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“Enríquez Negreira estaba prácticamente en la sombra y no sabemos qué competencias tenía”

BARÇAGATE | MEDINA CANTALEJO

“Enríquez Negreira estaba prácticamente en la sombra y no sabemos qué competencias tenía”

El actual presidente del CTA asegura que “nunca recibió insinuaciones sobre qué decisiones tomar” cuando era árbitro.

Luis Medina Cantalejo, actual presidente del Comité Técnico de Árbitros, salió al paso de todas las informaciones del Barçagate y emitió su opinión en un vídeo publicado en las redes sociales de la RFEF.

Barçagate: “Llevo 40 años en el arbitraje y este es uno de los momentos más tristes que he vivido. He estado durante 11 años en Primera y puedo deciros a todos que no ha habido ni una insinuación ni un consejo ni en mí ni en mis compañeros, y muchos de ellos están hoy en medios de comunicación, sobre tener algún tipo de inclinación en resultado, toma de decisiones que pudieran beneficiar a un equipo o a otro, jamás en la vida”.

Enríquez Negreira: “Era una persona que era vicepresidente y que estaba en la plantilla de árbitros que estábamos entonces. Formaba parte de la Junta Directiva, pero no sabíamos muy bien cuál era su cometido. Nos veíamos dos veces al año, una a mitad de temporada y otra en la pretemporada que hacíamos en Santander. El contacto que tenía con los árbitros era mínimo. Estábamos con él, nos repartía unos papeles sobre el grupo en el que iba en función de la calificación y nada más. No hubo nada más. No sabemos qué competencias tenía. Ha estado muchísimos años, pero era un hombre que estaba prácticamente en la sombra y al que no podemos declinar ningún tipo de competencia importante en el Comité”.

CTA en el caso: “Nos vamos a personar en la causa junto con la RFEF y colaboraremos en todo lo posible con lo que es la Fiscalía en la documentación y en lo que nos soliciten. Desde 2018 que Luis Rubiales entró en la Federación, este señor no ha formado parte para nada, de ningún ámbito federativo ni del Comité Técnico de Árbitros. Con mi llegada, y esto no es tirar balones fuera sino poner a cada uno en su sitio, y cuando entró Rubiales cada empleado tiene que declarar que no existe ningún tipo de incompatibilidad de intereses o de relación de algún tipo que pueda ligarle al desarrollo normal de su trayectoria porque tenga alguna ligazón con un equipo. Pongo las dos manos en el fuego por todas las generaciones de árbitros que con honradez, sacrificio y trabajo se han dejado la piel en los campos para que las cosas salieran bien. Esto no es el fútbol español y quería aclarar esto para que no hubiera problemas”.