Los buenos resultados con tres centrales plantea un dilema a Pacheta
El técnico del Real Valladolid se plantea cómo afrontar el duelo en El Sadar, donde el equipo podrá tener el balón, a priori, más que en los últimos encuentros.
Miles de veces hemos escuchado aquello de que las formaciones no son ni buenas, ni malas en sí, sino que lo hacen buenas los jugadores. En este sentido cabe resaltar que el Real Valladolid ha firmado dos victorias consecutivas la semana pasada jugando con tres centrales, dos laterales largos y mucha menos posesión que el rival. Lo que en principio parecía una solución concreta para respaldar la entrada en el once de Lucas Rosa, para que se sintiera más cómodo, ahora puede tener continuidad dado que los dos encuentros se saldaron con victoria. No sería una sorpresa. La campaña pasada, cuando el técnico llegó a Zorrilla usó esa formación en varios partidos en Segunda, pero los malos resultados, y la opinión del vestuario, llevó al burgalés a cambiar a un más interiorizado 4-4-2, para acabar la campaña con un 4-3-3.
Precisamente para ganar la batalla del centro del campo, para tener más presencia, Pacheta comenzó esta temporada también con un 4-3-3 que a veces parece más un 4-5-1 por lo solitario que está en muchas ocasiones el punta sea Guardiola, Weissman o Sergio León, que ahora está en racha. Las bajas, primero de Luis Pérez, después de Fresneda y posteriormente de Anuar, hicieron que el entrenador blanquivioleta probara con Escudero en el lateral derecho frente al Espanyol (1-0) para darle la oportunidad, ante el Celta, al brasileño, que lo hizo tan bien y repitió ante la Real, mejorando todavía más su primera actuación como carrilero por la derecha.
Llegado este punto, la preguntas que se puede hacer Pacheta son: ¿Me conviene seguir con los tres centrales pese a que Osasuna suele jugar con un solo punta? ¿Responderá igual de bien Rosa en defensa de cuatro? ¿Puedo dominar los partidos con tres centrales y tres medioscentros? Porque el hecho es que tanto en el duelo ante los celestes (38%), como en el partido ante los donostiarras (25%), los pucelanos tuvieron menos posesión, mucha menos en el caso del encuentro ante los vascos, pero sí dio la sensación de que el encuentro fue más los caminos que había marcado Pacheta que los indicados por Imanol. Y es que dominar los partidos no significa tanto tener la posesión, como saber adaptarse en cada momento a lo que pide el partido tratando de sufrir en tu portería lo menos posible. Y todo ello, usando muchos jugadores.
De esta manera, con el encuentro ante Osasuna que se jugará el domingo, Pacheta tiene toda la semana para plantearse que formación usar para enfrentar a un equipo que cuelga muchos balones, que es muy intenso y que va a exigir cosas diferentes a lo que tuvo que dar el equipo en los dos últimos encuentros saldados con victoria.