Los seis meses de Rafa Benítez en el Real Madrid
El actual entrenador del Celta se mide al equipo blanco, club al que dirigió en 25 partidos desde junio de 201 hasta enero de 2016
Rafa Benítez (63 años) vuelve a enfrentarse al Real Madrid, una entidad que conoce a la perfección. No en vano fue jugador de sus categorías inferiores (era volante), luego entrenador de las mismas, ayudante de Vicente del Bosque cuando éste se hizo cargo de la primera plantilla en 1994 y primer entrenador desde el verano de 2015 hasta enero de 2016, cuando tras un empate a dos tantos ante el Valencia le costó el puesto. Un Valencia al que el mismo Benítez le hizo ganar dos Ligas (2002 y 2004), y que le recibió aquel día con un cariñoso homenaje.
Benítez venía a suceder a Carlo Ancelotti, despedido en su primera etapa tras ver cómo el Barcelona lograba un triplete de la mano de Luis Enrique. Florentino Pérez valoró al entrenador madrileño de la mejor manera en su presentación (3 de junio): “Para iniciar un nuevo tiempo está nuestro entrenador, que respira fútbol, profesionalidad y madridismo desde niño. Es un hombre de la casa y tiene corazón madridista. Él deseaba y soñaba con este reto desde hace años, y ese momento ha llegado ya. Rafa conoce la leyenda de este club y es un verdadero hombre de la casa (…) Rafa, bienvenido a tu casa”.
Se iniciaba así un periplo en el que todo parecía ir de color de rosas, pero que comenzó a torcerse en la pretemporada. A la salida de Casillas rumbo al Oporto, el Madrid se marchaba a Australia, luego a China para acabar en Alemania y en Noruega antes de medirse al Galatasaray turco en el Trofeo Santiago Bernabéu. Los blancos se vieron sorprendidos por el mal tiempo (frío, lluvia) y los escasos buenos resultados: se ganaron tres partidos, se empataron otros tres y se perdió uno ante el Bayern en el último minuto. Pero los jugadores blancos se sentían atados a la táctica, a veces defensiva, que planeaba Benítez.
El comienzo en cuanto a resultados no fue malo, pero el mal juego comenzó a irritar al público. La puntilla llegó en noviembre y diciembre. En el penúltimo mes del año, los blancos perdieron en su visita al Sevilla (3-2) y en casa ante el Barcelona (0-4), en un partido en el que quiso agradar más al palco que a sus sensaciones: dejó a Casemiro en el banquillo, dejando un boquete en el centro del campo que supieron aprovechar los azulgrana. Ese día alineó a James por el brasileño. Apenas un par de semanas después, ya en diciembre, llegó la eliminación en Copa ante el Cádiz por alineación indebida de Cheryshev. Todas esas derrotas fueron creando un caldo de cultivo que acabó en enero de 2016 tras ese empate ante el Valencia. Había dirigido a los blancos en 25 partidos, con 17 victorias (el 68%, y resultados como un 10-2 al Rayo, un 0-6 al Espanyol y un 8-0 al Malmö sueco), tres derrotas (más la eliminación copera) y cinco empates. Es el noveno entrenador madridista con mayor porcentaje de victorias en la historia del Real Madrid…