Los planes B sin Casemiro
Ancelotti ahora tendrá que rediseñar su planteamiento sin el brasileño y, sin mirar al mercado, tiene opciones dentro de la propia plantilla blanca.
Prácticamente sin avisar apareció el Manchester United cargado de millones para despojar a Ancelotti de Casemiro, su extensión en el terreno de juego. Unas cifras finales de 72 millones de euros (más 13 en variables), amén de un contrato jugosísimo que hará al brasileño duplicar sus emolumentos anuales, han dejado al Madrid sin gran parte de sus cimientos. El flamante MVP de la Supercopa de Europa, a sus 30 años, jugará oficialmente como local en Old Trafford. De manera que Carletto tendrá que improvisar alternativas, buscar un plan B. O varios. De la juventud a la veteranía, pasando por el potencial cambio de esquema y alguna opción más periférica.
En Balaídos tendrá su primer examen sin el de São José dos Campos y el horizonte se dibuja con la segunda titularidad consecutiva del ex del Mónaco. Tchouameni debutó en Liga en el Power Horse Stadium para dar descanso a Case. En Vigo, tendrá que comenzar su crecimiento acelerado. No tuvo un estreno amable. En la primera parte se vio superado por la sala de máquinas almeriense y Ancelotti deslizó tras el choque que le había “pesado la camiseta”. Eso sí, ello no cambia un ápice la confianza que le profesa. “Tiene que mejorar, pero está listo para jugar en el Madrid”, le tranquilizó ante los medios. El de Reggiolo es consciente del potencial del internacional francés (ya es titular con Les Bleus a sus 22 años) y quiere que no se coma la cabeza. Hizo terapia con el Ruán, cuya importancia crece exponencialmente con el ‘caso Casemiro’.
Entre la juventud, la veteranía y el nuevo dibujo
El ‘18′ es la alternativa principal y natural, pues es el único pivote defensivo puro que presenta la plantilla blanca. Sin embargo, la temporada es larga, el calendario viene con curvas, muchas competiciones (el Madrid opta al Sextete) y el Mundial aumenta el kilometraje potencial de las estrellas blancas. De ahí que Tchouameni, en su año I en Chamartín, pueda no ser suficiente y ahí sale a la superficie el otro nombre que apareció en la rueda de prensa previa al partido del sábado: Toni Kroos. Hasta en 73 ocasiones ha hecho las veces de ‘cinco’ y, curiosamente, 68 han sido en el equipo blanco. Eso sí, apenas 12 han llegado en las tres últimas temporadas. Es una demarcación donde el de Greifswald sufre mayor desgaste y ello lima sus aptitudes organizativas. Sea como fuere, Ancelotti tiene claro que la opción está ahí. “A Kroos no le gusta esa posición”, le deslizaban en rueda de prensa. “A mí no me lo ha dicho. Y si me lo dice, jugará ahí igual”, bromeaba Ancelotti al barajar la posibilidad.
También está habituado a aparecer como ancla Camavinga. Su irrupción en el Rennes llegó en esa demarcación, aunque no en un 4-3-3 como el que acostumbra a utilizar el Madrid. En el equipo renano solía tener compañía, puesto Julien Stéphan dibujaba sus onces con un doble pivote. En su año rookie en el conjunto blanco disputó 17 partidos haciendo ‘de Casemiro’, pero su fútbol alegre, desenfadado, vertical, y todavía desordenado y excesivamente impetuoso, indican que aún tiene aristas que pulir para sostener una sala de máquinas como la madridista. Y ello dibuja otra posibilidad que se le presenta a Ancelotti ante la excesiva juventud de algunas de sus piezas: cambiar de esquema. El 4-4-2 que por momentos, especialmente desde que Valverde se ha convertido al extremo, ha utilizado el italiano gana peso. Casemiro era todo empaque y los automatismos con Kroos y Modric y su experiencia son bazas con las que Tchouameni o Camavinga, con su techo y su suelo aún a considerable distancia, no cuentan todavía.
En tanto que hay otras dos opciones más periféricas en estos momentos: Valverde y Alaba. Especialmente quimérica se presenta la del Halcón, que jugó siete encuentros como ‘stopper’ en las tres últimas campañas, pero cuyo fútbol fogoso y polivalente le ha hecho derivar en un ‘falso extremo’ con cada día más querencia por la portería rival. Mientras que otro rey de la polivalencia podría ganar peso si las alternativas previas no engranan. Alaba es ahora mismo innegociable como compañero de Militao en el centro de la zaga, ya lo ha señalado el propio Carletto, impidiendo a todo un Rüdiger abrirse hueco desde el minuto uno cuando se esperaba que fuese el ‘3′ titular esta campaña. Sin embargo, en el Bayern también jugó con relativa asiduidad en el centro del campo, tanto como pivote como más adelantado, donde brillaba su buen trato de balón. En el Madrid empieza la vida sin Casemiro y Ancelotti debe estudiar cuál de los planes B que le brinda la plantilla blanca es el idóneo.