Lunin se enroca
El ucranio, que no convenció ante el Milan, insiste en quedarse pese a que el club ya le ha transmitido que no cuenta con él. Su decisión bloqueó la llegada de otro meta.
Andriy Lunin fue el portero del Real Madrid durante todo el partido en el primer amistoso del equipo blanco esta pretemporada, ante el Milan en Pasadena (Estados Unidos). Se llevó un triunfo por 3-2, con remontada tras el 0-2 de la primera parte, pero el meta ucranio no salió indemne del encuentro: fue titular ante la poca preparación que acumula Courtois y disputó los 90 minutos, provocando dudas en el 0-1 del Milan, obra de Tomori, que remató en el área pequeña tras un centro ante el que el ucranio pudo hacer más gracias a sus 192 centímetros. Luego sí apareció para sacar una buena mano a un cabezazo de Giroud que pudo ser el 3-3, pero el duelo no reforzó su candidatura y mantiene al Madrid en su opinión: que debería salir para buscar minutos, pues de blanco va a contar con pocas oportunidades.
Hasta ahora ha sido el guardameta de la pretemporada, pues Courtois no volvió al trabajo hasta el día 20 de julio, pero todo apunta que Tibu se enfundará los guantes contra el United y veremos si comenzará la alternancia. Una pretemporada que ha dejado una imagen: en el entrenamiento posterior al triunfo ante el Milan, Lluis Llopis y el ucraniano tuvieron un cruce de impresiones que se extendió por unos minutos. No fue a más a pesar de la intensidad y el entrenador de porteros terminó calmando las aguas, en tanto que Andriy se paró a firmar autógrafos a la salida del Wallis Annenberg de UCLA con total normalidad. Al día siguiente, en el último entrenamiento del Madrid en Los Ángeles, se firmó la paz con un beso entre las sonrisas de los protagonistas.
Las dos primeras temporadas de Lunin en el Real Madrid fueron de presencia casi continua en el banquillo: jugó 120 minutos en la primera y 390′ en la segunda. Sin embargo, en la última superó la barrera de los mil minutos, llegando a los 1.080′, pero dejando sensaciones no demasiado buenas: encajó 13 goles en 12 encuentros. Y esas oportunidades no llegaron por un convencimiento de Ancelotti, sino por problemas físicos de Courtois que obligaron a la presencia de Lunin. Ancelotti no acabó conforme con su desempeño y en el Real Madrid le transmitieron que su mejor opción pasaba por salir del Madrid y buscar minutos en otro equipo para reencontrar su nivel.
Pero, de momento, Lunin se enroca. No quiere saber nada de una potencial venta o cesión, tiene contrato hasta dentro de un año, en junio de 2024, y su plan es cumplirlo. El Madrid pagó más de ocho millones de euros por él pensando en que pudiese ser un potencial relevo de garantías, pero no ha sido el caso y en el club blanco ya miran otras opciones. Pero la negativa de Lunin a salir este verano ha impedido que el Madrid lleve a término ninguna operación en la portería.
Lunin frenó a David Soria
En junio, el Madrid manejó una lista de tres nombres para reforzar la portería: David Soria, del Getafe; Dimitrievski, del Rayo; y Pacheco, del Espanyol. El primero era la opción preferida y se establecieron contactos con el Getafe, pero las altas pretensiones del club azulón (12 millones de euros) frenaron el acuerdo. Aunque no únicamente: el Madrid tenía varias bazas negociadoras, sobre todo gracias a cedidos y traspasos de canteranos al Getafe con los que compensar la cantidad, pero el tiro de gracia a la operación se lo pegó Lunin con su decisión de no salir, pase lo que pase.
Y en ese contexto se mueve ahora el club blanco: Ancelotti desearía un portero más fiable para cubrir la espalda de Courtois, en la cantera nadie llena el ojo del técnico blanco (el más preparado a estas alturas, Mario de Luis, se sigue recuperando de la grave lesión con que acabó la pasada temporada) y Lunin se queda asumiendo que, como mucho y si no median problemas físicos de Courtois, va a jugar una o dos rondas de Copa del Rey.