Lisandro Isei, el negociador de Ron Gourlay
El nuevo Director de Captación y Scouting del Valencia convirtió su pasión por e Football Manager en su profesión.


Lisandro Isei (Curaçao, 1986) hará en el Valencia funciones de ‘embudo’ y negociador. Nombrado Director de Captación y Scouting, su función será la de organizar y canalizar los informes que le presenten el resto de técnicos de la secretaría técnica, entre ellos los también recién incorporados Hans Gillhaus (Jefe Scouting para Europa) y Andrés Zamora Patacchiola (Jefe de Scouting para Sudamérica).
Lisandro, que se maneja en siete idiomas, entre ellos el castellano, será el vehículo transmisor de la secretaría técnica con el CEO de Fútbol y Carlos Corberán. Pero Lisandro también hará lo que más le gusta desde que era un crío y lo que le ha llevado a Valencia de la mano de Ron Gourlay, con el que coincidió en el Al-Ahli: trabajo de campo, es decir, ver futbolistas.
“Empecé a ojear a una edad muy joven. Tenía unos 12 años cuando empecé a prestar especial atención a las diferencias entre jugadores mediocres, buenos jugadores, muy buenos jugadores y cracks mundiales. Recuerdo escribir informes durante mis clases. ¿Te imaginas la cara de la profesora de biología cuando veía una alineación de jugadores sub-23 en vez de una representación gráfica de la polinización de las plantas?”, explica Lisandro Isei en una entrevista que se publicó en los medios oficiales del Charlotte FC, uno de los cuatro clubes en los que ha trabajado como ojeador.
Tenía unos 12 años cuando empecé a prestar especial atención a las diferencias entre jugadores mediocres, buenos jugadores, muy buenos jugadores y cracks mundiales"
Lisandro Isei
La de Lisandro Isei es la historia de otros tantos personajes del fútbol de despachos que convirtieron su pasión en su profesión. Lo que empezó como un entretenimiento, el Football Manager, se convirtió en una “obsesión” que le ha llevado a formar parte de las secretarías técnicas del FC Dordrecht (dos años), Willem II (año y medio), Charlotte FC (cuatro años) y Al-Ahli (desde el pasado mes de enero hasta hace pocas semanas). “He tenido que trabajar muy duro para aprender y crecer mis competencias y conocimientos una vez creí que era posible trabajar de esto. También he tenido suerte, porque la obsesión por sí sola no es suficiente, porque mucha gente la tiene”, comentaba a TopBin90.
En el Valencia, por la coyuntura económica del club, Lisandro Isei va a tener que volver a sus orígenes, a peinar el mercado en busca de ‘gangas’ que a corto plazo den rendimiento deportivo bajo la tutela de Carlos Corberán y a medio-largo plazo económico. Y decimos a sus orígenes porque en el Valencia no va a tener la ‘billetera’ que tuvo en su última experiencia en el Al-Ahli, club al que llegaron en su etapa Galeno (50 millones), Enzo Millot (30 millones), Atangana (25 millones), Matheus Gonçalves (9 millones) o Matteo Dams (9 millones). Todo sea dicho, el plus que le aporta esa experiencia en el Al-Ahli radica en las negociaciones con clubes como el Oporto, Stuttgart o Flamengo y su capacidad de convencer a ese perfil de jugadores de continuar su carrera en Arabia.
Otras operaciones en el pasado
“Han pasado los tiempos en los que se podían gastar 150 millones, muy pocos equipos pueden hacerlo”, decía Ron Gourlay en septiembre, un mensaje que lleva implícito el trasfondo del trabajo que espera que realicen desde ya sus tres refuerzos para la estructura deportiva. La misión de Lisandro está clara: encontrar en el mundo del fútbol otros casos como el de Adilson Malanda, al que fichó de la segunda división francesa a bajo coste y traspasó después al Middlesbrough por 7 millones de euros, o Vangelis Pavlidis, que incorporó por 250.000 euros, traspasó por 2,5 millones y por el que hace un año pagó 18 millones el Benfica.
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En verdad, nada inventado en el fútbol, ni tan siquiera en la era Peter Lim, porque viene a ser lo que hizo Pablo Longoria en la etapa de Mateu Alemany con Yunus, Koba o Racic. Pero para el buen funcionamiento de ese tipo de gestiones es imprescindible que Ron Gourlay, además del buen ojo que puedan tener Lisandro Isei, Hans Gillhaus o Andrés Zamora Patacchiola, tenga capacidad de maniobra, capacidad de decisión y capacidad de inversión.
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