Los méritos de Agirrezabala
El vasco está por encima de la media de porteros de la Liga en cuanto a paradas por partido: 3,2.


Julen Agirrezabala (San Sebastián, 2000) entró con buen pie desde su primer día en el vestuario del Valencia. Su carácter, aunque aparentemente introvertido de puertas hacia fuera, le hizo ser uno más apenas conoció al resto de compañeros, ejerciéndole de cicerón Hugo Guillamón a pesar de la situación que éste atravesaba en el equipo en verano. De ahí, por cómo es Agirrezabala como persona, las palabras de Stole Dimitrievski en las que venía a decir que el vasco está jugando por contrato no sentaran bien en el vestuario, en el que sus integrantes están cansados también de que se hable tanto de lo que pasa ahí dentro.
“En el Valencia nunca juegan jugadores por contrato. No existe eso. Es verdad que hay clubes que ceden jugadores y los contratos son diferentes: unos vienen libres, otros cedidos, en las cesiones tienen un coste, otras menos... Pero no se juega por contrato sino por méritos deportivos, y eso no significa que no haya buenos jugadores que no estén jugando”. Con esta frase en la previa del partido de Copa contra el Maracena quiso Corberán cortar de raíz el tema de la portería, aunque no lo consiguió vista la reacción de Dimitrievski en la entrevista.
En el Valencia nunca juegan jugadores por contrato. No existe eso.
Corberán
Agirrezabala es una petición expresa de Corberán, que se implicó en su contratación. De hecho una llamada del técnico al guardameta vasco fue clave en su decisión y en su petición al Athletic de que le dejaran marchar cedido al Valencia. Dimitrievski, por cuestiones futbolísticas, nunca ha sido la primera opción del cuerpo técnico. Desde la llegada de Corberán, el macedonio solo ha jugado un partido de Liga (el del debut del técnico de Cheste contra el Real Madrid por lesión de Mamardashvili) y cuatro de Copa del Rey (tres la temporada pasada y uno en la actual).
La relación -como desveló AS- se tensó a raíz del partido de la última jornada contra el Betis, que de haberlo jugado Dimitrievski le hubiera permitido cumplir un cupo de partidos con compensación económica de 300.000 euros. Pero Corberán se decantó por Mamadashvili, aún a sabiendas de que se iba al Liverpool. El técnico quería ganar ese partido para irse de vacaciones con buen sabor de boca y de ahí que eligiera a los que consideraba mejores para lograrlo. De hecho ni contempló otra decisión que hubiera tenido un significado emocional y de reconocimiento superior: darle a Jaume la titularidad en el que iba a ser el último partido con el Valencia del que era capitán del equipo.
El comunicado del Athletic
A partir de ahí, con Agirrezabala ya en la plantilla, el Valencia puso en el mercado a Dimitrievski, tenia otros porteros vistos por si acaso se producía su venta y éste miró posibles destinos. A su puerta, como él mismo ha reconocido, llamaron varios clubes de diferentes países. Pero el Valencia exigía un traspaso que ninguno quiso abonar. El macedonio argumentó molestias físicas para no participar en varios partidos de pretemporada. De hecho en verano solo lo hizo en el primero contra el Castellón. Inclusive no viajó a Tarragona para el amistoso ante el Olympique y se incorporó unos días después a la estadía en Girona. Dimitrievski sentía desde el primer día que no tenía opciones de competir, sobre todo a raíz del comunicado de cesión del Athletic.

El club vasco informó: “La cesión contempla una compensación económica además de unas cuantías variables por rendimiento así como penalizaciones por no participación. El Valencia CF dispone de una opción de compra no obligatoria al finalizar la cesión”. El término de “penalizaciones por no participación” es el que despertó sus sospechas y por lo que en Macedonio habla de ese 30% de partidos que tiene que disputar. Pero ni el club ni Corberán le dan la razón. Se consideran términos habituales en los contratos, como un plus a un delantero por goles marcados o los 300.000 euros que él mismo tiene si jugaba 10 partidos. De hecho Ron Gourlay le pedirá explicaciones a su vuelta de su selección. Incluso se recuerda que Corberán nunca ha estado sujeto en la toma de decisiones a temas contractuales, como sucedió con Sadiq, que hubiera jugado contra la Real Sociedad pese a la cláusula del miedo si hubiese estado en condiciones físicas de hacerlo.

El rol de Agirrezabala y sus números
Dimitrievski considera que llegó al Valencia porque le dijeron que Mamardashvili se iría, sin embargo cuando el georgiano ha recalado en el Liverpool, llegó Agirrezabala. Pero el contexto es otro, básicamente porque cuando llegó Dimitrievski el entrenador era Rubén Baraja -con contrato hasta 2026- y ahora está Corberán, que prefiere otro perfil de portero. Y ahí es donde encaja Agirrezabala, cuya titularidad como se apuntaba al principio en boca de Corberán nada tiene que ver con temas contractuales.
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Los méritos de Agirrezabala son deportivos. Por cuestiones técnico-tácticas del cuerpo técnico y por su rendimiento en los partidos. Las estadísticas del guardameta vasco están siendo perjudicadas por los problemas defensivos que está arrastrando el Valencia esta temporada y que le hacen ser el tercer equipo que más goles ha encajado (21, 17 de ellos desde dentro del área) y también el quinto al que más veces rematan (166) de la Liga. Sin embargo, Agirrezabala es el cuarto portero que más paradas ha hecho (41), lo que le hace estar en cuanto a número de paradas por encima de la media del resto de porteros de la Liga (3,2 por 2,68), aunque su porcentaje de paradas por tiros a puerta recibidos es inferior a la media (66,67% por 71,43%), un registro que es similar al de Jan Oblak. En cuanto a balones aéreos ganados, el vasco también está por encima de la media: 0,46 pot 0,3.
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