Llorente contra Badé: un combate de liderazgos en Nervión
El madrileño ya capitanea la defensa del Betis y hace olvidar a Pezzella; el francés da fiabilidad a la zaga del Sevilla tras decir no a la Roma.
Betis y Sevilla medirán sus fuerzas mañana en el Sánchez-Pizjuán con dos centrales que convencieron a casi todos en este inicio de campaña. Sus destinos casi se cruzan cuando Diego Llorente aterrizó en Heliópolis procedente de la Roma y el club italiano tanteó el fichaje de Loïc Badé para reforzar su zaga. Pero el francés dijo que no, que debía ser el líder defensivo de un Sevilla que confió en él cuando quizás pocos apostaban por su crecimiento. Aquella final de la Europa League de hace dos campañas midió a ambos sobre el césped. Mourinho solo le dio 15 minutos de prórroga al hoy central del Betis. Mendilibar sí convirtió a Badé en una de sus banderas para alcanzar la gloria. Y esa misma noche Monchi no lo dudó a la hora de admitir que el francés se quedaría en Nervión. Mañana serán los líderes defensivos de Betis y Sevilla en el gran derbi.
La llegada de Diego Llorente al Betis propició las lógicas dudas. No había dejado un rendimiento demasiado convincente en la Roma y debía hacer olvidar a Germán Pezzella, el campeón del mundo que se había ganado la absoluta confianza de Manuel Pellegrini. Pero el madrileño expuso sus condiciones desde el minuto uno. Reina por algo, es expeditivo en las anticipaciones y da aires de liderazgo al Betis desde la zona defensiva. El técnico bético no dudó en darle algo de aire dejándolo en el banquillo el pasado jueves en Varsovia para que su carga de minutos no afectara a su rendimiento. Será uno de los fijos en esa batalla de Nervión en la que quiere firmar su particular revancha a esa final perdida en el Puskas Arena de Budapest.
Para Badé, la vida también amenazó con algún giro en este verano. Era quizás la pieza de más peso en la defensa sevillista, pero también la más codiciada. Su buena participación en los Juegos Olímpicos con Francia le entregó al Sevilla la oportunidad de tener ingresos importantes por él. Y fue precisamente la Roma, el mismo equipo que lo vio coronarse en Europa, el que trató de colocar 20 millones de euros sobre la mesa del club sevillista. Las partes dudaron, pero la apuesta fue firme. Badé quiere ser el intocable de García Pimienta y ya lo demostró en algunos duelos de esta Liga. Y su siguiente reto es agarrar el derbi para que no se escape de su casa.
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