Mbappé, un fichaje en diferido
El hilo que conecta al francés con el Madrid arrancó en 2012 con una visita a Valdebebas cuando era niño. Luego hubo intentos serios en 2017 y 2021, el plantón del delantero en 2022...
Kylian Mbappé jugará en el Real Madrid, consumando así un fichaje en diferido que se ha ido alargando en el tiempo desde hace años. Muchos años, de hecho. Tiene razón el madridista para considerar que, hasta que no le vea vestido de blanco y galopando sobre el césped del Bernabéu, no quiere cantar victoria, pues la historia compartida de Mbappé y el Madrid ha tenido de todo.
Empezando por 2012, cuando el joven Kylian, de apenas 13 años, visitó la ciudad deportiva de Valdebebas acompañado por sus padres y se fotografió con varios jugadores, entre ellos su ídolo, Cristiano Ronaldo. Más tarde saldrían a la luz otras imágenes del francés en su cuarto de niño, totalmente forrado por posters del portugués, el jugador en el que siempre se fijó y por el cual siente predilección por el dorsal 7. Entonces se dijo que Mbappé había visitado Madrid para realizar una prueba, pero que terminó prefiriendo no dar el salto al club blanco y eligió al Mónaco (por entonces, militaba en la división de grandes promesas de la Federación Francesa, en Clairefontaine).
Una visita a su ídolo
Sin embargo, con el tiempo se supo que no fue así, como reveló en una entrevista con ‘La Razón’ Ramón Martínez, el que era director de captación del club blanco en esos años: “El chico estuvo con su madre hablando con Zidane y surgió la idea de que entrenase con los niños de su edad. Él vino de vacaciones. Le trajeron los padres como premio a conocer el Real Madrid. Mbappé no vino invitado a hacer ninguna prueba, sino que estuvo de vacaciones y visitó la Ciudad Deportiva. Sus padres buscaban protegerle y preferían que siguiese en Francia”. Y así fue, pues poco después ingresó en el fútbol formativo del Mónaco.
Toca dar un salto hasta 2017, en una temporada en la que el Madrid acabaría con un doblete Liga-Champions con la BBC en ataque, si bien Bale ya había empezado su rosario de lesiones e Isco le había quitado el sitio en la final de la Champions ante la Juventus en Cardiff. En esa misma edición de la Champions un chico de apenas 18 años rompió con todos los esquemas del fútbol europeo: Mbappé dio el salto desde la cantera a un Mónaco ya bastante potente para hacer 26 goles y dar 14 asistencias en 44 partidos con el primer equipo, que se proclamó campeón de Francia. En especial destacaron sus exhibiciones en la Champions, en la que llevó a su equipo hasta semifinales: hizo seis goles en otros tantos partidos de eliminatorias.
Bale le ‘quitó' el sitio
La irrupción fue tal que pronto su precio escaló a límites insospechados, muy por encima de los 100 millones. Y el Madrid estaba dispuesto a pagar, de hecho una filtración de Football Leaks años después reveló que había acuerdo con el Mónaco para el pago de 180 millones de euros y de otros 34 de impuestos, de los que se iba a ocupar el club blanco. Las excelentes relaciones con el club monegasco ayudaron en ese sentido, dado que además este prefería vender al Madrid que al PSG, un rival directo en Francia. Pero no hubo acuerdo entre los merengues y el jugador, por dos motivos: primero, no veía la titularidad garantizada con la BBC vigente (el Madrid pudo traspasar a Bale al United ese verano por 100 millones, pero no quiso hacerlo); y además, el Madrid no quería subir de siete millones netos por temporada mientras que el PSG ponía 12 sobre la mesa, casi el doble. Al final, esa batalla la ganó el PSG, que se lo llevó cedido por un año para, en 2018, abonar 180 millones por su fichaje.
A partir de ese momento llegaron veranos de continuos rumores e informaciones que seguían relacionando a ambas entidades, mientras ambos equipos se veían las caras en Europa y Mbappé constataba que el nivel competitivo de los blancos era muy superior al del PSG; se han enfrentado en dos cruces de Champions desde 2018 y en ambas eliminatorias el Madrid logró el pase de ronda. El propio Mbappé alentó los rumores con ciertas declaraciones, como en aquella gala del fútbol de 2019 en la que insinuó que quería ser el centro del proyecto del PSG, o lo que es lo mismo, que no lo fuese Neymar: “Quizás sea el momento de tener más responsabilidades, quizás sea en el PSG con gran placer o quizás en otro lugar con un nuevo proyecto”.
“No” a 200 millones por 12 meses
En el Madrid, sin embargo, tenían claro que todo pasaba por el contrato de Mbappé con el PSG, que finalizaba en 2022, por lo que la primera oportunidad seria para intentar su fichaje llegaría en 2021, a un año de acabar. Con el francés sin renovar, el Madrid hizo su movimiento: en la última semana de agosto presentó una oferta de 160 millones que luego fue subiendo hasta los 200, pero sin recibir respuesta por parte del PSG, que sin embargo se dedicó a atacar al club blanco a través del que por entonces era su director deportivo, Leonardo: “Desde hace dos años el Madrid ha tenido un comportamiento no correcto, ilegal, contactando con el entorno del jugador. Ha sido inaceptable, nada correcto hacia nosotros. Y la prueba de esa estrategia es la de presentar una oferta a siete días del final del mercado y a un año del final de su contrato. Parece una estrategia para dar a entender que lo han intentado todo. Y es una oferta que saben que no es suficiente”. Las relaciones entre clubes habían sido muy buenas hasta entonces, incluso Florentino había viajado a París para acudir a Roland Garros junto a Nasser Al Khelaïfi en alguna ocasión. A partir de entonces todo se rompió, si bien el lanzamiento del proyecto de la Superliga ya había causado graves grietas.
Y así se llega a 2022, el momento en el que el Madrid daba por sentado que Mbappé iba a ser su gran fichaje estrella para liderar a la nueva estirpe de galácticos. El acuerdo era total, pero a dos semanas de finalizar la temporada el francés dejó de atender las llamadas del club blanco y acabó transmitiendo que iba a quedarse en el PSG; las presiones para el delantero fueron enormes, empezando por su propio club y acabando por políticos como el actual presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, o el ex dirigente del cargo Nicolás Sarkozy. El trasfondo, con el Mundial de Qatar (el PSG es de propiedad qatarí) y los Juegos de París de este verano, también jugaron un papel.
A finales de mayo, a unos días de la final de la Champions que el Madrid se llevaría precisamente en París ante el Liverpool, Mbappé anunciaba en el último partido de Ligue 1 que alargaba su contrato con el PSG hasta 2025... o al menos eso ponía en la camiseta con que posó ese día. Pero luego se supo que realmente sólo había firmado hasta 2024, es decir, por dos años, y que el tercer año estaba condicionado a una cláusula que sólo podía activar el jugador de forma unilateral. De ahí que termine contrato el próximo 30 de junio y que pueda llegar al Madrid, al fin, tras un camino larguísimo y lleno de curvas.
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