Maldición central
Rüdiger, último capítulo de las desgracias en el centro de la zaga blanca: tres cruzados, dos roturas de menisco, una plantilla corta... Huijsen, refuerzo clave.


Los golpes que pegan las lesiones en el Real Madrid parecen concentrarse en un punto del esquema. Los centrales se las llevan de todos los colores hasta un punto que roza la crueldad. El último ejemplo es el de Antonio Rüdiger, que sufrió una fuerte rotura muscular en el recto anterior de la pierna izquierda en el último entrenamiento antes de viajar a San Sebastián y que estará de baja entre 10 y 12 semanas. Son casi tres meses sin el alemán, que en principio no podrá volver a jugar hasta diciembre y ya veremos en qué condiciones.
Y eso que Rüdiger es el menos castigado de los tres centrales más antiguos de la plantilla, el único que tiene los ligamentos cruzados intactos. El alemán no venía teniendo grandes problemas en sus dos primeros cursos de blanco, pero al tercero llegaron las lesiones, también influidas por una gestión de los minutos por parte de Ancelotti muy mejorable. La plantilla el curso pasado era cortísima y el alemán fue sobrecargado pese a arrastrar durante toda la campaña fuertes dolores en la rodilla izquierda, fruto de un menisco roto: jugó más de 4.500 minutos en la temporada 2024-25, y eso que se perdió 16 partidos entre lesiones, sanciones y decisiones técnicas. Jugó todo lo que pudo.
Hasta que la rodilla dijo basta. Salió de la final de Copa con una fuerte sanción por lanzar un objeto al árbitro desde el banquillo y ahí el Madrid decidió que era el momento de que pasase por el quirófano para tratar de resolver el problema. Se recuperó rápido y llegó a tener minutos en el Mundial de Clubes, aunque de mal recuerdo (regaló un gol al PSG en semifinales), pero para la presente campaña parecía listo y fue titular en Oviedo, con buen rendimiento. Pero este golpe deja la defensa de Xabi Alonso con un efectivo menos. Alivio para el tolosarra que cuenta con cinco centrales en plantilla, al menos.

Pero dos de esos cinco centrales vienen con unas heridas de guerra que generan ciertas dudas de cara a su rendimiento a largo plazo. Especialmente Militao, con el que la mala suerte se ha cebado de forma excepcional: ya ha sufrido dos roturas de ligamento cruzado, una en cada rodilla, ambas en poco más de un año. Con todo, el brasileño ha demostrado gran capacidad de recuperación y en estos momentos es titular junto a Huijsen.
Otra historia es lo de Alaba. El austriaco se rompió el cruzado de la rodilla izquierda y tardó más de un año en regresar a los terrenos de juego, con el cartílago de la rodilla afectado. Su nivel no ha vuelto a ser el que era y para colmo, al final del pasado curso sufrió una rotura de menisco que le obligó a pasar de nuevo por el quirófano. En estos momentos es el quinto central y Xabi Alonso piensa en él como relevo en la rotación de Tchouameni como mediocentro defensivo para liberarle de tareas explosivas. Tanto Alaba como Rüdiger acaban contrato en junio de 2026 y ambos ya se hacen a la idea de que no renovarán con el Madrid y sus caminos de blanco finalizarán entonces.
Asencio y Huijsen, la solución
Aunque de esa situación de escasez, el Madrid ha sabido sacar abundancia. Primero, porque ante la falta de efectivos descubrió el curso pasado que había en Asencio un potencial jugador del primer equipo. El canterano se ha instalado en el primer equipo con sueldo a la altura. Acabó la pasada campaña dejando mala imagen en el Mundial de Clubes y hasta este viernes era el cuarto central en la carrera, pero con la lesión de Rüdiger ya sabe que tendrá un buen contingente de minutos cuando Xabi empiece a rotar.
Noticias relacionadas
Y luego, el Madrid se ha visto dirigido a reforzarse en el mercado con una figura que apunta a capital en la próxima década: Dean Huijsen. El internacional español es titularísimo por sus aptitudes defensivas y, sobre todo, por sus cualidades con balón para resolver el que fue el gran problema del equipo la pasada campaña: la salida de esférico desde atrás. La inversión ha sido grande, nada menos que 58 millones de euros, pero todo indica que ha valido la pena. Un remedio para la maldición central del Madrid.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí






Rellene su nombre y apellidos para comentar