Marcao, el futbolista ‘burbuja’
El defensa brasileño vuelve a caer para “las próximas semanas”. Varias roturas, una operación y 11 partidos del central a cambio de los 15 millones que pagó el Sevilla.
“Los Servicios Médicos del Sevilla FC informan de que el jugador Marcos do Nascimento Teixeira ‘Marcao’ ha sido sometido en las últimas horas a una resonancia, la cual arroja una lesión muscular en el aductor de su pierna izquierda. El central brasileño queda pendiente de la evolución en las próximas semanas”. Este parte médico oficial apareció ayer sábado por la tarde, a apenas dos horas de que el Sevilla comenzase a jugar en Cádiz, pero podría pertenecer a cualquier otra época los últimos 15 meses. Desde que llegó al club de Nervión, lesionado ya entonces, Marcao se ha roto una y otra vez muscularmente sin casi aparecer por los terrenos de juego.
La ruina de su fichaje, 15 millones pagó el Sevilla al Galatasaray, parece no tener fin. Y los entrenadores, también el último Diego Alonso, viven aguardando una recuperación total que nunca llega. “Tuvo una molestia la semana previa al partido y todo lo que tengo es que es que una lesión pequeña y que pueda volver en un corto plazo, está ya entrenando pero no integrado al plantel”. De corto plazo, nada. Esas “próximas semanas” seguramente no sean próximas. Ni semanas.
En su campaña inicial, operado tras el Mundial de Qatar de lo que entonces se aseguró no era el mismo problema muscular con el que llegó al Sevilla, Marcao había reaparecido en la eliminatoria europea contra el Manchester United pero volvió a romperse en el partido de vuelta contra los red devils, a la media hora. Acabó con 11 apariciones sobre el campo, muchas de ellas incompletas, entre LaLiga, la Champions y la Europa League. Apenas 718 minutos, el último de ellos al final de la prórroga de la final de Budapest contra la Roma, cuando Mendilibar le sacó para defender la ofensiva desesperada del equipo de Mourinho. Después de aquello, Mendilibar se esperanzó en que el defensa brasileño hiciera borrón y cuenta nueva y que con una pretemporada adecuada llegara bien al inicio de esta 2022-23.
Pero no. El 10 de agosto y el 15 de septiembre, el técnico vasco afirmó lo mismo: que el futbolista “no estaba lejos” de volver a jugar. Pero lo estaba. Ante el Rayo, en su epitafio como entrenador, Mendi le convocó por fin, pero no le sacó al campo. Y después ha vuelto a lesionarse. El propio preparador de Zaldibar había aclarado la controvertida situación de su futbolista en una conferencia de Prensa anterior. “Los médicos le están haciendo diferentes pruebas para ver si se puede recuperar condiciones y no volver a recaer. Que se recupere está bien, pero lo que tenemos que tratar es de que no recaiga”. Hay que tratarlo como un jugador de cristal. Simplemente, cuando aprieta en los entrenamientos, la musculatura no aguanta. Como si de un niño burbuja se tratara: el futbolista burbuja.
Marcao se ha mostrado optimista hasta ahora, al menos a través de las redes sociales. Aunque a finales de agosto la Guardia Civil le paró junto a su familia, camino de Cádiz, para un control rutinario. Su esposa lo colgó en Internet y las redes sociales se llenaron de hinchas enfadados por lo que pensaban era una escapada a la playa en vez de dedicarse a su completa recuperación. Marcao daba su versión poco después: “No fui a Cádiz a disfrutar de la playa. Estoy cansado y no soporto más quedarme fuera de los partidos sin poder jugar y ayudar a mis compañeros. Por eso busqué un profesional de fisioterapia que me ayudara a recuperarme rápida y eficazmente para poder volver a jugar”. En el club no confirmaron que estos fueran los motivos del viaje.
El central de Londrina tiene 27 años y contrato con el Sevilla por tres campañas y media más, hasta junio de 2027. El club nervionense trató de cederle en verano y si no juega de aquí a enero, algo que parece probable, tratará de prestarlo de nuevo durante el próximo mes de enero, en busca de una salida que permita aligerar plantilla y límite salarial, y también del milagro de su recuperación aunque se produzca y lo disfrute otro equipo. A día de hoy no existe esa luz al final del túnel: ni para el club, ni para un jugador absolutamente devaluado.
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