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Mestalla y el Valencia inspiran al Pablo Fornals más organizador

El castellonense, al que Pellegrini baraja como mediocentro en el coliseo che, hizo allí un doblete jugando en ese puesto con el Málaga.

Fornals celebra uno de los goles de aquel doblete al Valencia en Mestalla.
David RamosGetty Images

Manuel Pellegrini busca candidatos para un centro del campo diezmado por las bajas, con Carvalho, Roca, Isco y Cardoso de baja. De momento, el entrenador argentino tendrá que improvisar una solución ante el Valencia el próximo sábado. Los canteranos Mateo Flores y Carlos Guirao opositan al puesto como sustitutos más naturales, pero lo normal es que Giovani Lo Celso o Pablo Fornals acompañen a Sergi Altimira en la sala de máquinas. Aunque en los últimos tiempos actúen más cerca del área contraria, tanto el argentino como el castellonense se han desenvuelto como organizadores en el pasado.

Y Fornals lo hizo bastantes veces durante su alumbramiento a la elite, cuando militaba en el Málaga. Nada menos que 15 veces ocupó Pablo el doble pivote en La Rosaleda, a las órdenes de Juande Ramos, durante la 2016-17. Fue precisamente en Mestalla donde obtuvo el cum laude en esa posición, sobre todo por su capacidad de llegada al área para sorprender desde lugares más retrasados. Allí, en el coliseo de la Avenida de Suecia, consiguió el 4 de diciembre de 2016 uno de los pocos dobletes de su carrera deportiva.

Aquella noche en que se celebraba la 14º jornada de LaLiga el castellonense inauguró el marcador ante el Valencia del italiano Cesare Prandelli muy pronto, a los tres minutos. Empalmó un balón caído del cielo y su latigazo desde la frontal del área batió a Diego Alves. Golazo total. Rodrigo Moreno y Medrán conseguirían remontar el marcador para los locales antes de que terminara la primera mitad, pero todavía quedaba un segundo tanto del ahora futbolista verdiblanco.

Éste llegó en el descuento del partido, minuto 93. El exsevillista Youssef En-Nesyri intentó un control dentro del área y dejó el balón muerto para que Fornals fusilara el 2-2 definitivo. Y todo, después del que las crónicas señalan como un encuentro muy completo para un centrocampista que apenas tenía entonces 20 años y, de hecho, portaba aún el dorsal número 31, perteneciente al filial malaguista. Esa temporada la acabó con seis tantos y dos asistencias que le valieron para que el Villarreal abonara al club de La Rosaleda su cláusula de rescisión de 12 millones de euros.

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