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SEVILLA

Mendilibar, el señor Lobo del Sevilla

El técnico cogió al equipo a dos puntos del descenso y tras tres partidos la distancia con el peligro ha aumentado a ocho más el goal average.

Jose Luis Mendilibar.
PETER POWELLEFE

Como si del personaje de ‘Pulp Fiction’ interpretado por Harvey Keitel se tratara, José Luis Mendilibar se ha convertido en algo parecido al señor Lobo para el Sevilla. “Soluciono problemas”, decía el mencionado personaje cuando Tarantino requería de sus servicios y eso ha hecho Mendilibar en Nervión. En la película, el problema era limpiar los restos de un cadáver. En la realidad, evitar el descenso de un Sevilla que olía, y mucho, a cadáver.

Dos puntos separaban al Sevilla del descenso cuando Mendilibar se estrenó visitando al Cádiz. Tres jornadas después, con dos victorias y un empate, el descenso está a ocho puntos y, además, se le tiene el goal average ganado al equipo que marca la pérdida de categoría, el Valencia. Por si fuera poco, el jueves se dirime la vuelta de la eliminatoria europea contra el United, a la que se llega empatado. Tras el sorteo, el objetivo era llegar vivos a la vuelta. En la previa del partido de ida, llegar satisfechos con el trabajo realizado. Tras el partido, se volvió con caras de felicidad.

Pero si por una frase es recordado el personaje del señor Lobo es por algo parecido a no vender la piel del oso antes de cazarlo pero mencionando el aparato reproductor masculino. Y Mendilibar es de la misma teoría, aunque menos soez. “Esperemos poder quitar las cuerdas que nos atan. Tenemos que coger confianza. Esperamos poder sacar la calidad de ahora en adelante en juego, no solo con los goles. A partir del juego, mejorar el estilo y seguir ganando como estamos ganando hasta ahora. Salida de balón, jugar en área contraria, ganar más segundas jugadas... En todo eso tenemos que mejorar. Estamos teniendo puntería pero tenemos que generar muchas más ocasiones”, afirmaba Mendilibar tras ganar al Valencia, demostrando un escaso interés por “chuparse” nada todavía. Y es que, como el señor Lobo, Mendilibar estaba a 30 minutos del Sevilla y llegó en diez.