Llamando a la puerta de La Quinta del Pipo
Iker Córdoba aprovecha las ausencias de Mosquera y Yarek para tener protagonismo en el primer equipo con Baraja, como tambien Tejón y Hamza.
Rubén Baraja está tirando de cantera (más si cabe) en esta pretemporada. Entre lesiones y ausencias por selecciones, el entrenador vallisoletano apenas tiene a 14 futbolistas disponibles del primer equipo y de ahí la amplia nómina de futbolistas del filial que están a sus órdenes. Pero se dice que hay que estar en el momento justo y en el lugar adecuado y, por circunstancia, hay dos posiciones en las que las opciones de ganarse un sitio en los planes a corto y medio plazo de Baraja son mayores: los extremos y la de central.
Martín Tejón y Hamza Bellari han llamado la atención en los partidos contra el Castellón y Alavés, en los que Baraja ha depositado también su confianza en Otorbi. A fin de cuenta, más allá de que el Pipo esté reclamando a la dirección deportiva el fichaje de gente de banda con experiencia, la ausencia de Diego López (Juegos Olímpicos) y la lesión de Fran Pérez implica falta de efectivos en esa zona. Caso similar al que sucede en el centro de la defensa, con el añadido en este caso que ahí no está previsto realizar ninguna incorporación salvo que Cenk cambie de aires.
Con Mosquera en los Juegos Olímpicos, Yarek que disputará el domingo la final del Europeo Sub-19 y Diakhaby que tiene aún meses por delante de recuperación, Baraja lleva tres semanas de pretemporada con solo dos centrales a sus órdenes: César Tárrega y Cenk. De ahí que en los entrenamientos y en los partidos esté contando con jugadores del filial. Los elegidos hasta la fecha han sido Serra, Iranzo y Córdoba. Y este último va cada día ganando más protagonismo.
Un quinto central entre el primer equipo y el filial
La idea del Valencia, hasta que Diakhaby esté recuperado, que no será hasta ya entrado 2025, es que haya un quinto central en dinámica del primer equipo pero con ficha del filial. Y ese test lo está llevando a cabo ahora Baraja. Inclusive si finalmente saliera Cenk y se fichara a otro central, el jugador puente entre primer equipo y filial lo seguiría teniendo a sus órdenes en el día a día de Paterna, como lo estuvieran hace un año César Tárrega (hasta su salida al Real Valladolid) o Yarek (que acabó adelantando en el escalafón a Cenk).
Rubén Iranzo lleva tiempo contando para Baraja, un jugador que además tiene la polivalencia de poder actuar como lateral derecho (factor a tener en cuenta porque la baja de Gayà puede desplazar de banda como recurso a Foulquier o Thierry). Y en esta pretemporada está sumando puntos Iker Córdoba (Els Pallaresos, 18 años), un defensa formado en las inferiores del Barcelona, que decidió hace un año no renovar con el club azulgrana por la confianza que depositó en él José Jiménez, director de captación de la Academia del Valencia, y por el que apostó la temporada pasada Miguel Ángel Angulo para el filial pese a tener edad de juvenil.
Los informes que el cuerpo técnico del filial le han pasado a los del primer equipo respecto a Iker Córdoba son óptimos. De él destacan su salida y su capacidad para actuar tanto como central por la derecha como por la izquierda, siendo la zurda su pierna natural. A sus 18 años, el defensa catalán está siguiendo un plan físico especial para ganar masa muscular. Córdoba, pese a sumarse a la pretemporada del primer equipo con unos días de retraso porque estuvo en la prelista de España para el Sub-19, tuvo minutos contra el Castellón, prácticamente jugó todo el partido contra el Alavés y salvo contratiempo de última hora viajará hoy a Eindhoven para enfrentarse mañana al PSV.
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