“Medirnos con Madrid y Barça nos encanta, competimos de tú a tú”
El central del Atlético de Madrid atiende a AS antes del regreso a la competición. “¿La renovación? Si tuviera una bola de cristal... pues no estaría jugando al fútbol”.
Mario Hermoso (Madrid, 1995; 28 años) es una parte fundamental del juego que está desarrollando el Atleti pos-Mundial. Su salida de balón en la línea de tres. Su gran estado de forma. Acaba contrato en junio. Su renovación está, a día de hoy, entre interrogantes. El central atiende a AS para analizar la situación del Atlético, su futuro, la Selección y las aspiraciones al título.
¿Le apetecería dormir una noche en el Metropolitano?
No me lo había planteado. Nosotros entramos al campo y está lleno, pero verlo vacío, tan iluminado y así tiene que ser una experiencia fantástica para el recuerdo.
¿De cuándo y de dónde le viene la pasión por el fútbol?
De siempre. Desde pequeño, a través de mi familia, de mis amigos, de mis abuelos, con los que compartía esta pasión y me acompañaban a los partidos cuando mis padres no podían. Y también por mi padre. Cuando tenemos hijos, disfrutar junto a ellos de algo que les apasiona es una experiencia fantástica y acompañarle en ese recorrido desde que es pequeño hasta, en mi caso, jugar en un estadio como el Metropolitano tiene que ser bonito.
¿Se siente un futbolista de la calle?
Sí, hasta estas generaciones, los nacidos antes de 2000 vivíamos el fútbol de forma diferente, incluso en la forma de acercarnos a nuestros ídolos a través de la tele, de la prensa… Pero sobre todo por la libertad de disfrutar jugando en la calle, que creo que se va perdiendo poco a poco y te da muchas cosas.
¿Tiene mucho apego al barrio de la Concepción?
Sí, voy lo que puedo. Conservo muchos amigos de cuando era pequeño, compartimos muchos momentos juntos… Ahora, con dos niñas, es más complicado, paso menos tiempo allí, pero cada vez que puedo intento disfrutarlo. Me gusta rememorar lo que he vivido y todo el proceso de lo que he ido logrando.
¿Cómo sientan estos parones?
Disfrutas de este descanso. Competir cada tres días es muy exigente. Si vas con la selección, más aún. Con este ritmo de competición, lo que conlleva en lo físico y lo mental en clubes grandes que te exigen mucho y casi no tienes descanso, este parón viene bien para desconectar un poco, cargar pilas y tener algo de tiempo para tu gente.
¿Hay demasiados partidos en el calendario?
Las competiciones intentan meter los máximos partidos posibles. Se trata de mantener al espectador motivado y con ganas de ver fútbol prácticamente todos los días en la tele. Del lado contrario, el deportista se le exige mucho. No solo por la cantidad de partidos, sino por el poco espacio que hay entre ellos. Si dar el 100% en el día a día es complicado, pues imagínate si casi no descansas y acumulas estrés. Por mucho que estemos haciendo lo que nos apasiona, obviamente necesitamos nuestro espacio para desconectar.
¿Y hay miedo a las lesiones?
Miedo nunca puedes tener y no es algo que, en mi caso, pase por la cabeza. Cuanta más preparación y más cuidado en temas como la alimentación y el descanso, disminuyes riesgos, no solo con lo que se hace en la ciudad deportiva con el club, sino personalmente. A veces tienes que perder tiempo de ocio para esa tarea.
¿Qué le falta para volver a la Selección?
Es criterio del seleccionador. Él elige a quienes cree conveniente y su decisión es totalmente respetable. Su obsesión es ganar y así decide. Estamos listos para lo que pueda tocar. Nosotros nos debemos a nuestro club, es el día a día y por lo que se nos califica. Mientras disfrute del Atlético, con mis compañeros, y ganando, estoy contento.
El Atleti gana y funciona…
Es cuestión de encajar piezas, ver qué demanda el equipo, las características de los jugadores, adaptarte a lo que puede dar cada uno y, luego, cada compañero a ayudar al resto. Son sinergias. Hay un gran feeling en el equipo. Algunos llevamos mucho tiempo, sabemos las virtudes y defectos de cada compañero y tratamos de potenciar lo bueno.
Se habla mucho de un Atleti pre-Mundial y otro pos-Mundial mucho mejor. En el primero, Hermoso jugaba poco y en el segundo, prácticamente todo. ¿Cómo valora eso?
Al final nos valoran por ganar, por conseguir objetivos, por crecer, por competir con los más grandes… Medirnos con Madrid y Barça nos encanta, pensamos que estamos a la altura de competir de tú a tú con ellos. En Europa estamos en el camino y queremos dar ese salto de calidad para hacerlo también en eliminatorias de Champions. Estos partidos europeos marcan también el nivel.
“Queremos dar ese salto de calidad para competir en eliminatorias de Champions”
¿Cómo convenció a Simeone?
Con trabajo y haciéndole ver que puedo ser útil en muchos aspectos de juego que demanda el grupo. El fútbol evoluciona, los equipos son cada vez más parejos y cuantos más saltos de calidad demos, en lo físico, lo táctico, en entender el juego… el equipo crece más y es mejor. Lo que más cuesta es la mentalidad, querer ganar día tras día. Hay grandísimos futbolistas en todos los equipos y lo que marca la diferencia es eso, que nunca te valga lo que has hecho el día anterior.
Simeone valora mucho su capacidad para avanzar al medio y funcionar como un centrocampista más. ¿Le gusta ese rol?
Se trata de crear situaciones y ayudar en esa primera salida del balón, posicionándome como un lateral bajo; luego poder incorporarme como si fuera un doble pivote con Koke para generar superioridades. Hay veces que me ha tocado jugar como lateral por fuera e intentar desdoblar… Son situaciones que te demanda el partido, las características del resto de jugadores e interpretar para ocupar espacios y que el equipo esté bien organizado si lo pierdes. La comunicación es fundamental.
“Lo que más cuesta es la mentalidad, querer ganar día tras día”
¿Se prepara mucho en función del delantero rival?
No especialmente. Trato de entender el fútbol y hay veces que cuando intentas analizar demasiado, dejas de hacer cosas que harías de forma natural. Prefiero guiarme por sensaciones, mirando cómo se distribuyen los rivales y a partir de ahí buscar soluciones.
Usted acaba contrato en 2024. ¿Cómo va su situación?
Estoy tranquilo. Lo que me interesa es seguir creciendo, que el Atlético siga como desde ese pos-Mundial que se ve un equipo diferente, con más victorias. Tenemos también una racha muy bonita en nuestra casa. Vamos cumpliendo objetivos y creciendo. Vosotros veis un equipo más sólido, que puede competir con los más grandes de tú a tú. La renovación, hoy, no es algo que me preocupe, de verdad te lo digo. Siento que cuando tengan que llegar las cosas llegarán. No sé de qué manera. Yo estoy disfrutando con mis compañeros, tengo una buenísima relación con muchos de ellos, somos grandes amigos, pasamos tiempo en el día a día del equipo y también fuera. Cuando se habla de que el Atleti como un club familiar, con tanto feeling, es la realidad. Se siente diferente y lo ves como tu hogar.
“¿La renovación? Si tuviera una bola de cristal... pues no estaría jugando al fútbol”
¿Pero qué pálpito tiene hoy?
No lo sé. Son muchas cosas que tienen que pasar, no es solo una decisión mía, también de otras personas. Son oportunidades que habrá de mercado, no solamente en mi caso, sino también del club para poder fichar a otro jugador. Si tuviera una bola de cristal… pues no estaría jugando al fútbol (risas). Son situaciones que tienen que venir, habrá que afrontarlas de la mejor manera. Estaré aquí feliz hasta el día que me vaya, siento que he dado todo desde que llegué al Atleti, eso nunca va a estar en duda. Y si continúo, lo haré igual que estos cinco años, con entrega, con ganas de crecer, de trabajar y de ayudar a los compañeros que llegan para que vean lo que es el Atlético de Madrid y sientan lo que hemos hecho este tiempo atrás.
¿Piensa mucho en el futuro más allá de la etapa de futbolista?
No solo cuando me retire del fútbol, sino ya. Son muchas cosas. Tengo muchas cosas a las que dedico un tiempo especial: la restauración, tema inmobiliario, participación en empresas, de ortodoncia, por ejemplo. Voy trabajando y creando en mis hábitos. El fútbol se acaba en algún momento y nos queda mucha vida por delante. A mí me gusta estar con cosas que hacer, me gusta madrugar, aprovechar los días. Soy muy disciplinado para todo. Cuantas más tareas tengo para hacer más feliz me encuentro y más aprovechado con ganas de sumar y de ayudar.
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