Los comodines de Ancelotti
Rüdiger, Alaba y Nacho ejercen de ases bajo la manga, aportando polivalencia atrás: pueden ser tanto centrales como laterales. Ancelotti desveló un plan con los dos primeros.
El Madrid tiene siete defensas y diez alternativas. Porque tres de su guardianes pueden defender tanto la popa como los costados del navío. Son ejemplos del ‘futbolista moderno’, ese que cada vez se expande con mayor velocidad; jugadores con una posición preferida, pero capacitados para rendir en una secundaria y, a la máxima, incluso una terciaria. En la defensa del Madrid, hasta tres ‘centrales’ han demostrado poder jugar sin problemas en los laterales. Es el ‘club de los comodines’, al que el pasado domingo entró Rüdiger, con presentación en Las Vegas -casi nada-. En la mesa llevaba años sentado Nacho, ‘eterno polivalente’ y Alaba, que en 2017, pese a ser uno de los laterales izquierdos más cotizados del mercado, apostó por una nueva aventura como central. Ancelotti tiene tres ases -y medio- bajo su manga.
Rüdiger
El último descubrimiento. Cuando entre la vox pópuli circulaba el dogma de que esta temporada la dupla de centrales sería Militao-Rüdiger, desplazando a Alaba al lateral izquierdo, Ancelotti presentó su última taumaturgia. En el Clásico los tres saltaron al césped, saludaron a sus rivales y de repente, ‘el nuevo Pepe’ esprintó hacia la banda. Jugó como lateral izquierdo; jugará mucho este curso ahí. “No estoy loco, y él es muy inteligente. En esa posición puede jugar, como también permutar durante el partido con Alaba. Esta vez no lo han hecho porque estaba jugando bien”, dijo Ancelotti. Y descubrió su nuevo plan.
La idea del técnico para esta temporada es que Militao-Alaba sigan siendo los centrales titulares; una dupla indiscutible con el aval de la Decimocuarta. Rüdiger, por tanto, quedará desplazado al lateral izquierdo, donde sólo ha jugado tres partidos en toda su carrera (uno con el Stuttgart en 2012, otro con la Roma en 2016 y otro, con Alemania en 2018). Tiene cualidades para cumplir y Carletto lo sabe, entre ellas, su endiablada velocidad (fue el jugador más rápido de la Premier el curso pasado: 36,7 km/h). 18 pases acertados (85,7% de acierto), uno largo, un centro, un disparo (fuera) y tres recuperaciones, fueron sus números en los 45 minutos que disputó en el Allegiant.
Alaba
Es un doctor en polivalencia. El 49% de los partidos oficiales que ha disputado en su carrera han sido como lateral izquierdo; el 30%, como central; el 14%, como mediocentro (puro, volante izquierdo o volante derecho), el 6% como pivote; y el 1%, como mediapunta. Tras muchos años siendo lateral izquierdo con el Bayern y mediocentro con Austria, fue el verano de 2019 cuando tuvo una conversación con Flick en la que le propuso probar como central. Y muy de golpe: en 2018 jugó 43 partidos, todos como lateral y en 2019, de los 42, 34 fueron ya como ‘káiser’. De ahí, al Madrid, donde la pregunta en su presentación era obligada: “¿Y aquí, de qué?”. “Soy un jugador flexible y lo daré todo, sin importar dónde”, dijo.
Pues central, decidió Ancelotti. Y ya nadie le mueve de ahí. La temporada pasada jugó 42 partidos como central y sólo 4 como lateral (las dos primeras jornadas de Liga, la octava y la noche de la eliminación copera ante el Athletic). Se ha vuelto un fijo, desarrollando una sinergia espectacular con Militao que alcanza hasta fuera del campo, donde son íntimos amigosa. La llegada de Rüdiger parecía ir a separarles, pero ni mucho menos. Este curso seguirá dirigiendo la salida de balón y frenando las embestidas rivales desde el centro, aunque en ese ‘plan de Ancelotti’ está que pueda intercambiarse con el alemán, en mitad de un partido, alguna vez. La noche de la remontada al PSG, por ejemplo, lo hizo con Nacho: la épica empezó cuando el español pasó a ser central y él, a correr la lateral este.
Nacho
En su caso, el 71% de sus partidos ha sido central y el 29%, lateral. Pero ha sido tanto izquierdo como derecho. Lleva una década siendo la perfecta escenificación de lo que es un comodín; un jugador capacitado para cumplir tanto en su posición preferida, como en otra secundaria cuando toque. Dispuesto a jugar donde sea, cuando sea, sin poner ni una mala cara. Esta será su 21ª temporada como jugador del Real Madrid. Toda una vida: llegó con 11 años para el alevín A... y hasta hoy, cuando es segundo capitán, por delante de Modric y Carvajal, pero por detrás de Benzema. En total, 385 partidos oficiales entre el primer equipo y el Castilla. Y 20 títulos, de los cuales destacan las cinco Champions.
La temporada pasada tuvo minutos en 42 de los 56 partidos que se disputaron, siendo clave en noches cumbres, como la vuelta ante el Manchester City (Alaba no jugó por lesión) y marcando tres goles. De hecho, como anécdota, fue el quinto máximo goleador del equipo la temporada pasada, sólo por detrás de los cuatro pistoleros (Benzema, Vinicius, Asensio y Rodrygo; en ese orden). Marcó los mismos goles que Alaba, Modric y Kroos, pero jugando menos minutos. Su rol esta temporada será el mismo que las anteriores: con la puerta de la titularidad, a priori, cerrada, ejercerá de ‘plan B perfecto’ para cuando sea necesario. Dispuesto a jugar de central y de lateral.
Lucas Vázquez
Tardó en pedir la carta de admisión al ‘club’, pensando que lo suyo iba a ser algo temporal, transitorio. Pero su nuevo rol llegó por sorpresa y para quedarse: lateral derecho. Todo empezó el 1 de mayo de 2018: el Madrid se jugaba estar en la final de Kiev y no tenía laterales derechos disponibles ante el Bayern. Zidane, ante esa tesitura, le escogió para frenar a Ribéry y cumplió (2-2). De hecho, dejó tales sensaciones que cinco días después repitió en el Clásico del Camp Nou (2-2). De temporal, nada. Desde entonces ha jugado 61 partidos más en esa posición, siendo para Ancelotti ya casi más lateral que extremo. El experimento alcanzó su punto más álgido el pasado 15 de mayo, cuando en el Nuevo Mirandilla fue lateral... ¡izquierdo!
La confianza de Carletto en su séptimo capitán es tal, que en el Clásico de Las Vegas decidió alinearlo antes que a carrileros puros -y que además necesitan minutos para intentar convencer- como Odriozola o Vinicius Tobias. En el Allegiant Stadium lució el brazalete, acreditando un rol de líder que hoy en día recoge por status. Esta temporada, a priori, se quedará uno de los dos laterales a prueba y él podrá regresar al ataque, donde la competencia es feroz. Pero en caso de que sea necesario, volverá a jugar de lateral derecho sin problemas. Ya tiene un máster en esa posición.