Llaneza, el arquitecto del milagro amarillo

Adiós a José Manuel Llaneza, sin duda una de las figuras más importantes de la historia del Villarreal y uno de los protagonistas destacados del fútbol español y europeo de este Siglo. Llaneza llegó al Villarreal de la mano del presidente Pascual Font de Mora, a un club que necesitaba un gestor para profesionalizar una entidad amateur que peleaba por no perder el fútbol profesional. Lo hizo por su pasión por este deporte, heredada por su padre y, tras su experiencia en el Puçol, equipo que presidió con sus amigos.

Aterrizó en mayo de 1994 para ajustar las cuentas del club y poner un poco de orden. Años de ir justos de dinero, por lo que empezó a gestionar también la parte deportiva, primero con Pepe Claramunt de director deportivo y después con Javi Valls o Antonio Cordón. A trancas y barrancas salvó al equipo, siendo ya figura vital, cogiendo además peso en la Liga y la Federación. Un momento en el que el presidente Font de Mora empieza a dar señales de que el Alzheimer está ya muy presente, lo que obliga a buscar una salida para el club. Ese es sin duda el momento clave de la historia del Villarreal, ya que Llaneza convence a un joven Fernando Roig, que en mayo de 1997 se hace cargo de la entidad.

Empieza una historia que a día de hoy sigue viva y alcanzando objetivos que cuando llegó Llaneza al club eran impensables, ya que el objetivo siempre era no sufrir. De la mano de Roig aparece el gran Llaneza, negociador y ambicioso, que hace suyo el discurso ganador de Roig. Con algo de fortuna llega el ascenso en la 97-98, algo que como el mismo reconoció :”llegó demasiado pronto”. Y es que el Villarreal descendió, lo que hacía pensar que el de Roig había sido un proyecto con suerte. Pero Llaneza y Roig ya tenían en la cabeza el futuro, inversión en infraestructuras, cantera y fichajes. Llaneza fue el que fichó al gran Villarreal de Pellegrini, Forlán, Riquelme… y el resto. Se construyó la Ciudad Deportiva y se empezó una política social importante, el proyecto era estar con los mejores.

Años más tarde, llegaron las Intertoto, la UEFA, la Champions de Román, cinco semifinales, el descenso y el título de Gdansk. Sin duda, todo un camino digno de ser valorado y aplaudido. La Cantera era su ilusión, era habitual verlo en todos los partidos de los equipos de la base, conocía a jugadores y padres de los equipos. Siempre tuvo claro que el Villarreal sería lo que lograra la base, siendo fiel a esa política.

Del Llaneza persona chocaba de primeras su imagen y su fuerte carácter, defendía lo suyo con vehemencia. Pero en las distancias cortas era un noble y sensible que se involucraba en todo aquello que pudiera hacer la vida mejor a su entorno, movilizando al club para ayudar a todos. Premiado con la medalla de plata de Oro de la ciudad de Vila-real, un reconocimiento que reconocía su cercanía con la gente de la calle y con los aficionados. Llaneza era conocido por todos, pocos son los que no tienen alguna anécdota con él.

Se marcha uno de los tres o cuatro personaje de más peso de la historia del Villarreal, se marcha el arquitecto que construyó el sueño imposible que Roig tenía en su cabeza.