Manolo se gana la paciencia
Pese a sumar tres puntos de 24 el técnico goza de la confianza de la plantilla y la afición, que no le culpan de los malos resultados del equipo
Es algo poco común, seguramente inaudito en el Espanyol, que un técnico aguante en el cargo con tres puntos sumados de los últimos 24 disputados. Eso es exactamente lo que está haciendo Manolo González, con el equipo en descenso, que se juega el cargo el sábado ante el Celta. Un tres de 27 sí que ya sería inaguantable y su destitución sería seguramente la única opción posible. Pero Manolo tiene una última bala, quizás la buena, para salvar el cargo y enderezar el rumbo del equipo. Y en eso trabaja.
Hay muchos factores que han llevado al equipo hasta esta situación y en gran parte son los mismos que han llevado a la dirección deportiva a seguir apostando por Manolo. La primera, la idiosincrasia de esta temporada. Todos en el club sabían que esta iba a ser una temporada más que complicada, que estar en puestos de descenso era una posibilidad más que real y que el único objetivo del equipo es acabar entre los 17 primeros. A día de hoy, por triste que parezca, esa es la realidad del Espanyol. Luego el calendario. Es cierto que el equipo ha cosechado unos resultados muy malos en las últimas jornadas pero no es menos cierto que se ha enfrentado a varios de los rivales más potentes de la categoría: Barça. Madrid, Villarreal, Betis, Girona… Equipos de competición europea que por suerte o por desgracia han venido todos seguidos. Ahora tiene el equipo un tramo más asequible de competición y eso ha dado aire a Manolo. Y finalmente, en lo que podemos llamar factores estructurales, está la composición de la plantilla. Una plantilla recién ascendida en la que no se ha invertido ni un solo euro. Se marcharon hombres importantes como Melamed o Braithwaite y los que han llegado no están aportando todo lo que se esperaba. Y eso no es precisamente culpa suya ni de la dirección deportiva. Sin dinero en el campo es casi imposible mejorar la plantilla. Y el equipo lo está notando.
Todos estos factores convierten a Manolo González en una de las personas menos culpables de la situación. que vive el Espanyol. Así lo entiende la afición, que mayoritariamente está del lado del técnico. En ningún partido se han oído cánticos contra el entrenador (sí contra el palco) que además es quien devolvió el equipo a Primera. El vestuario también ha cerrado filas con Manolo González y no de cara a la galería. Los capitanes, y por ende la plantilla, confían en el técnico y son conscientes que ellos son los principales culpables de haber sumado solo tres puntos en los últimos ocho partidos. Que que los errores individuales les están lastrando y que la falta de calidad de la plantilla se ha hecho patente en una Primera División que no perdona a nadie. Ante el Celta tienen la oportunidad de ‘salvar’ a su técnico.
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