Mastantuono camina sobre el alambre
Necesita reconducir su año de estreno. De titular a suplentísimo, con algún gesto que no gustó en el vestuario. En verano tendrá la ‘amenaza’ de Nico Paz...


El 2025 se le ha terminado torciendo a Franco Mastantuono pero para qué está el 2026 sino para reconducirse. Es más que un deseo en el Real Madrid. Porque lesiones a un lado, como el caso de Trent, es un fichaje que está aún casi por abrir. De titular casi desde que aterrizó a suplentísimo en los últimos tiempos. Recuperar a Mastan es prioritario en los planes inmediatos del club.
La fe no ha decrecido en el talentoso argentino. Cuando la entidad madridista puso toda la carne en el asador para que no se fuera al PSG y accedió el traspaso más caro de la historia de River Plate (63,2M€), lo hizo confiando. Y sigue confiando. Ningún primer año reciente de los jóvenes en el Madrid ha sido un camino de rosas (ahí están Vinicius, Güler y Endrick como ejemplos) y por eso la apuesta se prevé a largo plazo. Eso no cambia.
La pelota está en este cambio de año en el tejado del propio argentino para mostrar la chispa y el brío que se trajo de Argentina. Para remontar. Ha sido el propio Franco el que no ha logrado sostener el hype inicial y por el camino ha sido Rodrygo el que se ha aprovechado arrebatándole ese costado derecho. Si Rodry fue titular ahí contra City, Alavés y Sevilla, el balance del 30 blanco en esos mismos compromisos se redujo a 2 minutos, en Mendizorroza. Una dinámica que parece consolidarse.

A Mastantuono no le sostienen por ahora ni el juego ni los goles. En su caso, en singular. En ese ámbito se reduce a la bonita vaselina que supuso el 0-2 en el Ciutat de València allá por el 23 de septiembre. Ni siquiera ese único tanto ha podido ejercer como una base firme sobre la que seguir ilusionándose, por lo que está sufriendo el equipo granota.
En River, donde se convirtió en el goleador más joven de la historia de los Millonarios, a los 16 años y cinco meses, logró apuntarse 10 dianas en 64 encuentros. Una cifra muy engañosa. Porque su dominio de la escena en sus últimos meses con River fue alucinante. De líder. Tres tantos en sus últimos cinco partidos en Argentina y dos goles más en sus tres últimos choques en la Libertadores. Diabluras y presencia goleadora de estrella que aceleraron su llegada a Chamartín.
Xabi ha rebajado el ‘affaire’
Mientras caía un poco el suflé, Xabi ha ido mirando a otras soluciones. Tampoco ha ayudado a la causa de Mastantuono ciertos gestos vistos con mucha suspicacia interna. Uno, el discutir con Alaba por una lanzar falta en Getafe que obligó a Militao a intervenir para relajar al impetuoso argentino. También que pusiera carita públicamente a su técnico y se le quejase por ser sustuido el día del Espanyol.
Aunque la principal razón es el decaimiento en el rendimiento de Franco. Ha ido menguando “esa energía, ese gen...” que le ponderaba Xabi y le hacía tan competitivo a ojos del tolosarra. Ha sido un evidente decrescendo. En la Champions, algo que escuece más que ninguna otra cosa en clave Real Madrid, perdió la titularidad allá por septiembre. En el 1-0 a la Juve ya apenas jugó 6 minutos y en la derrota frente al City, ni uno. En medio del sándwich los dos que se ausentó por la pubalgia (Liverpool y Olympiacos). En Liga, desde que recibió el OK tras esa dolencia, sólo esos 2 minutos en Vitoria. Bajonazo.
El flojo momento, incluso en lo mental, del argentino quedó escenificado en Talavera. En el minuto 57 agarró con ambas manos una pelota que se iba alta pensando que estaba fuera del campo. No lo estaba, para estupefacción de todos, aún había un par de metros más hasta la línea de cal. No fue anecdótico. En ese partido contra un Primera RFEF, apenas ofreció un disparo y ni solo regate en 66 minutos. Ni completado ni fallado, ninguno. Ni colmillo ni electricidad. Justo los dos ingredientes que pretende Xabi que vuelvan.
La presión de Nico Paz
Esa competitividad de Mastantuono no sólo se quiere avivar internamente, de rebote también se le exige desde fuera. Los planes del Real Madrid pasan por recuperar en junio a Nico Paz, en esencia otro talento joven (21 años) y de un perfil parecido (zurdo y mediapunteador) al de Franco en un buen tramo de su carrera antes de llegar al Madrid. Lo que sucede en la Albiceleste es un termómetro evidente. Scaloni ha sido uno de los primeros en detectarlo: “Tienen características diferentes pero juegan en posiciones parecidas”. Ha empleado a Nico de titular sólo dos veces pero ambas en situaciones que actualmente amenazan el papel de Mastantuono: de interior diestro y de extremo por esa misma banda derecha...

No sólo se dibujan como competidores a largo plazo en el Bernabéu. Antes que eso, pugnan por el Mundial. Y por ahora, los 1.421 minutos de Nico (con cinco goles y otras cinco asistencias) en el Como italiano dejan muy atrás los 756′ de Franco. De ahí que 2026 arranque con doble acicate para el 30 madridista, ganarse de nuevo a Xabi y no quedarse atrás en el pulso con su compatriota.
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