Madrid y Barcelona rebajan el tono
Laporta y José Ángel Sánchez evitaron aumentar la crispación. Solo el presidente del Barça tuvo un acercamiento comprometiéndose a minimizar sus acusaciones.
LaLiga ha celebrado hoy una de las Asambleas con más expectación de los últimos tiempos. Por ello, todos los clubes decidieron participar de manera presencial, dejando a un lado la vía telemática a la que algunos habían recurrido en los últimos tiempos. A la cita solo faltó uno de los grandes nombres, Florentino Pérez, como es habitual y era esperado. Delegó la representación del Real Madrid en su hombre de confianza, José Ángel Sánchez. Incluso Tebas llegó a dejar caer que casi lo prefería. En cambio, sí acudió Laporta, que decidió dar la cara para dar explicaciones por el Caso Negreira y no delegar en nadie, como pasó en la anterior Junta de Primera División que el marrón recayó en Mateu Alemany.
El gran momento del día fue el reencuentro de los presidentes con Laporta. Bien recibido pese a que la mayoría entiende que tanto su club como el Real Madrid está entorpeciendo el interés general con la denuncia al Plan Impulso y apostando por la Superliga. Se saludó con casi todos y bromeó con algunos, incluso con Tebas. Ambos se saludaron y sonrieron, pese a que en las últimas semanas ambos hayan pedido la dimisión del otro. Es más, al final de la Asamblea se dedicaron unos minutos para conversar y rebajar las tensiones. En ese momento, también interactuó con José Ángel Sánchez, representante del Real Madrid, aunque durante la Asamblea se habían ignorado mutuamente.
Ambos evitaron aumentar la crispación de los últimos días. Ni Laporta, durante sus varias intervenciones, hizo referencia directa al Real Madrid, ni José Ángel Sánchez recriminó la actitud del Barcelona por el Caso Negreira. Silencio por ambas partes para que no saltase una chispa que azuzase el fuego de los últimos días entre acusaciones de favores arbitrales y políticos durante el franquismo. Es más, según los presentes, hubo hasta un pequeño guiño que podría servir como acercamiento futuro entre ambos clubes. Laporta se excusó sobre el tono elevado de su última comparecencia afirmando que debía defender a su club, pero a la vez se comprometió con el resto de presidentes y directivos a que en el futuro lo haría siendo lo menos perjudicial para el resto de equipos y que no lo repetirá. De esta forma hacía referencia a la acusación de que el Real Madrid era el club del régimen y recibía favores arbitrales en la actualidad.
La cumbre tenía uno de los principales puntos del día el Caso Negreira. El objetivo era que Laporta diera explicaciones. Cosa que hizo, pero que no convenció a prácticamente nadie. Varios de los presidentes que tomaron la palabra, como Gil Marín (CEO del Atlético) y Manuel Vizcaíno (presidente del Cádiz), reprocharon la actitud del Barcelona. No solo porque hayan pagado al que fuera vicepresidente de los árbitros con cuatro directivas diferentes, sino por la excusa inicial que dio Laporta de que era una práctica habitual en los clubes. Todos quisieron dejarle claro que no lo era y que exigían que la investigación fuera hasta el final.
A pesar de esos tirones de orejas, el ambiente ha sido más calmado de los esperado. Incluso el enfado con el Barcelona ha disminuido. Una de las claves estuvo en la organización que estableció LaLiga en la Asamblea. El objetivo de Tebas no era que la cita se convirtiera en un todos contra Laporta, ni que se sintiera bajo un interrogatorio. El mandatario azulgrana dio su explicación, recibió la réplica de varios de los presentes y luego volvió a tomar la palabra. No fue un cruce de disparos ni una pelea de gallos. Se dijeron las cosas claras, pero en un ambiente de cordialidad y respeto.