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CELTA

Los cinco primeros desafíos de Marián Mouriño como presidenta

La continuidad de Luís Campos de cara a la próxima temporada, la creación de un equipo femenino y la relación con Abel Caballero son algunas de las decisiones más delicadas

Marian Mouriño durante un momento de la entrevista concedida a AS el pasado mes de abril.
Lalo R. Villar

En plena cuenta atrás para relevar a su padre en la presidencia del Celta, a Marián Mouriño se le acumulan sobre la mesa decisiones de máxima importancia para el futuro del club vigués. Algunos de estos temas lleva meses trabajándolos en la sombra mientras se prepara para asumir definitivamente el mando de la entidad olívica en la próxima Junta General de Accionistas. Las cuestiones que marcan su agenda trascienden en su mayoría el ámbito deportivo:

Renovación de Luís Campos: El acuerdo con el director deportivo externo concluye esta campaña. Toda la ilusión que generó entre los aficionados su llegada se ha convertido en decepción después de tres mercados. Sus operaciones no le han dado un salto de calidad a la plantilla, más bien todo lo contrario. A esa controvertida gestión hay que añadir la sensación de falta de implicación con el Celta, agravada con declaraciones como las de Nasser Al-Khelaïfi, su jefe en el PSG, asegurando que han estado trabajando codo con codo “20 horas diarias”. Sin embargo, en A Sede no parecen estar tan descontentos con el portugués porque económicamente les salen las cuentas. Además de ahorrarse el suelo de un director deportivo, el balance de comprar y vender jugadores presenta un resultado muy positivo. En los próximos meses le tocará decidir a Marián Mouriño si su primera plantilla como presidenta la va a confeccionar el de Esposende.

Encontrar un director general: La futura presidenta está llevando el peso del día a día del club desde que el pasado 6 de junio Antonio Chaves puso el punto final a su etapa de 15 años como director general del club. En A Sede se decantaron para reemplazarlo por Fran Canal, pero el ourensano los dejó plantados para continuar en Osasuna. Tres meses después de su inesperado adiós, el despacho de quien fue la mano derecha de Carlos Mouriño sigue sin propietario y el vacío de poder es evidente. La situación resultará aún más insostenible una vez que Marián releve oficialmente a su padre. El fichaje de un director general activará la incorporación de varios directores de área, unos para cubrir los cargos que están vacantes y otros para los que en breve van a quedar libres.

Relación con Abel Caballero: La guerra sin cuartel que mantienen Carlos Mouriño y el alcalde Abel Caballero ha provocado que la relación entre el Celta y el Concello de Vigo lleve más de un lustro siendo inexistente. Se trata de un irreconciliable choque de egos y la tensión podría rebajarse al echarse a un lado uno de los dos protagonistas. Está por ver qué actitud va a tomar Marián y si decide tender algún puente. El ayuntamiento tiene pendiente la obra de la grada de Gol, el sector de Balaídos que falta para que la reforma del estadio municipal sea completa. Un proyecto que ha sufrido un serio revés al perder el PSOE la Deputación de Pontevedra, administración que ha pagado una parte importante de la reconstrucción del coliseo olívico.

El faraónico proyecto GS360: A la espera de ocupar el sillón que todavía pertenece a su padre, el cargo de Marián dentro del club es el de CEO de Galicia Sports 360 (GS360). La denominada ‘Factoría del Deporte Gallego’ tiene tanto de faraónico como poco de concreto. Más allá de la polémica legal, con más de 4.000 alegaciones presentadas contra la declaración de interés autonómico aprobada por la Xunta de Galicia, el Celta todavía no ha conseguido explicar bien en qué consiste ni para qué le sirve un complejo que va mucho más allá de una mera ciudad deportiva. La parálisis de GS360 es evidente. Ni se observan avances sobre el terreno en Mos ni en las redes sociales. En su cuenta de Twitter no se publica nada desde el pasado 30 de junio.

Equipo femenino: Celta, Mallorca, Getafe y Las Palmas son los cuatro clubs de Primera que no tienen estructura de fútbol femenino. Carlos Mouriño ha ofrecido durante los últimos años todo tipo de excusas para explicar esa carencia de la entidad viguesa. Su hija Marián está decidida a terminar con una situación que resulta bochornosa y ya ha tomado cartas en el asunto. En las últimas semanas han existido contactos para que el Viajes Interrías, equipo de la localidad pontevedresa de Sanxenxo y que compite en 2ª RFEF, pasase a ser el Celta femenino. La negociación no ha fructificado, pero la futura presidenta trabaja en otras alternativas para que sea uno de los primeros golpes de efecto de su mandato.