Miguel que Baeza.
¿Cómo le va por Portugal? ¿Tiene ya controlado el idioma?
En Portugal muy bien, ya adaptado. Fue un cambio grande pero muy contento y a seguir. El idioma era lo que más temía, yo me entero de todo, pero en cosas que no son futbol todavía me pierdo. El portugués es muy similar al español. El oído se termina haciendo y se lleva bien.
¿Qué le hizo decantarse por la oferta del Rio Ave?
La liga principalmente, es muy buena para crecer para un futbolista español. O para crecer en ella o para dar el salto a otra liga. Tuve mucho miedo por salir a otro país, otro idioma, pero todo ha ido bien. La valoración es muy positiva. Estoy jugando, que es lo importante.
¿Cómo es la vida de un futbolista cedido? ¿Tiene al Celta muy encima?
No están encima. Hablan conmigo, pero no para presionarme. Sabes que te ven, que están atentos, pero cuando te ceden estás pendiente de tu nuevo club, de completar sus objetivos. Cuando sales estás en el club al que te ceden, ya cuando acabe la temporada, Dios dirá.
¿Fue importante para usted que no quisiera el Celta incluir opción de compra en el acuerdo de cesión?
Claro, eso genera confianza. Este año ha tocado aquí, estoy centrado en hacer las cosas bien. Y a partir de que el equipo se salve pues veremos, volveremos al celta, y veremos qué pasa.
Se encontrará un técnico nuevo. ¿Le motiva?
Es motivador. Mi situación con el entrenador anterior no era muy buena (Coudet), porque no tenía los minutos que quería… Con Carvalhal tengo muchas ganas de llegar, conocer al cuerpo técnico e intentar impresionarles. Me han hablado maravillas de él en Rio Ave de su etapa aquí.
Se avecina un partido especial para usted. ¿Puede beneficiar al Celta que el Madrid esté con la mente en otras competiciones?
Bueno, sabemos que los equipos que están siempre arriba suman a lo largo de la temporada muchísimos partidos y están centrados en muchas competiciones, como es el caso del Madrid ahora. Yo creo que el Celta tiene que centrarse en llegar allí, intentar hacer su juego y salir con los tres puntos. Está claro que ellos tienen mucho nivel y no va a hacer fácil. Pero el Celta también tiene mucho potencial arriba y yo creo que se va a dar bien.
¿Puede ser la última oportunidad para engancharse a la zona alta?
El Celta está haciendo las cosas muy bien. Es cierto que viene de perder en casa contra el Mallorca, pero quitando ese partido, llevaba una dinámica muy buena de sumar puntos. Y ahora contra el Madrid yo creo que es una oportunidad fantástica para sacar algo positivo y poder seguir mirando hacia arriba.
El Real Madrid también viene en buena dinámica...
En los dos partidos contra el Chelsea vi a un Madrid muy comprometido, sobre todo en defensa. En la vuelta, allí en Londres, sufrieron porque tenían en frente a un gran equipo. No podemos olvidar que hace poco ganador la Champions. Pero es lo que tiene el Madrid: muchas veces sufre y le crean ocasiones, pero tiene jugadores de muchísimo nivel y talento y a la más mínima te crean peligro y vienen los goles.
Usted ya jugó ese partido en la 2020-21.
Sí, en el Di Stéfano. No me lo creía. Yo estaba en el Madrid e iba a entrenar con ellos de vez en cuando. Aunque los magnificas, los ves un poco más a tu altura, pero otra cosa es competir contra ellos. Cuando llegué y vi el Di Stéfano, que era mi estadio en el Castilla (el Madrid utilizó el estadio del filial mientras se jugó sin público durante la pandema)... Me tocó entrar en la segunda parte. ¡Hasta tuve una ocasión! Me la quitó Nacho. Fue una experiencia única.
“Cuando llegué y vi el Di Stéfano... Entré en la segunda parte. ¡Hasta tuve una ocasión! Me la quitó Nacho”
¿Lo hubiera celebrado?
No. Soy sincero, yo no me beso el escudo y ese tipo de cosas. He estado en Madrid, en el Celta, en el Rio Ave, pero en el mundo del futbol nunca se sabe. Pero no lo hubiera celebrado. El Madrid me lo dio todo desde los 12 hasta los 20 años.
¿Le dio vértigo salir del Madrid?
Sí, pero los trenes pasan y tomé la decisión. Tanto mi agente, mi familia como yo pensamos que sería un escalón más. Recuerdo perfectamente el momento. Me llamó mi agente, me dijo que me quería el Celta y hubo tres segundos que no contesté, pensaba que estaba bromeando. Poco a poco te acostumbras, llegas al vestuario... Asumes que es tu equipo.
Y eso le hace perderse la Youth League que ganaría el Madrid con Raúl al frente.
Sí, nosotros jugamos la fase de grupos y yo era uno de los que bajaba para ayudar a los juveniles en su momento. La estábamos disputando con Poyatos y el equipo se clasifica. Se para todo por la pandemia. Y después, cuando se reanuda, el Madrid nos llama para preparar la Youth. Ahí es cuando ocurre eso, cuando me estoy preparando.
¿Qué le dijo Raúl? ¿No le pidió que echara el freno un poco?
(Risas) Era mi entrenador en el Castilla (y también entrenó al Juvenil A en la Youth) y fue el primero con el que hablé. Me dijo que aprovechase la oportunidad y que le daba pena, pero que tenía que aceptar. Que ojalá me viese brillar en el Celta.
Ahora tiene arriba al Castilla. ¿Cómo le definiría?
Te lo describo en una palabra: exigente. Raúl saca el máximo de sus jugadores, desde que empiezas hasta que acabas el entreno no te da un respiro. En los rondos, por ejemplo, si veía que no había ritmo, te mandaba a correr… A la vez es cercano, no es para nada frío en el trato.
“Describo a Raúl con una palabra: exigente. En los rondos, si no había ritmo, te mandaba a correr...”
¿Sigue al Castilla?
Sí y me fascina, porque no es fácil. Veo mucho nivel, es difícil estar donde están.
Usted lo ha vivido desde dentro. La elevada expectativa a pesar de ser chicos de 20 años contra jugadores mucho más veteranos.
Totalmente, pero el club vive de la exigencia. A nosotros nos gusta eso. Ponerte la camiseta del Real Madrid te exige ganar y estar arriba. Todo tiene un precio.
En el primer equipo se potencia. ¿Entiende que se dude de Modric, Kroos, del propio Ancelotti...?
Yo no dudaría ni un segundo, pero cuando te pones la camiseta del Madrid te enfrentas a lo bueno del éxito, pero también a la parte negativa. El Madrid te exige no poder tener un partido malo y puede ser un arma de doble filo. Yo no dudaría, porque de 100 partidos te hacen 98 buenos, pero el Madrid y la afición es lo que tiene, no te permiten relajarte ni un partido.
En su última etapa en el Castilla probó las mieles del primer equipo, ¿cómo se vive ese salto?
Es un trago. En el buen sentido, claro. Estás con chavales de tu edad en el día a día y de repente te dicen que vas con el primer equipo. Mucha ilusión y mucho respeto de cara a ellos. Modric, Benzema… Cuando empiezas a entrenar se te pasa un poco el nervio. Ya vas entrando en el grupo y estás más cómodo.
Y también se encuentra a Zidane.
Si, y muy bien con él. Es diferente de Raúl. Es más callado, más pausado, más tranquilo… Pero le tenemos mucho respeto.
¿Hubo alguien del primer equipo que le sorprendiera futbolísticamente?
Isco. En los juegos reducidos, en posesiones, te hacia unas cosas con una facilidad... Caños, goles por la escuadra… Kroos y Modricno fallan pases, Benzema... Te hacen hacerlo fácil. Todo fluye. Tú puedes dar un mal pase y ellos hacerlo bueno.
“Isco hacía una cosas con una facilidad... Caños, goles por la escuadra...”
¿Y en lo personal?
Los españoles eran más cercanos: Carvajal, Nacho, Ramos, Lucas, Isco... Valverde, también Marcelo, que era muy bromista y eso te hace coger confianza.
¿Recuerda algún consejo en especial que le dieran?
De Isco, me decía que yo saliese y disfrutase sin pensar en nada más, que tenía mucha calidad. “Siéntete libre y juega como tú sabes”.
¿Le sorprende entonces la situación de Isco?
Sinceramente, lo que me impresiona es el fútbol. Nunca sabes lo que puede pasar...
Me hablaba antes de Valverde. ¿Ya se veía que podía evolucionar de esas manera?
No me sorprende. Tiene un talento y un físico que parece que muchas veces ni se esfuerce (risas). Me gusta mucho. No tiene problema de adaptarse a cualquier posición.
¿Ya tenía ese disparo?
Siempre ha tenido un golpeo exquisito de larga distancia. Esta temporada está siendo un poco más valiente y agresivo de cara a portería y eso se ve reflejado en los goles que lleva.
“Creo que le gustaba a Zidane, hacía las cosas bien y los compañeros estaban a gusto y he tenido esa espinita”
¿Llegó a ver cerca su debut con el primer equipo?
Sí, creo que le gustaba a Zidane, hacía las cosas bien y los compañeros estaban a gusto y he tenido esa espinita. Por lo menos ir convocado.
¿Se sentía preparado?
Sin duda. Luego tendría mis nervios, es normal, pero sí. Cuando ve que no fallas, que vas marcando goles...
¿Es complicado ese limbo entre el Castilla y el primer equipo?
Soy una persona que se centra en lo que tiene. Ahora estoy en Rio Ave y estoy centrado en esto. Cuando estaba en Castilla pues en el Castilla. Si tocaba primer equipo, pues centrado en el primer equipo. No hay otra manera. Si no te centras de verdad en tu equipo, no tienes oportunidad de que te llame otro.
¿Siente que hay pocas oportunidades para la cantera?
Sí, pero porque el Madrid es el mejor club del mundo, están los mejores. Los canteranos no están mal preparados, pero es un salto muy grande. Lo veo complicado, no imposible.
¿Dónde se siente más cómo jugando?
Soy un jugador al que le gusta mucho tener el balón. Con el Castilla empecé de mediapunta en el lado derecho, antes de acabar la temporada empecé jugando de extremo derecho, pero metiéndome por dentro. Me gusta mucho estar en contacto con el balón. Aquí, al jugar con defensa de cinco, la posición en la que me está haciendo jugar el míster es más extremo pero entrando hacia dentro. Me gusta la posición de ocho, porque creo que tengo buena capacidad de llegada. Me gusta asociarme con mis compañeros y estar en contacto con la pelota
¿Qué diferencias encuentra entre el Miguel que dejó Vigo y el que volverá en verano?
Yo creo que he madurado como futbolista, he mejorado mis registros. La liga portuguesa es más física que la española. Mejoré defensivamente, he aportado a este equipo mi capacidad de asociarme... Y he logrado madurar como jugador. Salir fuera y jugar te coloca en situaciones comprometidas del juego.
De Baeza a Miguel
Para cerrar, vamos con un test rápido para conocer algún detalle más en profundidad...
¿De donde viene su amor por el fútbol?
Mi padre de pequeño jugó. Y antes vivía en una casita, a la espalda había dos árboles y mi padre se ponía de portero y yo le chutaba una y otra vez. Ya con cinco años me preguntó que si quería jugar y le dije que sí. Empecé en el Séneca y hasta ahora.
¿Qué hubieras sido si no hubieras sido futbolista?
Preparador físico o nutricionista.
¿Cómo mata su tiempo libre?
Viendo series, películas, leyendo… Me gustan los libros de intriga. Hace poco me regalaron uno: ‘El día en que se perdió el amor’, de Javier Castillo. Está muy bien.
¿Tiene algún ritual antes de entrar al campo?
Poca cosa. Bueno... entrar con la pierna izquierda, no pisar las líneas…
¿Cuá es su serie favorita?
La Casa de Papel y la primera temporada de Prison Break.
¿Quién es su mejor amigo en el futbol?
Umm, Javier Llario, coincidí con él en la residencia de Madrid.
“Mi ídolo era Cristiano Ronaldo. De pequeño me compraba sus botas y camisetas, me creía más rápido y más fuerte”
¿Tenía algún ídolo de infancia?
Cristiano Ronaldo. Lo pude conocer en persona, porque en la residencia del Madrid, el que mejor nota sacaba le daban como premio ver un entrenamiento del primer equipo y le di la mano. Yo de pequeño me compraba sus botas y sus camisetas, me creía más rápido y más fuerte (risas).
¿Es buen estudiante entonces?
Sí, muy aplicado y buen estudiante.
¿Ha estudiado alguna carrera o tiene pensado hacerlo?
Empecé Ciencias del deporte en la Camilo José Cela, pero al entrenar por la mañana me perdía las clases de la mañana. Me equivoqué porque seleccioné todas las asignaturas del año. Y a mí me gusta llevar todo perfecto. Terminé saturado y me agobié. Hice primero de carrera y lo dejé, pero quisiera retomarlo.
¿Su mejor recuerdo?
Mi gol en Primera División. Con el Celta contra el Granada.
¿Y el más amargo?
Pues por suerte, no hay que recuerde ahora mismo.
Por último, ¿anécdota más extraña que le haya ocurrido en el mundo del fútbol?
Cuando llegué al Río Ave. Te suelen poner a cantar o bailar… Yo soy extrovertido, pero también vergonzoso. No recuerdo que canción era, puse YouTube y la que salió (risas).