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LEGANÉS

Makukula, el amago de Catanha que hizo temblar al Celta en Vigo

El delantero portugués dejó huella en Leganés. Se estrenó con gol ante el Celta, en Copa y en Vigo. Aquel partido acabó con triunfo pepinero (0-1) y el riesgo de eliminación gallega.

FUTBOL 00/01 NC.40469  F.6/5/01      LEGANES - BETIS    MAKUKULA       FOTO  CHEMA DIAZ

Ariza Makukula (nació en el Congo, pero tenía nacionalidad portuguesa) llegó a Leganés en enero con su ya habitual sonrisa bonachona y una promesa de veneno enredada en sus botas. Corría el inicio del siglo XXI. Lejos queda aquella temporada 2000-2001, pero entonces no estaba tan distante el recuerdo de Catanha, delantero que el Salamanca cedió a Butarque en la 97-98 con extraordinario resultado: 14 goles en 36 partidos. También a préstamo desde tierras charras, Makukula, que entonces tenía 19 primaveras, aterrizó en Butarque en el mercado invernal con la intención de seguir sus pasos. Al principio parecía que podría conseguirlo. Un Celta de Primera fue su víctima inaugural.

Los gallegos serán el próximo rival en la élite del Lega. Domingo, 14:00 en Madrid. Pero entonces, hace 24 años, los pepineros eran todavía un equipo de Segunda sin más aspiraciones que perpetuarse en la categoría de plata y dar algún campanazo copero. Aquel año 2001 casi lo logran. Quiso su buen rendimiento en el torneo del KO que se clasificaran para octavos (su techo en la clasificación hasta 2018, el curso del ‘Pepinazo’ en el Bernabéu) y que el rival fuera el Celta. Un reto relativamente asequible para buscar la hazaña de los cuartos.

Makukula para soñar

La ida disolvió el sueño. O eso parecía. Ganó el Celta 1-2 en Butarque con goles del Totto Berizzo y Tomás. Morales hizo el único tanto pepinero. No había nada que perder para la vuelta y así afrontó el equipo de Enrique Martín el partido. Lo hizo con el refuerzo de Makukula, que apenas firmado, se estrenó en Balaídos para hacer el gol del triunfo pepinero: 0-1 y Vigo temblando ante el riesgo de una eliminación que no se produjo por el valor doble de los goles en campo contrario.

Tomás, del Celta, trata de avanzar con la pelota ante Alex, del Leganés, en el partido copero disputado en Vigo.
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Tomás, del Celta, trata de avanzar con la pelota ante Alex, del Leganés, en el partido copero disputado en Vigo.

Fue una excelente carta de presentación para un ariete al que aquel duelo frente al Celta catapultó en confianza. En sus primeros cinco partidos hizo cuatro dianas de las cinco que marcó en competición oficial con el Leganés en apenas 14 partidos. Su rendimiento, tras semejante arranque, fue cuesta abajo, pero en Leganés dejó un excelente recuerdo no sólo por su rendimiento y apariencia de tradicional delantero tanque, sino por su cercanía. Era un habitual del centro de la ciudad, siempre con pinta de despistado y sonrisa bonachona en la cara.

Sus despejes contra el Schalke

Tras aquello, Makukula amagó con emular la carrera de Catanha, pero se quedó por el camino. La temporada siguiente, de nuevo en Segunda, fue el ariete referencia de un Salamanca que lo vendió al Nantes al final del curso. Había hecho 21 goles. Pinchó en tierras francesas, pero LaLiga lo rescató en un Valladolid donde se relanzó hasta fichar por el Sevilla, donde ejerció de ariete de referencia.

Una grave lesión de rodilla lo lastró para siempre, pero aún tuvo tiempo de ser activo protagonista de la primera UEFA que ganaron los andaluces en 2006. En las famosas semifinales contra el Schalke (en aquellas en las que marcó Puerta), Juande Ramos lo utilizó en los últimos minutos del partido en el Pizjuán para que se dedicara a despejar corners y balones parados.

Scude, Makukula y Puerta celebran la clasificación para la final de la UEFA. Makukula lleva una camiseta de agradecimiento con una imagen del Cristo de la Sed, de una parroquia cercana al Sánchez Pizjuán.
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Scude, Makukula y Puerta celebran la clasificación para la final de la UEFA. Makukula lleva una camiseta de agradecimiento con una imagen del Cristo de la Sed, de una parroquia cercana al Sánchez Pizjuán. STRINGER/SPAINREUTERS

Medio cojo, todavía renqueante de su dolencia lo hizo en un ejercicio de compromiso que le valió ovaciones atronadoras de público de Nervión. Su relación con el Sevilla fue tan profunda, que le puso a su hijo de nombre ‘Aziz JM Del Nido’ como nombre en homenaje al ex presidente del Sevilla que lo fichó.

Makukula inició tras sus problemas físicos un peregrinar de idas y venidas que le llevaron a Taragona, el Maritimo de Portugal, Benfica o incluso el Bolton Wanderers de la Premier. Acabó su carrera con un digno Pichichi de la Liga Turca con el Kayserispor (21 dianas), prólogo de su retirada definitiva en Tailandia, en 2014, casi tres lustros después de aquel gol al Celta que le dio a conocer en España.

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