NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

CELTA

Marian Mouriño: “El proyecto GS360 será un referente en España”

La hija del presidente del Celta lidera la construcción de la ciudad deportiva Afouteza, donde además de fútbol habrá un centro de formación de salud y deporte.

Marian Mouriño posa para AS en la terraza de A Sede.
Lalo R. Villar

¿Qué es GS360?

Pues es un proyecto que queremos convertir en un destino de turismo, de salud y de deporte. Suena muy abstracto porque es difícil conceptualizarlo y ponerle una imagen, pero a mí me gusta la similitud del Rafa Nadal Academy porque es algo que le da prestigio al tenis y nosotros queremos hacer lo mismo con el deporte gallego. Queremos hacer unas infraestructuras para generar mucho contenido que mejore la salud y el deporte, donde habrá un hotel, una residencia, un coliving... Con un ancla fundamental que será la formación profesional en el tema de sanidad y deporte. Tenemos una previsión de entre 700 y 1300 estudiantes, que estarían todos los días conviviendo en nuestras instalaciones y para ello necesitarían los servicios de un campus universitario. Es una infraestructura de nuestra ciudad deportiva con toda esta área que la complementa, algo que va a ponernos en el mapa como referente del deporte en España. Para culminar todo el proyecto construiremos el ‘Arena’, un pabellón multiusos de hasta 10.000 personas que albergará conciertos y eventos deportivos que no se pueden realizar en Galicia por falta de instalaciones. Alrededor habrá ocio y restauración, así como un anillo enfocado a deportes alternativos, como un rocódromo profesional, pistas de skate o de karting. Queremos que la gente venga a tecnificarse, pero también a disfrutar. Que sea un sitio donde siempre estén pasando cosas.

Ahora hay tres campos de fútbol, más gimnasio y vestuario del primer equipo y del filial. ¿Cuál será el siguiente paso?

A partir de agosto empezamos a mover todas las tierras para realizar el soterramiento de electricidad y aguas para empezar a construir las instalaciones de las categorías inferiores, que serán seis campos de fútbol más y el mini estadio, que tendrá una capacidad de 4.000 espectadores. En enero de 2024 esperamos iniciar las obras del edificio central de educación e innovación y la clínica. Después haríamos la residencia, el coliving, el hotel y por último, la construcción del ‘Arena’, que es la guinda del pastel.

¿Lo más similar que hay en España es el proyecto del Atlético en el entorno del Metropolitano?

Lo nuestro va a ser mejor, pero sí es un enfoque parecido. La magnitud del proyecto del Atlético es más grande, ellos están conceptualizando la ola grande, que nosotros también la valoramos, pero la descartamos porque no nos daban los números ni era rentable. En España puede ser lo más similar en un equipo de fútbol.

¿Para qué utilizarán el pabellón?

El operador empieza a trabajar ahora con nosotros y tenemos dos meses para el estudio. Ahí va a pasar siempre algo y esa es la idea, desde una final four a un partido de fútbol sala, baloncesto o balonmano pasando por una competición de gimnasia rítmica. No somos una instalación municipal que va a albergar a diferentes clubes, pero sí acogeremos varios deportes. Será algo similar al Wizink Center que hay en Madrid. Servirá para acoger distintos deportes y conciertos de envergadura.

“El pabellón será algo similar al Wizink Center, acogerá distintos deportes y conciertos de envergadura”

Marian Mouriño

¿Qué plazos manejan para toda la obra?

Nos gustaría hacer todo a la par y que fuese ya, pero el ‘Arena’ es la inversión más cara y la que tiene más riesgo, por eso estamos haciendo este estudio. El operador nos dirá si nos lanzamos ya o esperamos un poco más. Entre 2025 y mediados de 2026 debería estar todo en funcionamiento.

¿En qué consiste el acuerdo con Telefónica?

Es algo muy interesante porque lo ha hecho con el Real Madrid en su momento. Será nuestro compañero de tecnología e innovación. Necesitamos ofrecer instalaciones de calidad y Telefónica nos ayuda desde lo básico, como tener una buena cobertura de Wifi y que no se caiga aunque haya 10.000 personas en un evento. Nos están ayudando a desarrollar el proyecto.

Usted se vino desde México, donde atendía las empresas familiares, para liderar este proyecto. ¿Está satisfecha?

Estoy encantada, hablo del proyecto todos los días y me enamoro cada vez más de él. Ver este proyecto hecho aquí es increíble. Mi hijo jugaba al fútbol y se preparó en un centro de alto rendimiento en Estados Unidos. Cuando llegué a ver las instalaciones me quedé impresionada. Allí tenían las infraestructuras, pero al final todos vienen a jugar al fútbol en Europa. Este proyecto va a transformar el deporte en Galicia, nos va a posicionar a otro nivel internacional.

¿Hay mucha diferencia entre el mundo empresarial y el fútbol?

Tienes más presión mediática y social porque al final te debes a tus aficionados, que se dejan todo por el equipo, sus vacaciones, sus sueldos... Lo más importante para ellos es el Celta y por eso al final vives con esa presión. Cuando estás en una empresa no tienes más presión que quedar bien con tus clientes. El fútbol se está convirtiendo en una industria, están entrando fondos internacionales que vienen a hacer negocio. Los equipos convencionales que tenemos tatuado el escudo tenemos que lidiar con esto y transformar los ingresos para intentar competir. Es una empresa diferente porque juegas con sentimientos de la gente y eso es una carga que hay que asumir, pero hay que gestionarla para cumplir con números.

¿Es más difícil para una mujer trabajar en el fútbol?

Yo no lo percibo, esperemos que no. Yo siempre digo que tiene que ser un tema de preparación y no de género. Estuve en el mundo de las gasolineras, que ahí no había ni una mujer, dirigí una cadena de gasolineras muy grande y mis socios eran todos hombres. Son hábitos que se van cambiando. Antes iba mucho hombre al fútbol, ahora cada vez hay más mujeres y son mucho más apasionadas y fieles, como en la vida en general. Estoy encantada de que las mujeres se enganchen. Antes iban los hombres y no llevaban a las mujeres, no es que no fueran, no las llevaban. Eso va evolucionando.

¿Y qué piensa cuando escucha que el fútbol es cosa de hombres o el cántico de ‘échale huevos’?

La llegada del fútbol profesional femenino camina hacia la igualdad y tendremos que adaptarnos. Está claro que hay cánticos y frases obsoletas porque estamos educados así. Pienso que todo se acabará normalizando.

Marian Mouriño durante un momento de la entrevista concedida a AS.
Ampliar
Marian Mouriño durante un momento de la entrevista concedida a AS.Lalo R. Villar

De hecho, van a tener que pasar cien años para que el Celta tenga su primera presidenta, que será usted.

Serán cambios, sí (se ríe).

¿Hay fecha para la sucesión o cuando mande el patriarca?

El patriarca es mucho más democrático de lo que se piensa. Es cierto que solemos hablar y planificar las cosas, pero no ponemos una fecha. Él está disfrutando este año muchísimo porque es el Centenario, él cumple 80 años, está siendo un año bonito. Que lo disfrute y si quiere disfrutar el próximo, también. La fecha será la que él decida.

Me imagino que tiene que ser difícil prepararse para ser presidenta del Celta.

Sí, claro. Ahora estoy aprendiendo muchísimo de temas de innovación, deporte y cuidado de la salud, que no era mi ámbito y me prepararé mucho más para todo. Cuando llegue el momento, estaré preparada.

“¿Presidenta? Cuando llegue el momento, estaré preparada”

Marian Mouriño

Supongo que la mejor formación será el propio despacho presidencial.

Exacto. Yo de pequeña no veía tanto fútbol, pero en mi casa se veía mucho porque mi padre es un forofo del Celta de toda la vida y hemos crecido viendo todos los partidos posibles. Cuando eres pequeña no estás en ese rollo, pero cuando creces te das cuenta que lo llevas tan interiorizado porque te has criado viendo fútbol y esa formación no se aprende en ningún sitio. Nosotros convivimos mucho en familia y cuando es el tiempo de fichajes vivimos a diario con él esa tensión, esa presión, esa desesperación y luego esa ilusión final cuando se firma al jugador. También vivimos en casa la experiencia del concurso de acreedores, que esperemos no se repita nunca. Son cosas que vas viviendo a su lado y que te sirven para aprender.

¿En qué ha cambiado Marian desde su primera etapa en el Celta hasta ahora?

La Marian que llegó hace 16 años al club era celtista de nacimiento y por herencia del padre y la que se va después de pasar por esas campañas de marketing es una celtista convencida que entiende al aficionado que estuvo en Segunda, en esos momentos tan complicados de concurso. Lloramos y disfrutamos, ves como la gente se deja sus vacaciones, sus sueldos, su vida, su familia por acompañar a un club. Fue lo que me ha llegado más dentro del corazón a nivel celeste. Después me voy a un proyecto más empresarial, asumiendo otras responsabilidades. Yo había estudiado marketing y la etapa en el Celta fue un Master porque nos enfrentamos a campañas sin dinero, pintando la tienda a mano, sirviendo nosotros mismos la empanada en la romería... Porque no había dinero para nada. A nivel profesional fue un Master, a nivel personal me enseñó lo que significa ser celtista y sentir estos colores. Después volví con una visión más estratégica, más empresarial, conociendo al club desde otra perspectiva. Ahora tenemos este proyecto que nos da otra dimensión, potencia al club, le da un patrimonio y una notoriedad en el mundo que va a ser impresionante.

Usted antes estaba más activa en redes sociales. ¿Ha dejado de utilizarlas por el acoso de la gente como le ha sucedido a algunos futbolistas?

Estuve activa cuando estaba fuera de España. Al llegar aquí ni entro ni me da tiempo. Casi siempre que me etiquetan a mí es para decirle algo malo al presi, no a mí. Yo no me he sentido nunca agredida, y si lo han hecho no lo he leído. Leo muy poco, me gusta tener la sensación de lo que pasa porque a veces te enteras de cosas que no funcionan a través de las redes. Con lo malo suelo no quedarme, no he sentido un acoso importante. Como familia nos sentimos muy querida, las cosas puntuales te pueden afectar en un momento determinado. Es cierto que lo que se está haciendo de la crítica rápida, el insulto fácil, la polarización del ambiente es súper triste. También creo que es sano no depender de las redes, no digo no estar, pero tampoco obsesionarse con los comentarios porque puedes caer en un juego muy peligroso.

Usted fue popular por anunciar fichajes a través de Twitter.

Fue un tema más familiar. Sucedió cuando yo no estaba aquí, pero en verano estamos siempre aquí en familia. Solemos estar todos allí todo el tiempo y el verano es muy estresante para el presi porque es la época de fichajes. Cuando llega estamos todos esperando y le preguntamos las novedades, entonces él empezó también a jugar y a veces nos contaba cosas y otras no. Fue una manera de jugar para destensar un poco. Cuando volví a España ya decidí que no se podía jugar.

¿Es especial para usted jugar en Madrid?

Nací en Madrid, pero me fui a los cuatro años, así que no me acuerdo de aquella época. Luego volví de mayor porque mis padres siempre paraban para ver a los amigos, pero no es especial por eso.

Su hijo trabaja en el Atlético y su padre simpatiza con el Barça, ¿son antimadridistas en casa?

Bueno, tenemos alguno que simpatiza con el Madrid y los debates se ponen buenos. Ser del Madrid es muy fácil, no tiene mérito. No es un partido especial, de hecho no voy a asistir. Para mí los especiales son todos los que juega el Celta.

“Ser del Madrid es muy fácil, no tiene mérito”

Marian Mouriño

Se fue a México con cuatro años, ¿cómo fue su infancia allí?

La verdad es que he estado pocos años en un sitio específico. Me fui a los cuatro años de Madrid a México DF, pero a los once nos fuimos a Campeche, a los quince me fui a Orlando a un internado, a los 18, a Miami, donde estudié mi carrera, regresé a Campeche un año, me vine aquí para hacer el Master, me caso en Vigo con Miguel, mi marido, y después regreso a Campeche otros diez años. Lo que más me apega a México es la familia que tengo allí, las amigas que tengo de pequeñas, empresas y negocios. Me acuerdo de mucha diversión, pero también de momentos malos y muy duros que hemos vivido.

¿Hay mucha inseguridad?

Si ves las pérdidas personales, nada compensa, eso ya descartaría si tuviera que elegir. Pero México nos ha dado mucho, es un país con un potencial de mucho desarrollo profesional, la gente es encantadora, el ámbito social es muy amplio, siempre hay fiesta y alegría. El inconveniente es el tema de la inseguridad, que al final te acostumbras. Nuestra zona es bastante tranquila y no hemos tenido grandes sustos. La mayoría de los españoles están encantados en México porque se vive muy bien, se come muy bien y se bebe muy buen tequila.

¿Vigo es su destino definitivo?

Por ahora, sí. Nunca puedes saber qué pasará y no me lo planteo. Ahora estamos aquí y estamos súper bien, creo que ha sido un acierto volver, estar al lado de mis padres y de mis suegros. Acompañar a mi padre en este proyecto es lo que tengo y lo que me gusta, estoy súper realizada haciéndolo. Mis hijos están encantados en Madrid, el pequeño está aquí con nosotros. Mi sitio ahora es aquí, en unos años no lo sabemos.