Los misterios del Spotify Camp Nou
El Barcelona todavía no sabe cuándo podrá jugar en su estadio pero en breve se reunirá con Limak para intentar definir una fecha definitiva aproximada
A día de hoy, el Barcelona no sabe cuándo podrá volver al Spotify Camp Nou. Esto es una realidad incontestable y el principal misterio que ocupa y preocupa a los directivos de la entidad azulgrana. En la comida de navidad con los medios de comunicación, el presidente Joan Laporta, insistió en que la intención era volver “lo antes posible” pero también reconoció que si en marzo el estadio no está listo difícilmente podrían volver ya este curso a casa. Durante la Asamblea para ratificar el acuerdo de renovación con Nike, la vicepresidenta institucional, Elena Fort, explicó que en los próximos días mantendrán una reunión con Limak para intentar definir una fecha de retorno aproximada. Las reuniones con la constructora turca se han vuelto habituales en las últimas semanas.
La situación en este momento está así. Muy atrás quedan los días en que desde el club mantenían que se regresaría al Spotify Camp Nou para el 125 aniversario del club. “Volveremos en noviembre de 2024 con el 70% del aforo seguro. Con la fcb Botiga, el museo y gran parte de los asientos vip listos. Pero, si no sucede, habrá consecuencias económicas para Limak. La más fuerte es la de un millón de euros por día de retraso. Pero no pasará”, aseguró Laporta. Y eso es cierto. No pasará pero no porque la obra ya esté completada sino porque los imponderables sucedidos durante todo este tiempo liberarán a la constructora turca de las penalizaciones económicas. Han habido distintos palos en las ruedas de la obra, desde la obtención de permisos tardana, falta de mano de obra, cambios de horario de los trabajadores y hasta el mal tiempo.
Pero es que, además, el Barcelona quizá pecó de optimismo a la hora de fijar la fecha de regreso. No se puede negar que el ritmo de construcción es elevado y a la vista está que se ha avanzado a muy buen ritmo. Pero como dijo el director de operaciones del Espai Barça, la obra es faraónica. “Para que se den cuenta de la magnitud de las obras que se están haciendo: cada dos meses construimos una torre Agbar. Y cada día de obras cuesta un millón de euros”, señaló. La insistencia pública en anunciar que se podría jugar antes de final de año ha fomentado las críticas.
Cuando vuelva al Spotify Camp Nou, el Barcelona lo hará con una capacidad aproximada de 64.000 personas de las 105.000 que habrán cuando esté finalizado por completo. Se utilizarán las dos primeras gradas porque la tercera está en construcción. Entre el club y el Ayuntamiento ya han trazado el plan de movilidad de la vuelta, que será sostenible y en el que se priorizará el ir al campo a pie y en trasporte público.
Jugar en Montjuïc le sale “muy caro” al Barcelona pero es muy posible que debe negociar una renovación con BSM, la empresa que gestiona el equipamiento. El ayuntamiento de Barcelona dijo que no pondría problemas al Barcelona porque “es el club más importante” de la ciudad. Pero habrá que sentarse a hablar porque hay compromisos adquiridos con promotoras de conciertos.
El traslado a Montjuïc ha sido una losa económica para el Barcelona, que quiere volver cuánto antes a casa para empezar a explotar su nuevo estadio. En sus previsiones está lograr 247 millones de euros más con todo el Espai Barça acabado. Es la cifra acordada con sus financiadores, que le prestaron al club azulgrana 1.500 millones de euros. Según contaron, no fueron a máximos en la previsión de ingresos para curarse en salud, pero por el bien del Barcelona deberán cumplirlo a rajatabla porque de lo contrario Goldman Sachs, su principal acreedor, podría querer intervenir.