Luis Milla: “La afición del Getafe no es racista”
El jugador del equipo azulón charla con AS para hablar de la actualidad de los madrileños, antes de enfrentarse a su ex. Jugó en el filial de la Franja.
Luis Milla (Madrid, 1994) es uno de los jugadores de confianza de Bordalás. El centrocampista del Getafe empezó la temporada aquejado de una lesión, pero una vez recuperado hizo suyo un puesto en cada once del técnico. El 5 azulón atiende a AS, donde desgrana toda la actualidad del equipo madrileño.
—Este curso lo comenzó parado por las lesiones, pero desde que volvió no hay quien le baje del once inicial, ¿cómo ha sido el proceso?
—La realidad es que parece que han pasado tres años desde ese momento. Fue un palo duro al inicio de la temporada. Una lesión que tuve en vacaciones, que te puedes imaginar lo que significa eso, con la ilusión que tenía de cara a esta temporada, de empezar bien, de sentirme bien. Y no pudo ser, pero he tenido la suerte y el trabajo de hacer las cosas bien y hacer una buena recuperación para sentirme como me siento ahora, que no es casualidad encontrarme tan bien físicamente. Eso es lo más importante para mí. Que luego las cosas en el campo van saliendo poco a poco.
—Al Getafe se le tacha de equipo defensivo o no de proponer, ¿qué opina de esta etiqueta?
—Son etiquetas, como tú bien has dicho. Creo que está muy lejos de la realidad. Somos un equipo muy competitivo, muy intenso, que va a todos los duelos, que es a lo que va el fútbol de hoy en día. Ya ves el nivel de exigencia físico que requiere el fútbol a estas alturas y nosotros lo ponemos en el campo. Porque al final es nuestra forma de vivir el fútbol, con mucha pasión. Es la forma en la que trabajamos en los entrenamientos y al final se ve reflejado en el campo. Y como te digo, creo que no son etiquetas que estén muy cerca de la realidad de lo que somos como equipo.
—Aunque es más de dar goles que de marcarlos, en enero rompió una racha de casi dos años sin ver puerta con un importante gol que dio el pase a los octavos de Copa, ¿cómo recuerda ese momento?
—Es una de las cosas que quizá tengo que mejorar. Muchos cuerpos técnicos me han dicho que tengo que disparar más a puerta, que debo tener más ocasiones de gol. Ese tanto dio el pase de ronda en Copa. En el minuto que fue y después de dos años, fue una alegría muy grande. Espero que no sea la última de este año, porque ojalá pueda ayudar al equipo con más goles.
—Tiene contrato con el Getafe hasta 2027, ¿seguirá la temporada que viene?
—Sí, la idea es estar aquí porque estoy muy feliz. Este año me he vuelto a encontrar con la versión que quiero y era consciente de que igual el año pasado no estuve al nivel que el club pensaba de mí. Por suerte este año lo estoy alcanzando con mucho trabajo. No tengo que ponerme techo y seguir trabajando de la misma forma. Ojalá que sea aquí, que el equipo pueda crecer y podamos hacerlo de la mano.
—¿Cómo es Bordalás como entrenador?
—Bordalás es muy intenso. Quiere mucho al fútbol y al trabajo que tiene. Es un entrenador que transmite mucho, que eso para mí es muy importante. A mí en lo individual me ha devuelto un poco esa pasión y esa ambición por mejorar cada día, por entrenar como si cada día fuera el último. Es algo que me ha venido muy bien este año y luego se refleja a la hora de competir.
—¿Con qué entrenador se queda de todos los que ha tenido a lo largo de su carrera?
—Con muchos. En Tenerife tuve siete en dos años y medio, así que imagínate. Al final es un poco injusto, pero te quedas con los que apostaron por ti. Recuerdo a Antonio Calderón, en el Fuenlabrada, que casi con dos entrenamientos me dijo: “Luis tú tienes que ser jugador de Primera y vas a serlo”. Se lo agradezco mucho, porque apostó por mí desde el primer momento y por suerte no le he defraudado. Aquí estoy y hay que mantenerse que es lo más difícil.
—Visitan al Rayo y durante la temporada 2014-15 estuvo en su cantera, en el Rayo B ¿qué destaca o qué recuerda de ese año?
—Lo recuerdo como una familia, lo que se generaba cuando ibas a ver al primer equipo al campo. Ese ambiente de Vallecas, esa sensación de equipo familiar, de equipo pequeño pero con las ideas muy claras. En ese año disfruté mucho a pesar de que descendimos. Fue un año injusto para el equipo.
—¿Cómo ve al primer equipo ahora que se enfrentan?
—Vienen de dos años con Iraola en Primera, en los que estuvieron a un nivel increíble, incluso cerca de los puestos europeos y realizando un gran fútbol. El listón estaba muy alto. Ahora están peleando por alejarse de esos puestos de descenso. Es un equipo muy difícil con unos jugadores que conozco muy bien, que han demostrado un nivel muy grande y nos pondrán las cosas muy difíciles.
—El triunfo del Athletic en la Copa deja abierto el séptimo puesto para ir a la Conference. Con la salvación casi en el bolsillo, ¿afronta con ilusión la posibilidad de ir a Europa?
—Es algo que tenemos que marcarnos con el día a día, que es de la forma en la que hemos afrontado toda la temporada. Siempre lo he dicho, la ambición del grupo es la de ganar cada partido. Hemos sido capaces de competir en cualquier campo y eso ha sido una de nuestras fortalezas, que hemos trabajado para sentirnos un equipo grande, capaz de cualquier cosa. Nosotros queremos intentarlo, aunque estemos a seis puntos. Quedan partidos por delante y debemos tener esa ambición de pelear por cosas grandes.
—Y todo esto lo tendrán que lograr, presumiblemente, sin parte de su gente por la sanción de cierre parcial por gritos racistas. ¿Qué opina de la sanción?
—Lo que está claro es que lo que hagan dos o tres personas que están muy equivocadas y que no van por el camino de la sociedad no se puede generalizar. La afición del Getafe es una afición respetuosa, que no es racista, que ha venido al estadio a apoyar todos los días y que no ha tenido ningún tipo de gritos. El club se ha puesto manos a la obra en identificar a los que los hicieron. La gente que venga al campo a decir semejantes barbaridades tendrá que estar fuera, no sé si toda su vida, pero sí un gran correctivo.
—Vamos a algo más amable, ¿cómo es tener un padre exfutbolista y qué le ha aportado?
—En mi caso mi experiencia ha sido buenísima, porque siempre me ha transmitido valores muy buenos. Nunca me ha metido presión, siempre me ha ayudado, me ha aconsejado desde su sitio. Nunca metiéndose en cosas que no tocaban y yo se lo agradezco. Por suerte he tenido unos padres que me han ayudado mucho para ser quien soy y para tener los valores que tengo hoy en día.
—Su padre jugó en el Barcelona, Real Madrid y uno de los mejores Valencia, ¿usted de qué equipo era de pequeño?
—Me pregunta mucha gente y no sé decir de qué equipo tengo el corazón. No me siento de ningún equipo de corazón. Recuerdo ser muy del Valencia cuando era pequeño. Fui allí con dos años, pero luego he estado en tantas canteras, que me hacía del equipo en el que estaba.
—Aunque aún quede tiempo para su retirada, ¿se ve como entrenador como hizo su padre?
—Sí, mi idea a día de hoy no es solo jugar, también entender un poco el juego y muchas veces preguntar por cosas que no están a mi alcance a entrenadores, a gente del fútbol. Es una idea que tengo, poder seguir entrenando, poder seguir ligado al fútbol, porque es lo que me apasiona y a partir de ahí veremos dentro de siete u ocho años cuando me retire, que idea tengo.
—Volviendo a la actualidad, jugar con la Selección, ¿sería su sueño?
—Bueno, como el de todo jugador. La Selección siempre tiene que ser un reto, una ilusión, una ambición. Para ello hay que hacer las cosas bien, ser el jugador que eres en tu equipo y ayudarle a que salgan las cosas. Y a partir de ahí, que se pueda dar la opción. Ya hemos visto a Borjita (Mayoral) que ha estado cerca de poder estar ahí y lo único que ha hecho es trabajar como un animal y hacer las cosas bien.
—¿Qué le gustaría conseguir en los próximos años como futbolista?
—Estuve en Sevilla viendo la final de Copa y sería algo muy bonito poder vivir un día así, lo que viví en las calles sin ser mis aficiones fue muy especial y en el campo ya ni te cuento. Este año hemos tenido una gran ilusión en Getafe por esa competición y ojalá podamos vivirla el año que viene y tener la ambición de jugar algún día una final de Copa.
—¿Cuál diría que es su mejor momento en lo que va de carrera?
—Tengo tres etapas muy especiales. Mi última etapa en Tenerife fue muy bonita, mi primera etapa con Diego Martínez en el Granada con el grupo que teníamos fue un espectáculo y jugando en Europa; y yo creo que este año, que me he sentido muy bien. Estoy feliz de venir cada mañana a entrenar y en uno de los mejores momentos de mi carrera. Estoy disfrutando mucho.
—¿Y el peor?
—Las lesiones. Este verano ha sido un momento duro, porque había muchas incógnitas con la lesión, sobre mi futuro, sobre lo que iba a pasar y por suerte las cosas han podido salir para adelante.
—¿Cuál es su ídolo en el fútbol?
—De pequeño Pablo Aimar era mi ídolo. Era en el que me fijaba y el que me encantaba ir a ver a Mestalla.
—¿Y fuera de él?
—Rafa Nadal, por los valores y lo que transmite. Es un ejemplo para todos.
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