Míchel se debate entre la prudencia y la revolución
Con toda la plantilla disponible por primera vez, podría alinear ante el Celta un equipo plagado de jugadores que no estaban la temporada pasada


Tras cerrar el mercado y el parón de selecciones, Míchel ya tiene a su disposición a la plantilla con la que deberá competir por lo menos hasta enero. Una bendición para el técnico y para el Girona, que ante el Sevilla, en la tercera derrota consecutiva, no disponía ni mucho menos de todos los recursos necesarios. Llegaron Ounahi, Vanat, Bryan Gil y Livakovic al tiempo que salió Dawda y ahora la duda recae sobre Míchel: puede mantener un once similar al que disputó el último partido o puede optar por una revolución.
Hay, de hecho, argumentos en los dos sentidos. El primero, que invita a la prudencia, son los pocos entrenamientos que han realizado los últimos fichajes. Ounahi conoció a sus compañeros antes del partón (se ejercitó una vez) pero Livakovic y Vanat no lo han hecho hasta esta semana. Internacionales los tres, se marcharon con sus selecciones. Eso implica que cuando llegue el partido el domingo llevarán entre tres y cuatro entrenamientos con sus compañeros, por lo que parece precipitado alinearles de inicio. Irán citados, están todos disponibles, pero está por ver si serán titulares.
También hay, sin embargo, argumentos para una revolución en el once. El primero, evidente, es que hasta ahora el equipo no ha sacado buenos resultados. El Girona es colista y no ha sumado ni un punto, una situación que no puede alargarse en el tiempo sin convertirse en un problema mayúsculo. El segundo, que muchos de los nuevos serán, sobre el papel, titulares. El caso más claro es el de Vanat, la gran apuesta del verano, que debería ser el nueve titular del Girona esta temporada. Bryan Gil conoce a la perfección al club y al equipo, y Míchel a él evidentemente, pero lleva mucho tiempo parado y difícilmente empezará en el once. Ounahi ha realizado una pretemporada atípica con el Olympique pero ha jugado con la selección marroquí mientras que Livakovic está listo para ser titular. Míchel debe decidir si a Gazzaniga se le ha acabado el crédito o todavía sigue siendo quien defienda la meta del Girona.
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Así pues, por primera vez esta temporada, el Míchel podría alinear un once en Balaídos con más presencia de fichajes que de jugadores que ya estaban en el club. De entrada Vitor Reis y Álex Moreno seguirán casi con total seguridad en el once, mientras que Lemar y Witsel tienen números de hacerlo también. Si se le suma la presencia de Joel Roca, que tampoco estaba la temporada pasada, y la inclusión de alguno de los nuevos (Vanat o Livakovic por ejemplo) el Girona completará una metamorfosis respecto al equipo que terminó, mal, la temporada pasada.
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