Mariano se queda sin sitio

Mes y medio después de recaer en su última lesión, una “tendinopatía rotuliana”, Mariano Díaz regresa a la normalidad y ya trabaja con junto al resto de la plantilla. El delantero ha sido una de las novedades en la primera sesión de la semana para preparar el encuentro ante el Celta de Vigo junto a Lucien Agoumé y Joan Jordán, quienes también han reaparecido en un entrenamiento en el que solo han pisado el césped los suplentes. Durante la semana pasada ya comenzó a realizar trabajo de campo en solitario para poder acelerar el proceso de su regreso con el resto del equipo y tratar así de estar disponible para Quique Sánchez Flores en la mayor brevedad posible. En cambio, en el Sevilla no hay prisas para forzar un regreso con el abanico de posibilidades que tiene a su disposición el técnico madrileño. Las recuperaciones de Lukebakio y Lamela en Almería, sumado a un Alejo Veliz que espera paciente su turno, cubren el banquillo sevillista en la parcela ofensiva y reducen las opciones de Mariano que vuelve en un momento distinto a cuando se lesionó.

Mariano tendrá que remar a contracorriente para cambiar la opinión del técnico del Sevilla, quien hace mes y medio dejó claro que el delantero tenía “dificultades para moverse” y no aseguró que no lo citará hasta “que no esté al cien por cien”. Cuando finalice el ex del Madrid su recuperación total, tendrá que volver a hacerse, no con un hueco en el once, sino en una convocatoria que estará más cara en las próximas citas que hasta ahora. Con 27 jugadores disponibles, a falta de Juanlu que regrese tras Semana Santa para que estén todos recuperados, podría descartar ante el Celta de Vigo hasta cuatro jugadores. Dos de ellos tienen nombre y apellido: Rafa Mir y Januzaj. Descartes absolutos para Quique Sánchez Flores. Con cinco posibles puntas a disposición (Isaac, En-Nesyri, Lukebakio, Veliz y Lamela) tendrá que ganarse un hueco para entrar en la lista y no ser uno de los descartados de aquí a final de la temporada.

El tiempo que le resta a Mariano en el Sevilla puede ser limitado ya que, aunque termine su contrato en junio de 2025, Víctor Orta podría rescindir su contrato en el próximo verano, como ya se lo ofreció en febrero. Por tanto, el delantero, si quiere aprovechar su última oportunidad en Nervión, tendrá que ofrecer un rendimiento inmediato de aquí a finales de junio para convencer tanto a Quique Sánchez Flores como al consejo de administración del club de que es un efectivo válido para el club. Su voluntad, desde su último incidente físico, fue regresar con el equipo para intentar ayudar al Sevilla: “Me gustaría comunicaros que llevo semanas arrastrando una compleja lesión en la rodilla, que no me está permitiendo ayudar al equipo en la medida que me gustaría. Estoy esforzándome diariamente para regresar cuanto antes”, como comunicó de esta forma el ex del Madrid a finales de enero a través de sus redes sociales.