Manquillo, cisma a la vista
Una discusión con Giráldez tras el partido contra el Athletic le condenó al ostracismo. El jugador está empeñado en revertir su situación, a pesar de la relación con el técnico.
Algo pasa con Javier Manquillo (Chinchón, 1994). El lateral ha pasado de ser uno de los hombres fuertes del Celta a desaparecer completamente del mapa. El madrileño se quedó fuera de la convocatoria, ante el Atlético de Madrid, por cuarta consecutiva y en los últimos tres meses apenas ha disputado 21 minutos en Liga. Pese a que Claudio Giráldez mantiene que su situación se debe a una decisión puramente técnica, intentando quitarle hierro al asunto, los motivos podrían estar más vinculados a una decisión personal.
El lateral de 30 años arrancó la temporada como titular, la última en la victoria ante el Getafe el pasado noviembre antes de caer un mes de baja por lesión, pero ahora encadena cuatro semanas sin siquiera entrar en los planes del cuerpo técnico. Una situación que tuvo su punto de inflexión tras el partido de Copa ante el Madrid, en el que entró en los minutos finales de la prórroga. Giráldez decidió rotar su defensa al choque siguiente, contra el Athletic de Bilbao, pero sin contar con el madrileño, aunque después entró en la segunda parte sustituyendo a Javi Rodríguez. Al acabar el choque se desencadenó una pequeña discusión entre ambos, que no llegó a más de una charla para aclarar su situación. Pero lo peor estaba aún por llegar, menos de 24 horas después se produjo la ruptura total: Giráldez le abrió la puerta de salida al madrileño, instándole a que o bien rescindiera el contrato o se buscara equipo a falta de apenas cuatro días para el cierre del mercado.
Manquillo entendió los argumentos del técnico, pero esperaba poder contar con una nueva oportunidad para redimirse y demostrar su valía. Sin embargo, Giráldez ha decidido apostar por Yoel Lago y Tincho, ambos del Celta B, Jailson o el ya mencionado Javi Rodríguez. Las circunstancias son cuanto menos sorprendentes, sobre todo teniendo en cuenta la actitud positiva mostrada en todo momento por el futbolista desde que desembarcó en Vigo. Fue intocable para Rafa Benítez, su valedor para ficharle el pasado enero procedente del Newcastle, y lo era para Giráldez antes de que todo se torciera.
El Celta ha echado en falta un jugador tan capaz como Manquillo, especialmente tras la plaga de lesiones que han sufrido, pero el técnico intentó quitar importancia al asunto hace algunas semanas sin éxito alguno. “Está entrenando al ritmo de los demás, con normalidad. Simplemente, son decisiones que tomo para intentar buscar los 23 más apropiados para competir cada fin de semana y estoy considerando que ahora mismo no está entre ellos Manquillo”, explicaba. “No pasa nada con él, está entrenando normal, está al ritmo de los demás, simplemente, decido en función de lo que va pasando quién entra para poder sumar por el plan de partido, por lo que pasa, por cómo es la semana”, sentenció.
Manquillo acaba contrato el próximo 30 de junio y ya es libre de negociar con cualquier equipo, aunque en este momento de su carrera el jugador prima más la estabilidad por encima del dinero. Es feliz en Vigo, donde se siente querido por la afición, pero quiere volver a sentirse futbolista.
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