Los disparos en el pie del Atlético
El equipo rojiblanco vuelve a cometer un error individual grosero para perder puntos. Fue Lenglet, pero pasó en Getafe, ante el Celta, Leganés...
Un Atlético que prácticamente se despide de la Liga... a base de autosabotaje. De ponerse zancadillas. En muchas ocasiones cuando había hecho lo más difícil, en otras cuando podía arreglar el desaguisado e incluso en algunas con el partido comenzando a rodar. Clement Lenglet agarró a Cabrera delante del árbitro en un balón que volaba a los guantes de Oblak metros por encima de cualquier posible rematador. Una jugada que solo podía acabar con el guardameta atajando y finalizando la acometida. Y que sirvió para que el Espanyol rematase por primera y única vez para marcar desde el punto de penalti. Definitivamente, adiós a la cabeza.
No era ni mucho menos un buen partido rojiblanco, sin brillo y plano, pero que apuntaba a llevarse por la mínima ante la incapacidad del Espanyol de encontrar portería. Hasta que de nuevo llegó un error individual grosero que desembocó en un golpe mortal. Y así se pierden las Ligas. Sin tener en cuenta el pinchazo contra el Barcelona, donde la gasolina se vació con 2-0 en el marcador y un rebote acabó costándole el gol de la remontada de Lamine. Mala suerte para Reinildo, que estaba jugando un gran partido. Pero son más frustrantes para el Cholo los fallos de concentración o de entendimiento del juego.
El cometido por Correa al meter la planta del pie en un balón que Djené despejaba a fuera de banda. Era el minuto 88 y el Atlético vencía por 0-1 en otro encuentro espeso y sin ideas. Del saque de banda a favor a la roja directa, el insulto al árbitro que tiene a Correa fuera por cinco partidos y la remontada local en el añadido. El primer gol de Arambarri del propio balón parado (fatal defendido) y un nuevo tanto del uruguayo en el minuto 92. Una expulsión tan evitable y que tanto daño le ha hecho al equipo. Y otro partido que, venciendo, se acababa complicando.
Como evitable fue la tarjeta roja que vio Barrios a los cuatro minutos del partido contra el Celta. Le había ocurrido contra el Bayer Leverkusen, tirarse con demasiado ímpetu a pelear un balón con la planta por delante. Y que llevó al Atlético a jugar casi el encuentro completo en inferioridad numérica. Aún así el Celta no encontraba el camino a Oblak... Hasta un pisotón de Le Normand a Borja Iglesias leve, pero que en el fútbol moderno se señala como penalti. Sorloth rescató un punto, pero el partido había vivido en un cuesta arriba constante para los rojiblancos.
Y si se echa la vista un poco más atrás, se entiende cómo el campeón de invierno no para de alejarse de la cabeza. Ante el Villarreal, con un nuevo penalti. Controvertido, con Reinildo tocando balón, pero lanzándose de forma temeraria e innecesaria. Se decretó penalti y Gerard Moreno adelantó al Submarino Amarillo. Lino empató, pero no llegó la remontada. En la jornada anterior el Atlético dijo adiós a 15 triunfos consecutivos con su pinchazo en Butarque. Perdió contra el Leganés y pudo remediar la papeleta con un penalti a favor en el tiempo añadido, pero Griezmann lanzó fuera. Todavía quedaban siete minutos por delante. Por hacer repaso, en las diez últimas jornadas el Atlético ha ganado a Mallorca, Valencia y Athletic (el 1 de marzo, último triunfo en la competición). Ha empatado contra Villarreal, Real Madrid, Celta y Espanyol. Y ha caído contra Leganés, Getafe y Barcelona. Un total de 13 puntos de los últimos 30. Imposible competir. Cuatro penaltis, uno a favor y tres en contra. Dos expulsiones. Muchos errores individuales que castigan aún más a un equipo falto de ideas y ritmo de juego. Muchos disparos en el pie para seguir caminando.
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