Mateu Lahoz: “En 32 años no he tenido una insinuación de ningún tipo”
“El VAR no puede matar la esencia del arbitraje”, señala el excolegiado valenciano, ahora en colaboraciones con medios de comunicación.
El exárbitro Antonio Mateu Lahoz (12-3-77) lanza que está aprendiendo “una expectativa del fútbol que no conocía” en su vida mediática compaginando su vida familiar en un pueblo de Valencia, disfrutando del “tiempo libre” y viendo mucho fútbol “vinculado” a su pasión del balompié. Está de acuerdo sobre innovar y poner en práctica “la tecnología de gol”. Su legado, subraya, se ha quedado “en clichés” como hablar demasiado con los jugadores y “porque pitaba tan pocas faltas” e insiste en que “cada partido era una historia y disfruté de cada ascenso. He tenido la suerte de tener asistentes que me han hecho mucho mejor y enriquecer mis fortalezas como ser dialogante o pitar pocas faltas”, insiste.
Apunta Mateu que ha “disfrutado” mucho con el fútbol, lo que ha provocado que, por ejemplo, “después de un caño me he podido quedar un poco... y me ha llamado el VAR”. Y añade una máxima que indica que su casillero está inmaculado tras una dilatada carrera vestido de negro, o con colores: “En 32 años no he tenido una insinuación de ningún tipo, ninguna historia con suspicacia, estoy limpio” lanzando que entiende que se deberá “explicar” el tema Negreira. “Del pasado se aprende”.
De un lado de la barrera al otro, con los medios de comunicación, avanza Mateu, que subraya que se explaya “tanto en radio (Cope) como en Televisión (Movistar) con los mejores para dar un prisma de normalidad de la actuación de los árbitros”, relata sobre su actual labor pedagógica tras tener que colgar el silbato por edad. “Que el error sea comprensible”, recalca sobre su “deporte” que no es otro que “el arbitraje, que no es un mal necesario. Es muy difícil hacerlo a ras de suelo”, reitera en una visita este viernes a Vitoria, cuna de uno de sus más fieles colaboradores.
Entiende Mateu que el VAR “siempre es para ayudar”, que hay que “utilizarlo muy bien, tras siete años utilizando esta herramienta del fútbol que es para el fútbol no para los árbitros, dejar que el árbitro, que es el que está en el césped, lo vea. Debe utilizarlo más y de forma transparente para que todo aficionado lo entienda mucho mejor de lo que lo está entendiendo”, desliza Mateu. Su “intención”, insiste, en que “es normalizar el arbitraje”. Sostiene la “importancia” de los asistentes, que están mejorando mucho. El árbitro, de alguna forma, transita más “con jugadas subjetivas y de interpretación” y el VAR ha intentado “en este tiempo acabar con la interpretación del árbitro y ahí se puede matar su esencia”.