Luiz Henrique ilusiona en el empate del Betis ante el Grödig
El brasileño destacó en su debut con el equipo verdiblanco. Los de Pellegrini se quedaron sin pegada en esta primera cita veraniega en Austria.
El Betis estrenó su pretemporada con un empate a nada ante el modesto Grödig en Austria. Sin apenas fútbol, con el ritmo minimizado y la ideas rotas, apareció Luiz Henrique para debutar con una actuación repleta de destellos a la que sólo le faltó el gol. Es el amor de verano heliopolitano. Puso la velocidad y la magia en una cita sin apenas candidaturas de brillo. Pellegrini esboza una sonrisa de satisfacción con su fichaje y espera ahora una respuesta colectiva de mayor esplendor en las próximas citas previas al arranque de la temporada.
Tiró Pellegrini de bastantes habituales en su primer once veraniego. Canales tomó los mandos de la medular junto al canterano Marchena, Joaquín y Juanmi tomaron los costados y Fekir enlazó con Borja Iglesias desde su habitual libertad. Piezas de altos vuelos ante un Tercera de Austria. Pero sin el ritmo físico necesario para que las previsibles diferencias se plasmaran sobre el césped. Se acercó más el Grodig a la portería de Bravo en el inicio. Finder no acertó tras una conducción meritoria y el Betis ya tenía suficientes avisos para pensar que su primer amistoso no sería ningún paseo.
Sin Guido, Marchena equilibró. El canterano quiere un sitio en el primer equipo y tendrá minutos para convencer a Pellegrini. Esbozó detalles que invitan a la esperanza al tiempo que Fekir trató de romper la cita con arrancadas a las que les faltó un pase decisivo o una definición certera. Pero su fútbol, el que tanto aplaude Pellegrini, siempre está. Aunque se quede en intenciones. Joaquín lanzó diagonales, Juanmi encaró y Álex Moreno profundizó antes de que el primer tiempo firmara tablas bajo suspiros de cansancio multiplicado. Ni Borja Iglesias, en un último intento, acertó a batir al meta del Grödig.
El segundo tiempo tenía al invitado más esperado sobre el césped. Luiz Henrique se estrenó y con él el Betis mostró un grado más de intensidad. El brasileño encara, se atreve y luce su velocidad en cada atisbo de espacio. Junto a él, Rober incidió por tres cuartos y tanto Loren como Willian José disfrutaron de ocasiones para poder abrir el marcador. No ocurrió. Pero en ese escenario de grises, sobresalió la huella de Luiz Henrique. Activó un lanzamiento teledirigido que chocó contra el poste y convirtió su banda derecha en un festival de desborde. No había un rival de envergadura delante. Pero su chispa se convirtió en el único romance veraniego del primer amistoso del Betis.