Mendilibar recorta sus alas
El técnico vive su primera derrota en el Sevilla y reajusta las miras de su equipo en este tramo final. Ante el Girona no encontró la eficacia de duelos recientes.
Sólo hay un pequeño suspiro entre ser un aspirante a Europa o un candidato a garantizar la permanencia. El Sevilla vive entre dos aguas y su caída ante el Girona dificulta algo más que el primero de los desafíos pueda alcanzarse. Mendilibar vino para sacar al conjunto hispalense de la zona peligrosa y lo reiteró ayer tras el 0-2 sufrido en el Sánchez-Pizjuán. Se trata del primer revés del técnico en Nervión. Cinco victorias y dos empates después. Nadie puede minimizar sus méritos hasta el momento. Pero el vasco recortó sus alas en esta cita que dificulta más el dar ese salto casi imposible a la zona de privilegio.
Y Mendilibar encontró sobre el césped muchas de las respuestas positivas que había cazado en duelos anteriores. Este Sevilla tiene su sello: la actitud competitiva es innegociable y la verticalidad está en escena siempre. Pero sufre cuando no tiene el marcador a favor y debe emprender más riesgos. En su once, entraron algunos menos habituales como Montiel o Papu Gómez, pero fue sobre todo la falta de pegada la que condenó a una derrota que eleva algunas dudas a lo que parecía un proyecto repleto de fiabilidad.
¿Qué hay a partir de ahora? Mendilibar lo tiene claro. Antes sólo pensaba en el Girona y ahora sólo piensa en el Espanyol. Ni la hipotética lucha europea ni la eliminatoria ante la Juventus resultan puntos prioritarios en este contexto. El plantel está convencido de seguir compitiendo con el mismo sello hasta el final en cada uno de sus partidos. Y el técnico pretende demostrar que su gran racha inicial no es ninguna casualidad y que su principal desafío sigue siendo sumar lo antes posible la cantidad de puntos necesaria para respirar de forma definitiva. Tras ello, sí se abriría otra puerta hacia nuevos desafíos.