Los clubes españoles afrontan el mercado con nuevas reglas

EI 2023 está a la vuelta de la esquina y con el nuevo año, abre el mercado de fichajes. Pero los clubes españoles lo harán con nuevas reglas. El motivo está en las alarmas que saltaron en la sede de LaLiga este verano. Algún que otro club español tiró de pillería con una técnica que consideran “pan para hoy, pero hambre para mañana”. Lo que regatea la filosofía de sostenibilidad que trata de implantar el control económico. Por ello, se han limitado las famosas palancas usadas por el Barcelona, haciéndolas menos atractivas, y solicitando planes de tesorería para evitar fichajes que pongan en riesgo su estabilidad a corto-medio plazo. ´

Por unanimidad se ha puesto coto a las denominadas palancas (vender un activo, y los ingresos que aporta, durante una serie de años a cambio de un dinero inmediato). Todos los clubes que conforman la Comisión Delegada votaron a favor de una serie de medidas que complican optar por esta vía de financiación. Fue el Barça quien las puso de moda durante este verano, pero también han sido varios los clubes que se interesaron por seguir el mismo camino. Cosa que preocupó en el seno de LaLiga y por eso se propuso limitarlo. Estas medidas tienen un matiz: no se prohíbe a los clubes accionar palancas, solo que no les aceptarán el dinero extraordinario que consigan de ellas para fichar a nuevos futbolistas.

Las novedades en el control económico

Limitar la venta de activos esenciales. El primer cambio se focaliza en que un club no podrá ampliar su límite salarial vendiendo uno de sus bienes o derechos que se consideran esenciales para el desarrollo de su actividad. Como, por ejemplo, sería vender el estadio. Un equipo puede traspasarlo para aumentar sus ingresos, pero dicho dinero no se les permitirá ser usado para fichajes. El motivo es que el estadio se considera un bien esencial para la actividad del propio club y si lo traspasan tendrán que comprar o alquiler otro.

La vía Barça se reduce al 5%. Se puede vender bienes o derechos (como los audiovisuales o de merchandising) siempre que el valor del mismo por cada temporada no supere el 5% de la cifra de negocio del equipo. Si superase ese porcentaje, la cantidad excedida no serviría para fichar nuevos jugadores ni para salarios. Ahora bien, esa regla del 5% solo es para activos o derechos cuyos ingresos ya sean habituales en los presupuestos de los clubes.

Una palanca sin restricción. Si un equipo logra sacar una nueva línea de negocio, sí podrá venderla. Por ejemplo, que un club reforme su estadio y construya palcos VIP cuando antes no existían. Como es una nueva fuente de ingresos, se puede activar esa palanca sin la limitación del 5%.

Recompra de las palancas. LaLiga ha querido atajar que un club saque ventaja en su límite salarial primero vendiendo un activo (lo que amplía su límite salarial) y posteriormente lo recompre, amortizando el desembolso en varios años sin que el tope salarial se vuelva a ver rebajado. Por ello, quien opte por esta vía, no solo se le impedirá sacar ventaja, sino que también se han aprobado medidas que le penalicen.

Ingresos extraordinarios. Si un club logra aumentar sus ingresos por vender a un futbolista por encima de las cantidades que están habituados, accede a una competición europea en la que no suele participar (lo que le proporcionará más dinero) o vende un activo de forma extraordinaria, tendrá que presentar un plan de tesorería para emplear dicho dinero en el mercado de fichajes. El motivo es asegurarse que con esa entrada extraordinaria de dinero y que, tal vez, no se mantenga las siguientes temporadas, cause un desbarajuste en el límite salarial de la campaña siguiente. Por ello, LaLiga requerirá que un club tenga la seguridad de poder pagar a un futbolista durante dos temporadas, no solo en la primera.

Balón de oxígeno para vender futbolistas sin amortizar. No todas son medidas restrictivas. LaLiga, ante la paralización del mercado, ha puesto en marcha una norma que no perjudica a los clubes cuyos jugadores no estén todavía amortizados. Es decir, si un club vende o rescinde a un jugador a un precio menor al que tiene, no se le castigará en el límite salarial. Se evita que sea un lastre económico que le impida fichar o dejar salir a dicho jugador con el que no cuenta. Un ejemplo: si fichas a un futbolista por 20M para cuatro temporadas, en el límite salarial se distribuye el impacto en 5M€ por campaña. Ahora bien, si ese jugador se va un año después gratis, esos 15M€ restantes antes había que asumirlos de golpe. A partir de ahora se permitirá seguir con la amortización de 5M€ por temporada pese a que el jugador ya no esté.

De la regla del 1/4 al 40%. Hasta ahora, los clubes excedidos solo podían fichar con la regla de 1/4 (gastar un euro de cada cuatro que ahorren) o 1/3 (para jugadores franquicia). Desde este mercado se pasa a la regla del 40%: de lo ahorrado se podrá gastar esa cantidad. Pero habrá una condición: presentar un plan de tesorería para los siguientes años. En función del ahorro conseguido, solo podrás firmar a ese jugador por una temporada o por más si garantizan su salario para las siguientes campañas. Si el jugador es franquicia, se aumenta al 50% (solo en verano).

Aumento salarial del 25%. Para evitar regatear el límite salarial, LaLiga solo permitirá, a los excedidos en Primera y a todos los de Segunda, firmar que el aumento de los emolumentos de un jugador entre una campaña y otra solo sea del 25%. Otra medida que busca controlar las cuentas más allá de a una temporada vista.

Así afectan las palancas

El mercado de fichajes se ha convertido en un complejo engranaje de normas económicas que cumplir para poder inscribir a un jugador. Para entender su funcionamiento hay que comprender en qué consiste el control económico. Su filosofía se resume en que los clubes no gasten más de lo que ingresan. Es decir, si tienes 10 millones, no desembolsar 11. Para evitar ese desajuste, LaLiga recurre al límite salarial, la cifra que establece el importe máximo que cada equipo puede tener de gasto de plantilla deportiva en una temporada. Para calcular se usa una sencilla ecuación: a los ingresos (TV, abonos, taquillas, publicidad, venta de jugadores...) en la temporada se le restan los gastos de estructura (personal de administración, seguridad, luz...), las pérdidas acumuladas y las deudas a devolver durante la temporada. Es decir, si tienes 10 millones de ingresos, te va a reducir el tope salarial de tal forma que tus gastos se queden también en 10. O en caso de no cumplirlo, se pone trabas a que fichen nuevos jugadores si no reducen ese sobregasto. Que es el caso de los equipos con límite salarial excedido.

El Barcelona, que estaba en esa situación el verano pasado, recurrió a las famosas palancas para sortear ese exceso. Es decir, vender un activo, y los ingresos que aporta, durante una serie de años a cambio de un dinero inmediato que le sacase del apuro. Ahora bien, esta situación solo es momentánea y con un efecto boomerang. Lo que en LaLiga consideran que es algo peligroso para salud financiera de los clubes. “Es como si cedes parte de tu sueldo durante los próximos años. Corres el riesgo de no poder pagar la luz, el agua, la comida con lo que te queda...”, explican a AS. Y la situación se ha convertido en preocupante cuando han sido varios clubes los que llamaron a la patronal tanteando sus posibilidades.

Javier Tebas ya advirtió en septiembre a Laporta que no podría repetir la misma jugada el próximo verano: “Lo que ha gastado en plantilla este año es imposible que lo haga el que viene”. Y también les avisó que tendrán que reducir su límite salarial de los 656M€ a unos 400.

La razón es que va a ver reducidos sus ingresos por dos motivos: el dinero de las palancas ya los ha ido gastando y que ya no dispone de las ganancias derivadas de los activos que ha cedido. Traduciéndolo a números: el Barcelona vendió a Sixth Street el 25% de sus derechos audiovisuales a cambio de unos 520M€. El efecto boomerang de esa palanca supone que durante los próximos 25 años ingrese en torno 40M€ menos (el 25% de los 160,1M€ que percibió en la 21-22) por temporada. Si en tu presupuesto se reduce el dinero que entra, el límite salarial del futuro consecuentemente bajará, volviendo a tener el mismo problema.

Esta situación supone retrasar una temporada tras otra el momento de afrontar el problema económico Y es lo que quiere evitar LaLiga. No quieren que los clubes hipotequen sus activos a cambio de un dinero inmediato, pero que suponga un grave problema en sus proyectos de cara a futuro.