EL CLÁSICO | REAL MADRID-BARCELONA
Lunin tiene una fórmula parapenaltis
El ucranio ha detenido el 50% de los que le chutaron como profesional. En Valladolid, Oviedo y Leganés perfeccionó su técnica... y el Madrid lo disfruta.
Las pulsaciones no se le disparan, aparentemente, ni cuando se enfrenta al pelotón de fusilamiento que supone una tanda de penaltis. Andriy Lunin ha dejado para la historia sus dos penas máximas paradas (a Bernardo Silva y a Kovacic) en el Etihad, pero es una virtud que le viene de lejos. Tiene un feeling especial para encarar esos lanzamientos desde los once metros. Contando las tandas de penaltis, ha detenido el 50 por ciento (14 de 28) de los que ha tenido que afrontar en su carrera profesional.
Lunin encara este Clásico con cartel de ser un uno de los porteros con más duende ante los penaltis de la élite mundial. Los dos parados al City no son un simple récord contra un equipo. Lo son los dos de tres que le ha detenido al Cádiz. Su perfeccionamiento en este arte ha ido aparejada a su mejoría del dominio del oficio de guardameta desde su llegada a España. Con 18 años, en Ucrania, aún no tenía el ojo, la intuición y el timing idóneo. En el Zorya Lugansk tuvo que afrontar nueve penaltis contra el Shakhtar, el equipo más dominante del país, y sólo consiguió neutralizar uno.
Su comienzo como ‘parapenaltis’ en España arrancó primero en su préstamo en el Valladolid. Ahí, en una eliminatoria de Copa de la 2018-19, le detuvo tres penaltis en una tanda al Marbella. Luego lo prolongó en el Tartiere. Durante su cesión en Oviedo jugó 22 partidos y el equipo carbayón cometió siete penaltis. De ellos, Lunin rechazó tres. Y no contra equipos modestos: fue contra el Albacete, el Cádiz y el Deportivo.
El propio club asturiano se acordó de ello tras su gran noche en Mánchester. “Cuando te disfrutamos en el Tartiere no teníamos duda del portero que eras. ¡Disfrútalo, amigo!”, tuiteó la cuenta del Oviedo con una imagen del ucranio durante su etapa allí. Ya en el Oviedo mostró una de sus curiosas rutinas, que le ayuda a concentrarse: saltar y saltar sobre la comba. En su tercera cesión española, en el Leganés, también dejó otro destello: detuvo en Vallecas un penalti (también en partido de Copa) a Bebé.
Contra el Barcelona no ha tenido aún la oportunidad de probarse desde el punto fatídico, pero sí existen precedentes contra el Atlético: uno de cuatro es su balance. Fue en 2019, en un derbi en el Metropolitano, a lanzamiento de Saúl.
El Barça: bien ‘Lewan’, menos bien Gündogan
El Barça aparece en el Bernabéu con un buen porcentaje en la materia. Lewandowski ha materializado los cuatro penaltis de los que ha dispuesto (Celta, Alavés, Osasuna y ante el Barbastro en Copa) y el punto menos fuerte entre los especialistas culés ha sido Gündogan. El alemán acertó contra Las Palmas en enero... pero falló el que dispuso en el mes de marzo contra el Mallorca, con Rajkovic bajo palos.
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